Energía de punto cero y campo de punto cero
¿Qué es la energía de punto cero? ¿Podríamos usarla como fuente de energía definitiva?
INTRODUCCIÓN
La Mecánica Cuántica predice la existencia de lo que usualmente se conoce como energías de “punto cero” para las interacciones nuclear débil y fuerte y las electromagnéticas, donde “punto cero” se refiere a la energía del sistema a una temperatura T, o el nivel de energía cuantizado más bajo de un sistema mecánico cuántico. Aunque el término “energía de punto cero” se aplica a estas tres interacciones de la naturaleza, habitualmente (y de aquí en adelante en este artículo) se usará en referencia sólo al caso de la electromagnética.
En la física cuántica convencional, el origen de la energía de punto cero es el Principio de Incertidumbre de Heisenberg, el cual afirma que, para una partícula en movimiento como puede ser un electrón, cuanto más precisamente medimos la posición, menos exactamente podemos medir su momento (masa por velocidad), y viceversa. La menor incertidumbre posible de posiciones por momento está especificada por la constante de Planck, h. Una incertidumbre paralela existe entre las medidas que involucran al tiempo y la energía (y otras llamadas variables conjugadas en mecánica cuántica). Esta mínima incertidumbre no es debida a ningún defecto corregible en la medida, sino que más bien refleja la poca claridad intrínseca a la cuántica en la misma naturaleza de la energía y la materia brotando de la naturaleza de onda de varios campos cuánticos. Esto lleva al concepto de energía de punto cero.
La energía de punto cero es la energía que permanece cuando todas las otras energías son eliminadas de un sistema. Este comportamiento está demostrado por, por ejemplo, en el helio líquido. Cuando la temperatura desciende hasta el cero absoluto, el helio permanece líquido, el lugar de congelarse en un sólido, debido a la inamovible energía de punto cero del movimiento de sus átomos. (El incremento de presión a 25 atmósferas causará la solidificación del helio).
Un oscilador armónico es una herramienta conceptual útil en física. De forma clásica un oscilador armónico, como una masa sujeta a un muelle, siempre puede llevarse a un estado de reposo. Sin embargo, un oscilador armónico cuántico no permite esto. Siempre permanece un movimiento residual debido a los requisitos del Principio de Incertidumbre de Heisenberg, dando como resultado una energía de punto cero, igual a 1/2 hf, donde f es la frecuencia de oscilación.
La radiación electromagnética puede describirse como ondas flotando a través del espacio a la velocidad de la luz. Las ondas no son ondas de nada sustancial, pero son ondulaciones en un estado de un campo definido teóricamente. Sin embargo estas ondas transportan energía (y momento), y cada onda tiene una dirección específica, frecuencia y estado de polarización . Cada onda representa un “modo de propagación del campo electromagnético”.
Cada modo es equivalente a un oscilador armónico y de esta manera está sujeto al Principio de Incertidumbre de Heisenberg. A partir de esta analogía, cada modo del campo debe tener 1/2 hf como su energía mínima media. Esta es una diminuta cantidad de energía en cada modo, pero el número de modos es enorme, y de hecho se incremente por unidad de intervalo de frecuencia con el cuadrado de la frecuencia. La densidad de energía espectral está determinada por la densidad de modos por la energía por modo y de esta forma se incrementa con el cubo de la frecuencia por unidad de frecuencia por unidad de volumen. El producto de la diminuta energía de cada modo por la descomunal densidad espacial de modos lleva a una densidad de energía teórica de punto cero muy alta por centímetro cúbico.
Desde esta línea de razonamiento, la física cuántica predice que todo el espacio debe estar lleno de fluctuaciones electromagnéticas de punto cero (también llamados campos de punto cero) creando un mar universal de energía de punto cero. La densidad de esta energía depende críticamente de dónde cesan en frecuencia las fluctuaciones de punto cero. Dado que se piensa que el mismo espacio se rompería en una especie de espuma cuántica a tal escala diminuta llamada escala de Planck (10-33 cm), se argumenta que las fluctuaciones de punto cero deben cesar a una correspondiente frecuencia de Planck (1043 Hz). Si éste es el caso, la densidad de energía de punto cero sería de 10 órdenes de magnitud mayor que la energía que emana del centro del Sol.
¿Cómo tan descomunal cantidad de energía no se hace completamente evidente? Existe una diferencia principal entre la radiación electromagnética de punto cero y la radiación electromagnética corriente. Volviendo de nuevo sobre el Principio de Incertidumbre de Heisenberg nos encontramos que el tiempo de vida de un fotón de punto cero dado, visto como una onda, corresponde a una media de la distancia viajada de sólo una fracción de su longitud de onda. Tal “fragmento” de onda es algo diferente de una onda plana corriente y es difícil saber cómo interpretar esto.
INVARIANZA DE LORENTZ DEL ESPECTRO
El hecho de que el espectro de la radiación de punto cero tenga una dependencia de frecuencia cúbica es de gran significado. Éste es el único tipo de espectro que tiene la propiedad de ser Lorentz invariante. El efecto del movimiento es un desplazamiento Doppler detectado en la radiación electromagnética, pero un espectro de frecuencia cúbica tiene la propiedad de que los desplazamientos arriba – y abajo – de la radiación se compensan exactamente, es decir, existe tanta radiación Doppler desplazada en un intervalo de frecuencia como desplazada por un movimiento uniforme.
Un fenómeno distinto notable tiene lugar cuando aceleramos a través de la radiación de punto cero. La radiación de punto cero actúa sobre el detector de aceleración como si el detector estuviese inmerso en un espectro térmico, incluso aunque el calor y la temperatura no están involucradas. La “temperatura” percibida es directamente proporcional a la aceleración.
EFECTO CASIMIR
En 1947 Hendrik Casimir, uno de los ayudantes de Pauli, estaba trabajando en investigación industrial aplicada en el Laboratorio Philips de Holanda junto con el físico J. T. G. Overbeek. Estaban analizando la Teoría de las Fuerzas de van der Waals cuando Casimir tuvo la oportunidad de discutir ideas con Niels Bohr durante un paseo. De acuerdo con Casimir, Bohr ''murmuró algo sobre que la energía de punto cero'' era relevante. Esto llevó a Casimir a un análisis de los efectos de la energía de punto cero en los problemas relacionados con fuerzas entre placas paralelas perfectamente conductoras.
La cavidad entre tales placas no puede mantener todos los modos del campo electromagnético. Ciertas longitudes de onda comparables a la separación de placas y mayores, son excluidas de la región entre las placas. Este hecho lleva a la situación de que existe una presión de radiación de punto cero fuera de las placas que empuja a las placas a unirse. Esto puede considerarse de forma análoga a la presión de radiación (la presión de radiación del Sol empuja la cola de los cometas lejos del núcleo del cometa), y el efecto resultante es ahora llamado Fuerza de Casimir. Ésta tiene la propiedad de incrementar su fuerza con el inverso a la cuarta potencia de la separación de placas. La fuerza cesa cuando los elementos de las placas entran en contacto, la superficie suave de las placas es un factor limitante, o cuando las placas están tan cerca que las correspondientes longitudes de onda de radiación de punto cero no “ven” una superficie perfectamente conductora. La naturaleza no-continua real de las placas, como oposición a la verdadera superficie y naturaleza molecular de los materiales, se convierte en un factor importante a distancias muy pequeñas.
LA fuerza de Casimir no fue medida con alta precisión hasta mediados de los años 90, cuando las medidas de S. Lamoreux de la Universidad de Washington verificaron las predicciones de Casimir dentro de un cinco por ciento en un rango de tamaño de unas pocas micras. Desde entonces se ha medido con aún mayor precisión, por U. Mohideen de la Universidad de California en Riverside, de nuevo estando de acuerdo con la fórmula de Casimir. Además la fuerza de Casimir (también llamada Efecto Casimir) se ha convertido en algo relevante en las estructuras microelectromecánicas en las cuales esto es tanto un problema (llamado 'stiction'') como un posible mecanismo de control.
La fuerza de Casimir es citada ampliamente cono prueba de que el universo subyacente debe ser un mar de energía de punto cero auténtica. Este argumento se desprende del análisis y predicción de Casimir. No es necesariamente cierto, sin embargo. Es perfectamente posible explicar el efecto Casimir teniendo en cuenta los movimientos inducidos cuánticos de los átomos en cada placa y examinando las interacciones potenciales retardadas de los átomos en una placa con las que tienen lugar en la otra.
AVANZANDO EN LA IDEA DEL EXPERIMENTO
Existe un interés creciente en lo concerniente a la posibilidad de explotar la energía de punto cero y se han realizado muchas proclamas sobre “dispositivos overunity” (aparatos que consiguen una salida mayor que la entrada requerida para la operación) dirigidos por la energía de punto cero. A pesar de la dudosa naturaleza de estas afirmaciones (hasta la fecha ningún dispositivo ha pasado una prueba rigurosa y objetiva), el concepto de convertir alguna cantidad de energía de punto cero en energía útil no puede ser descartada por principio. La energía de punto cero no es una reserva térmica, y por tanto no sufre el mandato de la termodinámica contra la extracción de energía de una reserva de menor temperatura.
En 1993 Cole y Puthoff publicaron un análisis termodinámico, “Extracción de energía y calor del vacío”, en el cual concluían que “la extracción de energía y calor de la radiación electromagnética de punto cero a través del uso de la fuerza de Casimir'' es posible en principio sin violar las leyes de la termodinámica.
Un experimento diseñado para un dispositivo que demuestre fácilmente cómo puede usarse la fuerza de Casimir fue propuesto por el físico Robert Forward en 1984. Una ''batería de fluctuación del vacío'' podría construirse a partir de placas conductoras apiladas. Aplicando la misma carga de polaridad a todas las placas se conseguiría una fuerza repulsiva entre las placas y de ese modo oponerse a la fuerza de Casimir que actúa empujando a las placas unas junto a otras. Ajustando la fuerza electrostática para permitir que la fuerza de Casimir domine resultará en un aporte de energía al campo eléctrico entre las placas, y de ahí la conversión de energía de punto cero en energía eléctrica.
Se podría imaginar incluso un simple microdispositivo en el cual la fuerza de Casimir empuje dos placas una contra otra consiguiendo una especie de palanca que trabaje.
No existe ninguna aplicación práctica de estos ejemplos dado que idealmente tomaría demasiada energía, y en la práctica algo más de energía debido a la fricción y otras pérdidas, para separar las placas en un segundo ciclo. A pesar de todo, ésto demostraría, en principio, el concepto de conversión de energía de punto cero, si es correcto atribuir el efecto Casimir a la energía de punto cero (lo cual es debatible).
ENERGÍA OSCURA
Un gran descubrimiento en astrofísica a finales de los 90 fue el hallazgo en las observaciones de la luminosidad y desplazamiento al rojo de las supernovas de tipo Ia de que la expansión del universo está acelerando. Esto llevó al concepto de la energía oscura, que es de hecho una resurrección de la constante cosmológica de Einstein. (El universo ahora parece constar de un 70 por ciento de energía oscura, un 25 por ciento de materia oscura y un cinco por ciento de materia corriente). La energía de punto cero tiene la propiedad deseada de dirigir una expansión acelerada, y por tanto, tiene las propiedades requeridas de la energía oscura, pero a un grado desproporcionadamente mayor del requerido, de 120 órdenes de magnitud.
De acuerdo con la Teoría de la Relatividad, la energía es equivalente a la masa como fuente de gravedad, así pues la energía de punto cero debería gravitar, lo cual de acuerdo con la relatividad general significa producir una curvatura positiva en el espacio-tiempo. A primera vista se podría suponer que si existe una enorme cantidad de energía de punto cero subyacente en el universo, su efecto sería curvar drásticamente el universo al tamaño de un minuto. De hecho, si el espectro de la energía de punto cero se extiende a la escala de Planck, su densidad de energía sería el de una masa equivalente a unos 1093 gramos por centímetro cúbico lo cual reduciría el universo a un tamaño menor del núcleo de un átomo.
La energía de punto cero se comporta de forma diferente. Para la radiación corriente, el rango de presión a densidad de energía es w=1/3c2, lo cual es expresado habitualmente en unidades c=1, y de esta forma la razón se expresa como w=+1/3. Pero para la energía de punto cero la razón en w=-1. Esto es debido a la circunstancia de que la densidad de energía de punto cero se supone que es constante: no importa cuanto se expanda el Universo, no se diluirá, pero se supone que se creará más energía de punto cero en lugar de nada.
Una peculiaridad más es que la razón de w=-1 implica que la energía de punto cero ejerce una presión negativa la cual, en contra de lo que nos dice la intuición, lleva a una expansión del espacio-tiempo.
De esta forma la energía de punto cero parecería ser idéntica a la misteriosa energía oscura, pero desafortunadamente si el espectro de energía es continuo con la frecuencia de Planck, sería de 120 órdenes de magnitud más energético por centímetro cúbico de lo que permiten las observaciones de la aceleración cósmica. Es más, esta cantidad de energía de punto cero, interpretada de esta forma, aceleraría el universo hacia el olvido en cuestión de microsegundos.
TEORÍA DE ELECTRODINÁMICA ESTOCÁSTICA
Aunque la energía de punto cero está normalmente considerada como un fenómeno cuántico y una consecuencia de la relación de incertidumbre de Heisenberg, la existencia de energía de punto cero fue deducida por Einstein, Planck, Nernst y otros en el contexto de radiación de cuerpo negro antes del descubrimiento de la mecánica cuántica. Einstein y Otto Stern se acercaron derivando la función de cuerpo negro sin suponer cuantización pero con la presencia de energía de punto cero. Nernst en particular afirmó en 1916 que el universo estaba relleno con energía de punto cero. Esta línea de investigación fue abandonada con la llegada de la mecánica cuántica, pero el concepto de energía de punto cero reemergió pronto con una interpretación cuántica.
En los años 60 el físico británico Trevor Marshall y, separadamente, el estadounidense Timothy Boyer fueron dos de los principales investigadores que esencialmente tomaron el camino abandonado y lo llevaron más lejos haciendo la pregunta: ¿Qué fenómeno cuántico podría ser explicado usando solamente la física clásica más una supuesta representación clásica de un campo de punto cero con energía de punto cero? Para la contribución de otros investigadores, ver el libro “El dado cuántico" por de la Pena y Cetto. Esto se convirtió en la disciplina conocida como electrodinámica estocástica (SED, referida a veces en sus inicios como electrodinámica aleatoria). En la representación SED el campo de punto cero se toma como determinado, y es tratado como un conjunto de ondas planas electromagnéticas comunes con una energía de 1/2 hf en cada modo. No hay física cuántica involucrada.
Esta teoría ha tenido algo de éxito, aunque está lejos de explicar la mayoría de efectos cuánticos. Aparte de sus aspiraciones ontológicas de la posibilidad de eliminar la física cuántica en favor de la física clásica, SED es útil como herramienta computacional debido a que involucra la bien conocida electrodinámica clásica en lugar de las esotéricas leyes y procesos cuánticos.
Dos éxitos notables de SED son su derivación de la función de cuerpo negro de Planck sin suponer cuantización y la sugerencia de que la órbita de Bohr del hidrógeno podría surgir sin leyes cuánticas. En último caso, el estado fundamental del electrón se supone que emite radiación Larmor la cual le provoca un giro hacia dentro, pero esto no lleva al colapso de la órbita dado que el electrón también absorbe la energía de punto cero. El cálculo de la absorción fue llevado a cabo por Boyer y más tarde por Puthoff tratando al electrón como si sufriera una oscilación armónica más que un verdadero movimiento en u potencial de Coulomb. Este es un punto débil del análisis pero no obstante es llamativo que la emisión de Larmor y la absorción del tipo oscilador armónico se pruebe que están en equilibrio exactamente en el radio de Bohr. El hecho de que el momento angular orbital sea cero en el estado fundamental cuántico se refleja en la interpretación SED de la órbita del electrón a través de cambios aleatorios en el plano orbital (debidos a las fluctuaciones del punto cero) obteniendo un momento angular neto de tiempo medio cero.
Simulaciones recientes hechas por Cole han modelado satisfactoriamente el movimiento del electrón en el potencial de Coulomb de un átomo de hidrógeno y de ese modo han replicado la densidad de probabilidad predicha por la función de onda de Schroedinger. En el caso de SED, el electrón en un campo de Coulomb se ve empujado por su emisión y absorción a un rango de distancias radiales que reproducen la probabilidad de Schroedinger. Esta es una intrigante extensión del primer resultado, pero aún permanecen algunos problemas tales como la necesidad de cortar las interacciones campo-partícula para evitar autoionización, es decir, una única frecuencia muy alta, y por tanto muy energética, fluctuación del punto cero podría liberar el electrón.
La representación del campo de punto cero como un entramado de ondas planas cada una con una energía de 1/2 hf en todas las posibles direcciones y fases aleatorias fue modificado en 1995 por Ibison y Haisch. Ellos añadieron un parámetro que tiene una distribución aleatoria de energías con 1/2 hf como la media, y de este modo obtener una correspondencia formal más cercana al comportamiento cuántico.
ZITTERBEWEGUNG
Schroedinger fue, aparentemente, el primer en notar que la resolución de la ecuación de Dirac para el movimiento del electrón daba como resultado un componente necesario que podría interpretarse como fluctuaciones aleatorias a la velocidad de la luz de una partícula puntual. Llamó a este movimiento “'zitterbewegung'” (en alemán “movimiento de temblor”). En la Teoría SED, el fenómeno de zitterbewegung está causado por las fluctuaciones electromagnéticas de punto cero.
Hay varias cosas interesantes sobre el zitterbewegung. Primero, debido a que las fluctuaciones tienen lugar a la velocidad de la luz, el electrón a este nivel no debería tener masa, surgiendo la masa a algún nivel superior de movimiento. Segundo, las fluctuaciones difuminan la posición media sobre un volumen del tamaño del Radio de Compton, lo que sugiere una interpretación física de la función de onda y la densidad de probabilidad asociada. (Los experimentos de dispersión indican que el electrón es bastante más pequeño que el tamaño Compton, prácticamente puntual para lo que conocemos). Tercero, las simulaciones que se han realizado recientemente muestran que si tal partícula puntual fluctuante y carente de masa, es acelerada en un campo magnético, el zitterbewegung adquiere un movimiento helicoidal que sugiere el espín. La posible asociación del zitterbewegung con el espín ha sido sugerida a los largo de los años por muchos autores tales como Barut y Zanghi, Hestenes, Huang, Weisskopf, etc.
El Zitterbewegung, de esta forma, sugiere la posibilidad de una conexión más profunda entre la energía de punto cero y la relación masa-energía de la materia con las propiedades cuánticas de las partículas.
Conexión especulativa para masas gravitatorias e inerciales
La conexión en la Teoría entre el zitterbewegung y las fluctuaciones de punto cero han llevado a investigaciones especulativas de un papel generador de masa como alternativa al campo de Higgs. El campo de Higgs se propuso por primera vez en 1964 y aún es un elemento clave del Modelo Estándar de física de partículas; es necesario otorgar la propiedad de masa a las partículas fundamentales. En la teoría, todas las partículas son no-masivas de forma intrínseca hasta que actúan sobre un campo de Higgs. El cuanto del campo de Higgs es el bosón de Higgs. Los intentos de detectar el bosón de Higgs, y por tanto de verificar el campo de Higgs como el mecanismo generador de masa del Modelo Estándar, han sido infructuosos. La mejor esperanza actual es el próximo Gran Colisionador de Hadrones del CERN programado para su activación en 2007.
Incluso si se descubre experimentalmente el campo de Higgs, esto no explicaría el origen de la masa inercial de la materia común. El campo de Higgs se aplica sólo al sector electrodébil del Modelo Estándar. La masa de la materia ordinaria se debe en su mayor parte a los protones y neutrones de los núcleos de los átomos. Los protones y neutrones están compuestos de los dos quarks más ligeros: los quarks “up” y “down”. Las masas de sus quarks constituyentes (aprox. 0,005 y 0,010 GeV/c2 para el “up” y el “down” respectivamente) comprenden sólo el uno por ciento de la masa de los protones y neutrones (0,938 y 0,940 GeV/c2 respectivamente). El resto de la masa tendría que deberse a los campos de gluón y a las fuertes energías de interacción. Las masas de los quarks, los campos de gluones y otras fuertes interacciones energéticas no se verían afectadas por un campo de Higgs. El origen de la masa inercial de la materia común es, por lo tanto, una cuestión abierta.
Estudios de SED publicados en los años 90 mostraron que un oscilador de carga puntual no masiva acelerando a través de un campo de punto cero experimentará una fuerza de Lorentz (a partir de las componentes magnéticas de las fluctuaciones de punto cero) que se resulta ser directamente proporcional a la aceleración, permitiendo la derivación de la relación fundamental F = ma de la mecánica desde la electrodinámica. Esto apunta al vacío cuántico electromagnético como el origen de fuerzas que aparecen como masa inercial. El mismo resultado puede derivarse considerando las propiedades de transformación del campo electromagnético cuando se experimenta en un sistema de coordenadas acelerado, y en tal caso el vector tetradimensional de la ecuación relativista de movimiento puede derivarse. Un estudio reciente muestra que tal campo de punto cero basado en una aproximación de generación de masa explicaría el origen del Principio de Equivalencia de Einstein. Estos conceptos aún muy especulativos sugieren que la energía de punto cero puede estar involucrada en algunas de las propiedades más fundamentales de la materia. Debería apuntarse que esta aproximación poco ortodoxa a la masa basada en la electrodinámica no se toma muy en serio entre la corriente principal de la comunidad física, cuyos esfuerzos permanecen enfocados en la Teoría M y Teoría de Supercuerdas.
Sobre si la energía de punto cero puede convertirse en una fuente de energía útil, esto se considera muy improbable por la mayoría de los físicos, y ninguno de los dispositivos que afirmaban haberlo logrado se han tomado en serio por la corriente principal de la comunidad científica. Un experimento para comprobar una predicción de la Teoría SED que tendría cierta relación con la ontología de la energía de punto cero se está llevando a cabo en la Universidad de Colorado (a fecha de Enero de 2007).
blog con articulos relacionados con psicologia social,adicciones,violencia familiar,filosofia,psicologia transpersonal. tambien algunas poesias,ficciones y fotos personales.
29 oct 2008
27 oct 2008
CEREBRO Y HOLOGRAMA DE PIBRAM
LA CONCIENCIA DEL SIGLO XXI
Si a principios de esta década podía decirse que una teoría científica seria representaba la novedosa concepción general de que en el universo todo es vibración, ésta era, sin duda, la del Modelo Holográfico del Cerebro de Karl Pribram, según la cual a partir de las frecuencias vibratorias que entran a través de los canales sensoriales, el cerebro crea el espacio, el tiempo, los objetos y la realidad exterior misma. Esto ha conducido a la conocida hipérbole de que los acontecimientos que definen la actividad cerebral están fuera del espacio-tiempo.
Ahora, enriqueciendo nuestro sedentario pensar lógico con una paradoja más a la que acostumbrarnos, se nos precisa que tenemos que alejarnos aún más del contexto bienpensante de las categorías espacio-temporales de referencia para adentrarnos resueltamente en el dominio siempre enigmático de la Mecánica Cuántica y de unas extrañas estructuras microtubulares del cerebro para llegar a comprender -algún día las claves de algo que está más allá del cerebro: la conciencia del siglo XXI.
EL LABORATORIO DEL CEREBRO HOLOGRAFICO Y OTRAS PARADOJAS
Es bien sabido de nuestros lectores que, a principios de la década de los años 70, el neurofisiólogo Karl Pribram, norteamericano de origen vienés, en aquel entonces investigador del Centro de Estudios Avanzados y de /as Ciencias del Comportamiento de la Universidad de Stanford (California), elaboró una teoría holográfica del funcionamiento cerebral que permite dar cuenta de algunos hechos establecidos en el estudio de la memoria: el conocido Modelo Holográfico del Cerebro. En pocos años, la aptitud de este modelo para convertirse en metáfora útil en diversas ramas del conocimiento humano y sugerir nuevas conexiones entre sus conceptos, así como evidenciar una estructura común entre distintas disciplinas, hizo que el modelo se convirtiera en lo que llegó a ser considerado como el Paradigma Holográfico, es decir, una norma de conducta, un estilo del pensamiento común a ellas.
Hoy día el frente de las investigaciones ha avanzado aún más en el conocido Centro de Investigaciones del Cerebro y de las Ciencias de la Información, donde ahora tiene su cuartel general Karl Pibram, en Redford, un casi idílico pueblecito universitario de las inmediaciones de la cadena montañosa de los Apalaches en el estado norteamericano de Virginia.
EL NACIMIENTO DE UN MODELO
Pero tracemos la órbita que ha conducido del Holograma a la Mecánica Cuántica. Y recordemos que el concatenamiento de ideas y descubrimientos que vinieron a culminar con el paradigma holográfico comenzó a principios de siglo con el famoso biólogo C. Scheider quien, en 1905, sugiriera que la percepción es forma, y la forma es percepción, de manera análoga a como nuestro cuerpo es formado según la monogénesis del embrión. Décadas después, el neurocientífico Karl Lashley, del que llegó a ser discípulo Pribram, planteó que las líneas de fuerza según las que se desarrolla el embrión pueden formar patrones de interferencia. Sin embargo, aunque estas dos ideas señalaban que existía una relación entre patrones de interferencia e imágenes, Pribram aún no sabía cómo se podían obtener imágenes a partir de los primeros. Luego, en 1947, surgió la ciencia matemática de los hologramas a manos del científico húngaro Denis Gabor; y ello era precísamente lo que necesitaba Pribram. Sus ecuaciones abstractas vinieron concretizarse tecnológicamente primero con el láser, y fuego, y en 1965, con el invento del holograma por Emmet Leith y Juris Upatnicl, como una realización tecnológica del láser. Ya estaban, pues, las premisas, pero el momento del descubrimiento crucial de Pribram aún no había llegado. Finalmente, en 1969 leyendo un artículo de divulgación científica en Scientific American que describía el efecto holográfico, Pribram dio con lo que le faltaba a Lashley y dedujo que la memoria queda almacenada en el cerebro como un holograma. Nacía así el modelo holográfico del cerebro.
NACIMIENTO DE UN PARADIGMA
Después de veinte años de variadísimas y rigurosas investigaciones, se puede afirmar que el modelo holográfico del cerebro que introdujere Pribram se ha convertido, incluso, en un nuevo paradigma: el Paradigma Holográfico. Este último, aunque como toda teoría humana, no da respuesta a todos los interrogantes plantea, sin embargo múltiples conjeturas en diversos dominios de las actividades humanas y nos ofrece une visión global de la realidad más acorde con el desarrollo de la nueva ciencia y con el mundo en que vivimos. Otro éxito atribuido a este modelo es que ha promovido une sostenida reflexión, a nivel mundial respecto a la interfase entre ciencia y religión. Algunos de los investigadores subyugados por este paradigma han llegado a afirmar que, sin un fundamento trascendental, es imposible comprender los resultados obtenidos en experimentos de laboratorio.
ANTECEDENTES HISTORICOS DEL PARADIGMA HOLOGRAFICO
Cuando un paradigma está en proceso de transformación, como es ahora el caso, la ciencia suele revisar conceptos que con anterioridad habían sido descartados. Así, en el siglo XVII, Leibnitz, en su Sistema de Armonía Preestablecida, postulaba que el universo estaba formado por monadas, unidades trascendentales que incorporaban en sí mismas la información del Todo, y que el comportamiento exquisitamente bien ordenado de la luz escondía una estructura ordenada de la realidad. ¿Un orden implícito, como postula actualmente David Bohm? Probablemente. Pero ¿cómo puede ser que estas ideas -que tan preclaramente prefiguraban el modelo holográfico del universo y su orden implícito, hayan surgido cientos de años antes de que existieran las técnicas matemáticas para expresarlas y estudiarlas? ¿Acaso se trata de la omnipresencia de la memoria transhistórica de la humanidad, el conocimiento eterno? O quizá es que, como afirmara el mismo Pribram, en el estado holográfico de la materia -en el dominio frecuencial-, no hay tiempo y 4.000 años atrás es mañana. ¿O es que quizá, en el reino cuántico de las vibraciones, el conocimiento llegaría... del futuro?
ALCANCE DEL PARADIGMA HOLOGRAFICO
El paradigma holográfico ha tenido una contundente repercusión sobre el potencial del hombre para determinar la realidad en la que está inmerso. Y aunque no se haga mención explícita de sus pareceres, su presencia se detecta en distintas ramas del saber humano; a saber, y entre otras, en la educación, en la salud, en la psicoterapia, en la transformación personal, en la filosofía y en la evolución, en el arte, en la genética y hasta en la parapsicología (ver recuadro ).
Según Pribram, el éxito mundial y la envergadura planetaria de este paradigma se debe a que su formulación responde a una necesidad del espíritu humano en estas coordenadas espacio-temporales y sociales en las que vivimos. En el modelo holográfico subyace un hambre ontológica de unidad, de totalidad, de holismo, por emplear una palabra ya acuñada. El paradigma holográfico sugiere que la dinámica de la vida es no-lineal, de modo parecido a los sueños, a los momentos en que se experimentan emociones fuertes o en los momentos de Iluminación, en los que, en un instante, comprendemos cosas que de otro modo hubiera necesitado horas y horas de paciente trabajo.
La no linealidad del estilo de vida asociado con la idea de holograma es percibida como si fuera una tabla de salvación para el ser humano hambriento de unidad ontológica, de totalidad. Además, permite ser creativo pues va más allá de los límites esquizoides de la noción de karma o ley de causa y efecto, que ilustra como nada la linealidad en ese proceso que llamamos vida para sustituirlo por un esquema reticular de relaciones y vínculos entre acontecimientos que forman una red, en la que varias "causas" pueden tener un efecto común y una causa puede dar lugar a varios efectos distintos. Esto amplía nuestra visión del mundo y la hace más incluyente, más global, a la vez que nos hace más responsables al hacernos conscientes de toda una red de individuos y acontecimientos que se interdetermina en todo momento del tiempo.
COMPENDIO DEL ALCANCE
En la Educación. Los educadores han sabido siempre que la ansiedad afecta la capacidad de aprender de un alumno. La ansiedad, desde el punto de vista de la actividad cerebral, es como un estado arrítmico de ruido. De esa manera, el modelo holográfico del cerebro que considera a éste como un analizador complejo de frecuencias, permite comprender las diferencias individuales de estilo de aprendizaje y permite comprender qué métodos de enseñanza, como la meditación, el biofeedback y la sugestología, pueden generar estados armoniosos más relajados en los estudiantes, permitiéndoles elevar su nivel de asimilación.
En la Salud. Una vez que se sabe que el ser humano tiene acceso completo al dominio de la realidad que crea la enfermedad o el bienestar, queda establecida la importancia que para la salud tiene la responsabilidad individual. Esto, sin embargo, no quiere decir que los factores medioambientales, tales como nutrientes, luz, ionización del aire o el sonido no sean importantes para la salud. Las terapias que combinan la visualización con ciertos estados de conciencia -como el entrenamiento autógeno, la meditación, la hipnosis o la psicosíntesis- tienen mucho sentido.
En la Psicoterapia y la Religión.Las descripciones de una sensación de flujo-como en el amor, la alegría, la seguridad y el proceso creativo- en realidad pueden estar reflejando estados de conciencia en resonancia con el aspecto "ondulatorio" holístico de la realidad. La ansiedad, la ira y la angustia representarían estados fragmentados de la conciencia.
Transformación Personal. ¿Acaso las experiencias transformativas personales corresponden a simetrías universales subyacentes? Las investigaciones de la conciencia ya han establecido una correlación entre el cerebro límbico y ese tipo de experiencias. El término "trascendencia" puede ser una descripción literal -cierto tipo de relación de fase entre dos procesos cerebrales que generalmente son considerados como mutuamente exclusivos: lo analítico y lo holístico (como partículas y ondas)-. Lo intelectual y lo intuitivo.
La Atención. ¿Acaso un estado de atención verdaderamente enfocada está relacionado con un estado de armonía universal? La atención esconde secretos que no se comprenden bien. Algunos pacientes de biofeedback se curan sus migrañas elevando la temperatura de sus manos y otros lo hacen haciéndola bajar. Los investigadores están llegando a creer que el acto de atención puede que sea más importante que el aprendizaje mismo del autocontrol fisiológico.
Filosofía y Evolución. La idea de Pierre Teilhard de Chardin sobre una nooesfera -la red planetaria invisible de la conciencia en evolución es interesante a la luz de la teoría holográfica. También lo es la añeja noción esotérica de que existen otras dimensiones de la realidad en frecuencias que normalmente no nos son perceptibles.
El Arte. Los universales de las cualidades estéticas podrían reflejar simetrías, frecuencias y relaciones de fase subyacentes a las que nuestros cerebros responden. La música clásica se usa cada vez más para alterar la conciencia; incluso un físico ha especulado que los grandes acordes de Beethoven son capaces de activar los chacras.
Genética.Hasta Terence McKenna planteó en su libro El paisaje invisible que el ADN e, incluso las partículas subatómicas, operan de acuerdo con los principios holográficos.
Parapsicología. Los científicos comienzan a aplicar las paradojas cuánticas al estudio de los fenómenos psíquicos. El parapsicólogo Eugene Dolgoff plantea que sus experiencias de finales de la década de los 60, que demuestran que no hay transferencia de energía en los fenómenos psíquicos, confirman la naturaleza holográfica de la realidad, pues nada se mueve de un lado a otro, simplemente porque en el estado holográfico de la materia no existe el otro lado.
EXCESOS DE UNA IDEA
El mal -en el sentido maniqueo de la palabra- que puede haber provocado esta entusiasta actividad se deriva -como dijera Pribram- de que "si el hombre pudiera pensar claramente, si pudiera aplicar los conceptos a un asunto y discriminar lo que no sabe con respecto a lo demás, entonces podría decir: bueno, vamos a dejar abiertas esas otras cuestiones que ignoramos a ver si, en efecto, se les puede aplicar el concepto o no. Sin embargo, así no es como funciona el mundo. Todos se suben al tren en marcha del razonamiento paradójico, mandálico, y van siguiendo la inercia por los mismos carriles con un gran impulso". Y agrega: "Entonces comienzan a funcionar los medios de comunicación, todo el mundo saca las banderas y grita, en lugar de meditar sosegada y calmadamente. Al mismo tiempo, muchos empiezan a pensar que puede haber problemas por acá o por allá en cuanto a la aplicación del nuevo paradigma, etc. Luego, poco a poco, la hipérbole popular pasa a ser un paradigma establecido y van emergiendo otras ideas para resolver algunas dificultades que surgen, para explicar las cosas, y así se va conformando el nuevo paradigma".
¿QUE ES UN HOLOGRAMA ¿
Recordemos que un holograma, esa maravilla que ahora es tan común y nos lo encontramos hasta envolviendo caramelos y otras chucherías para niños, es, como saben los lectores, como una fotografía tridimensional, o más bien, como se dice hoy en día, un sistema óptico -sin lentes- de almacenamiento y recuperación de la información. Su peculiaridad reside en que toda la imagen se encuentra en cualquier parte del soporte fotosensible -el análogo de la película fotográfica de y las fotos clásicas bidimensionales- de forma que si se parte una imagen por la mitad, en cada una de las dos mitades aparecerá la imagen original ¡entera! El fundamento teórico de esta maravilla es el concepto de patrón de interferencias. La forma más accesible de visualizar este último concepto es la ofrecida por el panorama que se observa cuando se lanzan simultáneamente dos o más piedras sobre la superficie de un estanque en calma. Cada una de las piedras produce ondas concéntricas que se desplazan hacia el borde del estanque; pues bien, el patrón geométrico resultante del choque entre sí de esas olas es un patrón de interferencias. De forma similar, la placa en la que se graba el holograma recoge un patrón de interferencias, formadas por el entrechocar de ondas luminosas; en este caso, si se observara directamente una placa holográfica lo que se vería sería sólo eso: un patrón difuso, un caos luminoso sin ningún sentido ni forma. La astucia de los inventores de la fotografía holográfica, Emmet Leith y Juri Upatnicks, consistió en emplear un rayo de luz coherente -un láser- para hacer que surja, de entre esa confusión luminosa, la imagen nítida y tridimensional del objeto que se fotografió.
De esa manera, toda existencia se debe a un patrón de interferencias vivificadas en el cerebro, por lo que se podría Llamar el rayo láser de la voluntad, que actuaría a nivel de los campos receptivos de las neuronas individuales del sistema visual y hasta, en cierta manera, de los sistemas de los demás sentidos. En ese aspecto, puede decirse que el cerebro crea la realidad.
EL PARADIGMA POST HOLOGRAFICO
Pero, como ocurre en otros dominios de la actividad humana, en especial la tecnológica, en los que apenas hecho un descubrimiento ya se le considera obsoleto y se comienza a buscar un sustituto, hoy ya se está buscando una generalización que incluya al paradigma holográfico como un caso especial, de manera muy análoga a como la teoría de la Relatividad tiene como caso especial a la mecánica de Newton.
Así, a principios de los noventa comenzaban a vislumbrarse ya nuevas tendencias que apuntaban hacia la aparición en breve tiempo -al menos así se estimaba, en el ardor del entusiasmo- de un nuevo paradigma más allá del Paradigma Holográfico. Pribram mismo siempre había dicho que hay muchísimos elementos en el cerebro que no tienen nada que ver con el modelo holográfico, como son las conexiones entre los lóbulos, y los hemisferios, el surgimiento del acto de conciencia y, en particular, de la Intuición, ese imponderable salto cuántico de la Inteligencia. De hecho, hoy en día cada vez se delinean más nítidamente los contornos de lo que, generalizando, se puede catalogar como el paradigma postholográfico. Éste parece que ha de incluir, en primer lugar, a la Teoría del Caos del premio Nobel Nya Prigogine, concretamente la Teoría de las estructuras disipativas, que permite entender mejor el surgimiento de ciertos patrones de comportamiento y aprendizaje, revelando que la organización es un recurso más eficiente a la hora del aprendizaje que los incentivos materiales o emocionales. Estas investigaciones tienen lugar en el Departamento del Caos, del Centro de Investigaciones del Cerebro, donde un equipo multidisciplinario aplica diversos modelos surgidos de esta disciplina, en conjunción con el modelo holográfico, para entrar en lo que se denomina la estructura fina del funcionamiento cerebral. Existe una analogía entre el surgimiento de la imagen a partir del caos del patrón de interferencias, propio de un holograma, y la formación de una "estructura disipativa" en el sentido de Prigogine.
En segundo lugar -o, a la larga, quizá haya de resultar que en primer puesto- el paradigma post-holográfico ha de incluir las aplicaciones de la Mecánica Cuántica al estudio del cerebro, cosa que ya está teniendo lugar con el estudio de ciertas funciones a niveles microscópicos que hasta ahora nunca habían podido ser alcanzados. Estos avances en el plano paradigmático están teniendo lugar a medida que se da respuesta a diversas incógnitas sobre la relación del cerebro con el medio ambiente.
El CEREBRO POST HOLOGRAFICO
Actualmente, el trabajo del Centro de Investigaciones del Cerebro está dirigido a llenar dos vacíos básicos que ya señalara el célebre conductista B. F. Skinner un año antes de su muerte, a saber, el vacío existente entre el estímulo proveniente del medio ambiente y la respuesta del organismo, y el vacío entre las consecuencias y las correspondientes modificaciones de la conducta.
Con este fin, Pribram ha organizado una serie de conferencias anuales, las Appalachian Conferences on Behavioural Neurodynamics, que comenzaron en 1992 en la Universidad de Radford bajo los auspicios de la Sociedad Internacional de Redes Nerviosas (International Neural Networks Society - INNS), que han gozado con la participación de destacados fisicomatemáticos, neurofisiólogos, neuropsicólogos y filósofos. Estos quehaceres -por poco que se hiperbolicen en una metáfora popular, de las del tipo que ahora, después de haber pasado por los excesos del Modelo Holográfico del Cerebro, el mismo Pribram evita utilizar demasiado- giran en torno a lo que se puede llamar el Modelo Cuántico del Cerebro.
ENTRE EL ESTIMULO Y LA RESPUESTA
DESDE 1992 se están celebrando en la Universidad de Radford conferencias anuales organizadas por el Centro de Investigaciones del Cerebro de Karl Pribram. Las primeras tres conferencias fueron dedicadas a llenar el primer vacío mencionado en el texto -entre el estímulo y la respuesta-, y se basaron en el trabajo de Pribram de 1991, "Cerebro y percepción: holonomía y estructura en el procesamiento de imágenes", donde Pribram analiza la contribución de cada estructura cerebral al proceso perceptivo, desde la retina hasta la corteza frontal, en el marco de diversos modelos matemáticos. La primera de estas conferencias se centró alrededor de ciertos modelos novedosísimos de la Mecánica Cuántica para dar cuenta de los niveles de procesamiento dendrítico y nanoneurológico de la función perpetual. El título de la conferencia fue "Nueva visión de las redes neurológicas: campos cuánticos y datos biológicos".
La segunda conferencia fue una continuación de la primera y se concentró en los mecanismos de creación de imágenes. Su título fue "Orígenes: el cerebro y la auto-organización". La tercera refleja en su título el interés y el propósito global de esta serie de conferencias: "¿Acaso el cerebro es demasiado importante para dejar que los especialistas lo estudien?"
Finalmente, en 1995, en la cuarta conferencia, comienzan a llenar el segundo vacío que señalara Skinner, a y saber, la interfase entre las consecuencias y la modificación correspondiente de la conducta. Su título es "La motivación del aprendizaje es la auto-organización".
DEL CEREBRO HOLGRAFICO AL CEREBRO CUANTICO
Hay ciertos inventos o descubrimientos que conciernen a todos los hombres y todo conduce a pensar que, en los momentos en que la humanidad lo necesita -en que o bien está extenuada por las vivencias sangrientas, como en el caso del período subsiguiente a la primera guerra mundial, o bien cuando la sociedad se está desmoronando, como ocurrió en EE.UU. en la década de los años 70, al consolidarse la primera gran ruptura generacional total iniciada en los increíbles años 60- de pronto, de lo más profundo de esas espesas tinieblas, surge una idea luminosa que viene a traer solaz a la mente agobiada de los hombres. Así, por ejemplo, en 1916 se confirmó una de las predicciones más espectaculares de la Teoría de la Relatividad de Einstein durante el famoso eclipse total de sol, cuando se comprobó que la luz de las estrellas se curva al pasar cerca de un astro como el Sol. El hombre, agobiado por la separación de la guerra y el horror de las trincheras, levantó esperanzado la vista y la dirigió hacia las estrellas, de donde tenía la confirmación de una teoría de un judío alemán, obtenida por científicos norteamericanos e ingleses, todos ellos unidos por la ciencia. El segundo caso fue el descubrimiento de Pribram: ¡el cerebro es una entidad holográfica que interpreta un universo holográfico!
Ahora, en medio de esta crisis perenne de fin de siglo y de milenio en que las rudezas de la realidad se empecinan en mantenernos las narices y la vista pegadas al suelo, dejándonos apenas respirar, el alma colectiva de la humanidad vibra en espera ardorosa por una nueva teoría, un nuevo descubrimiento, una nueva explicación que le permita adquirir una inédita perspectiva de la realidad y realizar y tomar un respiro en la inescapable rueda del destino. ¿Será esta nueva explicación el ya mencionado paradigma postholográfico del cerebro cuántíco?
EL MODEL CUANTICO DE LA CONCIENCIA, COHERENCIA Y MICROTUBULOS
El modelo holgrafico del cerebro de Pribram planteaba que, a nivel del contacto entre las dendritas de las neuronas, tiene lugar una interferencia de ondas electromagnéticas que da lugar al mecanismo holográfico de representación de la memoria. Pero, desde aquel entonces, en definitiva primitivo, los avances en el estudio de la conciencia han alcanzado cotas antes sólo vistas en los relatos de ciencia ficción.
Los foros científicos hierven con una nueva idea: los conductores de la conciencia son unas estructuras microtubulares de proteínas -los microtúbulos- alojadas en el citoplasma por todo el cuerpo y, en particular, en el cerebro, en las neuronas. Los microtúbulos, que tienen u diámetro de 3 millonésimas de centímetro, se comportan de manera inusual, alrededor y dentro de las células, sirviendo de esqueleto de éstas y conduciendo señales químicas. Según Stuar Hameroff, un anestesiólogo de la Universidad de Arizona, este cito esqueleto también conduce lo: impulsos nerviosos de una célula a otra, constituyendo de esa manera los caminos de la conciencia Según este anestesiólogo, pues, la red de mícrofibulos dentro de la red neuronal sería el escenario donde se desempeña el drama cuántico de la conciencia.
Pero ¿cómo surge la conciencia y qué mecanismo permite que se transmita? El arquitecto de la idea predominante hoy en día es el físico y matemático Roger Penrose, de la Universidad de Oxford, Inglaterra -especialista en relatividad global y cosmología, de la talla de un Stephen Hawking- quien postula que la conciencia es el producto de un fenómeno de coherencia cuántica en el cerebro -la misma coherencia de la luz de la que consiste un rayo láser-. La conciencia se transmitiría, pues, como rayos de luz coherente que corren a lo largo del laberinto de microtúbulos que sustenta y permea a todas las células del cerebro. En ese sentido, el cerebro se parecería a un ordenador óptico que, en vez de servirse de impulsos eléctricos para transmitir la información, se sirve de luz coherente, es decir, de rayos láser que transmiten no Información, sino Conciencia, que es algo más que lo anterior.
Eventualmente, ambos creadores se conocieron y del maridaje de sus ideas surgió el primer Modelo Cuántico del Cerebro, que da cuenta de la aparición del fenómeno de la Conciencia y de su transmisión. No debe ser confundido con el Modelo Holográfico, que da cuenta sólo del fenómeno de la Memoria, de la formación de imágenes.
Hay que decir que la idea del empleo de la Mecánica Cuántica en el cerebro no es nueva, pero éste es el primer modelo que describe adecuadamente qué es lo que sucede a nivel celular. Los aspectos de la conciencia que se ven reflejados en él tienen que ver con los atributos no computables, no algorítmicos, de la conciencia, como la estética y la intuición, lo que confirma que el cerebro es un sistema dinámico complejo y no un simple procesador de información, como hasta ahora querían los especialistas en Inteligencia Artificial en su afán por construir una mente artificial. Por otra parte, hay una distinción entre impulso nervioso y actividad eléctrica, y entre éstos e información.
Pribram explica, no sin un cierto matiz humorístico, que incluso cualidades complejas de la conciencia como el amor olas pizzas de chorizo, puede ser consideradas como combinaciones de campos bosónicos (como los fonónicos o campos de resonancias, muy efímeros, o los fotónicos o campo asociado a la luz, eternos) que en su calidad de estados cuánticos macroscópicos del cerebro tienen propiedades que pueden dar cuenta de fenómenos psicológicos como son el Yo y el libre albedrío.
LOS DESCUBRMENTOS CIENTIFICOS RELACIONADOS CON LA COMPRENSION DEL CEREBRO
1714. Gottfried wilhelm von Leibniz,
creador del cálculo diferencial e integral, dijo que una realidad metafísica subyace y genera al universo material. El espacio tiempo, la masa y el movimiento de la Física y la transferencia de energía son construcciones intelectuales.
1902. William James propuso que el cerebro normalmente excluye, por filtración, una realidad mayor.
1905. Albert Einstein publica la Teoría de la Relatividad restringida.
1907. Herir¡ Bergson dice que la realidad ultérrima es un impulso vital que sólo es comprensible por intuición. El cerebro oculta una realidad mayor.
1922. Alfred North Whitehead, matemático y filósofo, describe a la Naturaleza como un gran nexo en expansión de ocurrencias que no terminan en la percepción sensorial. El dualismo de 4a mente/materia es falso: la realidad es inclusiva e interdependiente... Ese mismo año Karl Lashley publica su gran investigación, que demuestra que una memoria específica no ocupa ningún lugar en particular en el cerebro, sino que está distribuida por todas partes.
1947. Denis Gabor emplea el cálculo infinitesimal, inventado por Leibniz para describir un tipo potencial de fotografía tridimensional, e1 holograma.
1965. Emmet Leith y Juris Upatnicks anuncian su construcción exitosa de un holograma con el recién inventado rayo láser
1969. Karl Pribram, que había trabajado con Lashley como neurocirujano, propone que el holograma es un poderoso modelo de los procesos cerebrales. Nace el Modelo Holográfico del Cerebro.
1971. El físico teórico David Bohm, que había trabajado con Einstein, propone que la organización del universo puede ser holográfica. Nace el Modelo Holográfico del Universo.
1975. Pribram sintetiza sus teorías y las de David Bohm en una revista alemana de Psicología Gestalt. El cerebro es un holograma dentro del holograma mayor que es el Universo.
1977. Pribram especula sobre las implicaciones metafísicas unificadoras de su síntesis. Nace el Paradigma Holográfico.
El CEREBRO CUANTICO PUERTA DE ENTRADA A LOS UNIVERSOS PARALELOS
y ya en el borde de lo que el sentido común se resigna a aceptar, el neurocientífico G. G. Globus plantea que todos los mundos posibles -en el sentido de los universos paralelos de Everett, Wheeler y otros- están dentro del cerebro, en ese enigmático estado de latencia que es conocido como la superposición cuántica.
Según su teoría, el mecanismo de la percepción selecciona un mundo de entre los que conforman el "holomundo" del inconsciente universal y lo trae a la conciencia, lo realiza. Esa realización -esa materialización, diría yo-, es el famoso colapso de la función de ondas que se nos presenta como un proceso de selección de estos mundos a priori -o implícitos, como decía David Bohm-.Uno de los problemas que inquietan a muchos es cómo este modelo puede asegurar que dicha selección sea común a todos los seres vivientes, es decir, cómo es que todos, al menos aparentemente, participamos del mismo mundo. Según el neurofisiólogo mexicano Jacobo Grinberg Zylberbaum, íntimo amigo y colega de Pribram, esto sería así ya que sus experimentos muestran que todos los cerebros están suprafísicamente conectados entre sí y formarían un gigantesco cerebro iluminado por una Mente Colectiva...
Otra de las predicciones sorprendentes es que la alquimia cerebral de los universos paralelos tiene lugar sólo en un estado de perfecto aislamiento debido á la dualidad cuántica entre observador y observado, producto de que, como especulan los científicos de la mente y del cerebro, este último es lo que se considera un Ordenador Cuántico. Esta condición de aislamiento, de soledad, sugiere precisamente una subjetividad inaccesible a la observación externa, característica propia de la conciencia, y daría cuenta de los fallos de los experimentos de laboratorios que tratan de repetir, corroborar, comprobar la presencia de facultades psíquicas en los sujetos. También explicaría brillantemente aquello de que "en silencio ha tenido que ser", tan propio de los maestros sufíes que rehúyen la palabra, las explicaciones, a la hora de enseñar, de transmitir un conocimiento... O sería la reivindicación de Carlos Castaneda con su conocimiento silencioso...
Estas son, en definitiva, algunas de las avanzadas teorías que se postulan en el Centro de Investigaciones del Cerebro y de las Ciencias de la Información de Karl Pribram. El tiempo nos dirá si son correctas.
Si a principios de esta década podía decirse que una teoría científica seria representaba la novedosa concepción general de que en el universo todo es vibración, ésta era, sin duda, la del Modelo Holográfico del Cerebro de Karl Pribram, según la cual a partir de las frecuencias vibratorias que entran a través de los canales sensoriales, el cerebro crea el espacio, el tiempo, los objetos y la realidad exterior misma. Esto ha conducido a la conocida hipérbole de que los acontecimientos que definen la actividad cerebral están fuera del espacio-tiempo.
Ahora, enriqueciendo nuestro sedentario pensar lógico con una paradoja más a la que acostumbrarnos, se nos precisa que tenemos que alejarnos aún más del contexto bienpensante de las categorías espacio-temporales de referencia para adentrarnos resueltamente en el dominio siempre enigmático de la Mecánica Cuántica y de unas extrañas estructuras microtubulares del cerebro para llegar a comprender -algún día las claves de algo que está más allá del cerebro: la conciencia del siglo XXI.
EL LABORATORIO DEL CEREBRO HOLOGRAFICO Y OTRAS PARADOJAS
Es bien sabido de nuestros lectores que, a principios de la década de los años 70, el neurofisiólogo Karl Pribram, norteamericano de origen vienés, en aquel entonces investigador del Centro de Estudios Avanzados y de /as Ciencias del Comportamiento de la Universidad de Stanford (California), elaboró una teoría holográfica del funcionamiento cerebral que permite dar cuenta de algunos hechos establecidos en el estudio de la memoria: el conocido Modelo Holográfico del Cerebro. En pocos años, la aptitud de este modelo para convertirse en metáfora útil en diversas ramas del conocimiento humano y sugerir nuevas conexiones entre sus conceptos, así como evidenciar una estructura común entre distintas disciplinas, hizo que el modelo se convirtiera en lo que llegó a ser considerado como el Paradigma Holográfico, es decir, una norma de conducta, un estilo del pensamiento común a ellas.
Hoy día el frente de las investigaciones ha avanzado aún más en el conocido Centro de Investigaciones del Cerebro y de las Ciencias de la Información, donde ahora tiene su cuartel general Karl Pibram, en Redford, un casi idílico pueblecito universitario de las inmediaciones de la cadena montañosa de los Apalaches en el estado norteamericano de Virginia.
EL NACIMIENTO DE UN MODELO
Pero tracemos la órbita que ha conducido del Holograma a la Mecánica Cuántica. Y recordemos que el concatenamiento de ideas y descubrimientos que vinieron a culminar con el paradigma holográfico comenzó a principios de siglo con el famoso biólogo C. Scheider quien, en 1905, sugiriera que la percepción es forma, y la forma es percepción, de manera análoga a como nuestro cuerpo es formado según la monogénesis del embrión. Décadas después, el neurocientífico Karl Lashley, del que llegó a ser discípulo Pribram, planteó que las líneas de fuerza según las que se desarrolla el embrión pueden formar patrones de interferencia. Sin embargo, aunque estas dos ideas señalaban que existía una relación entre patrones de interferencia e imágenes, Pribram aún no sabía cómo se podían obtener imágenes a partir de los primeros. Luego, en 1947, surgió la ciencia matemática de los hologramas a manos del científico húngaro Denis Gabor; y ello era precísamente lo que necesitaba Pribram. Sus ecuaciones abstractas vinieron concretizarse tecnológicamente primero con el láser, y fuego, y en 1965, con el invento del holograma por Emmet Leith y Juris Upatnicl, como una realización tecnológica del láser. Ya estaban, pues, las premisas, pero el momento del descubrimiento crucial de Pribram aún no había llegado. Finalmente, en 1969 leyendo un artículo de divulgación científica en Scientific American que describía el efecto holográfico, Pribram dio con lo que le faltaba a Lashley y dedujo que la memoria queda almacenada en el cerebro como un holograma. Nacía así el modelo holográfico del cerebro.
NACIMIENTO DE UN PARADIGMA
Después de veinte años de variadísimas y rigurosas investigaciones, se puede afirmar que el modelo holográfico del cerebro que introdujere Pribram se ha convertido, incluso, en un nuevo paradigma: el Paradigma Holográfico. Este último, aunque como toda teoría humana, no da respuesta a todos los interrogantes plantea, sin embargo múltiples conjeturas en diversos dominios de las actividades humanas y nos ofrece une visión global de la realidad más acorde con el desarrollo de la nueva ciencia y con el mundo en que vivimos. Otro éxito atribuido a este modelo es que ha promovido une sostenida reflexión, a nivel mundial respecto a la interfase entre ciencia y religión. Algunos de los investigadores subyugados por este paradigma han llegado a afirmar que, sin un fundamento trascendental, es imposible comprender los resultados obtenidos en experimentos de laboratorio.
ANTECEDENTES HISTORICOS DEL PARADIGMA HOLOGRAFICO
Cuando un paradigma está en proceso de transformación, como es ahora el caso, la ciencia suele revisar conceptos que con anterioridad habían sido descartados. Así, en el siglo XVII, Leibnitz, en su Sistema de Armonía Preestablecida, postulaba que el universo estaba formado por monadas, unidades trascendentales que incorporaban en sí mismas la información del Todo, y que el comportamiento exquisitamente bien ordenado de la luz escondía una estructura ordenada de la realidad. ¿Un orden implícito, como postula actualmente David Bohm? Probablemente. Pero ¿cómo puede ser que estas ideas -que tan preclaramente prefiguraban el modelo holográfico del universo y su orden implícito, hayan surgido cientos de años antes de que existieran las técnicas matemáticas para expresarlas y estudiarlas? ¿Acaso se trata de la omnipresencia de la memoria transhistórica de la humanidad, el conocimiento eterno? O quizá es que, como afirmara el mismo Pribram, en el estado holográfico de la materia -en el dominio frecuencial-, no hay tiempo y 4.000 años atrás es mañana. ¿O es que quizá, en el reino cuántico de las vibraciones, el conocimiento llegaría... del futuro?
ALCANCE DEL PARADIGMA HOLOGRAFICO
El paradigma holográfico ha tenido una contundente repercusión sobre el potencial del hombre para determinar la realidad en la que está inmerso. Y aunque no se haga mención explícita de sus pareceres, su presencia se detecta en distintas ramas del saber humano; a saber, y entre otras, en la educación, en la salud, en la psicoterapia, en la transformación personal, en la filosofía y en la evolución, en el arte, en la genética y hasta en la parapsicología (ver recuadro ).
Según Pribram, el éxito mundial y la envergadura planetaria de este paradigma se debe a que su formulación responde a una necesidad del espíritu humano en estas coordenadas espacio-temporales y sociales en las que vivimos. En el modelo holográfico subyace un hambre ontológica de unidad, de totalidad, de holismo, por emplear una palabra ya acuñada. El paradigma holográfico sugiere que la dinámica de la vida es no-lineal, de modo parecido a los sueños, a los momentos en que se experimentan emociones fuertes o en los momentos de Iluminación, en los que, en un instante, comprendemos cosas que de otro modo hubiera necesitado horas y horas de paciente trabajo.
La no linealidad del estilo de vida asociado con la idea de holograma es percibida como si fuera una tabla de salvación para el ser humano hambriento de unidad ontológica, de totalidad. Además, permite ser creativo pues va más allá de los límites esquizoides de la noción de karma o ley de causa y efecto, que ilustra como nada la linealidad en ese proceso que llamamos vida para sustituirlo por un esquema reticular de relaciones y vínculos entre acontecimientos que forman una red, en la que varias "causas" pueden tener un efecto común y una causa puede dar lugar a varios efectos distintos. Esto amplía nuestra visión del mundo y la hace más incluyente, más global, a la vez que nos hace más responsables al hacernos conscientes de toda una red de individuos y acontecimientos que se interdetermina en todo momento del tiempo.
COMPENDIO DEL ALCANCE
En la Educación. Los educadores han sabido siempre que la ansiedad afecta la capacidad de aprender de un alumno. La ansiedad, desde el punto de vista de la actividad cerebral, es como un estado arrítmico de ruido. De esa manera, el modelo holográfico del cerebro que considera a éste como un analizador complejo de frecuencias, permite comprender las diferencias individuales de estilo de aprendizaje y permite comprender qué métodos de enseñanza, como la meditación, el biofeedback y la sugestología, pueden generar estados armoniosos más relajados en los estudiantes, permitiéndoles elevar su nivel de asimilación.
En la Salud. Una vez que se sabe que el ser humano tiene acceso completo al dominio de la realidad que crea la enfermedad o el bienestar, queda establecida la importancia que para la salud tiene la responsabilidad individual. Esto, sin embargo, no quiere decir que los factores medioambientales, tales como nutrientes, luz, ionización del aire o el sonido no sean importantes para la salud. Las terapias que combinan la visualización con ciertos estados de conciencia -como el entrenamiento autógeno, la meditación, la hipnosis o la psicosíntesis- tienen mucho sentido.
En la Psicoterapia y la Religión.Las descripciones de una sensación de flujo-como en el amor, la alegría, la seguridad y el proceso creativo- en realidad pueden estar reflejando estados de conciencia en resonancia con el aspecto "ondulatorio" holístico de la realidad. La ansiedad, la ira y la angustia representarían estados fragmentados de la conciencia.
Transformación Personal. ¿Acaso las experiencias transformativas personales corresponden a simetrías universales subyacentes? Las investigaciones de la conciencia ya han establecido una correlación entre el cerebro límbico y ese tipo de experiencias. El término "trascendencia" puede ser una descripción literal -cierto tipo de relación de fase entre dos procesos cerebrales que generalmente son considerados como mutuamente exclusivos: lo analítico y lo holístico (como partículas y ondas)-. Lo intelectual y lo intuitivo.
La Atención. ¿Acaso un estado de atención verdaderamente enfocada está relacionado con un estado de armonía universal? La atención esconde secretos que no se comprenden bien. Algunos pacientes de biofeedback se curan sus migrañas elevando la temperatura de sus manos y otros lo hacen haciéndola bajar. Los investigadores están llegando a creer que el acto de atención puede que sea más importante que el aprendizaje mismo del autocontrol fisiológico.
Filosofía y Evolución. La idea de Pierre Teilhard de Chardin sobre una nooesfera -la red planetaria invisible de la conciencia en evolución es interesante a la luz de la teoría holográfica. También lo es la añeja noción esotérica de que existen otras dimensiones de la realidad en frecuencias que normalmente no nos son perceptibles.
El Arte. Los universales de las cualidades estéticas podrían reflejar simetrías, frecuencias y relaciones de fase subyacentes a las que nuestros cerebros responden. La música clásica se usa cada vez más para alterar la conciencia; incluso un físico ha especulado que los grandes acordes de Beethoven son capaces de activar los chacras.
Genética.Hasta Terence McKenna planteó en su libro El paisaje invisible que el ADN e, incluso las partículas subatómicas, operan de acuerdo con los principios holográficos.
Parapsicología. Los científicos comienzan a aplicar las paradojas cuánticas al estudio de los fenómenos psíquicos. El parapsicólogo Eugene Dolgoff plantea que sus experiencias de finales de la década de los 60, que demuestran que no hay transferencia de energía en los fenómenos psíquicos, confirman la naturaleza holográfica de la realidad, pues nada se mueve de un lado a otro, simplemente porque en el estado holográfico de la materia no existe el otro lado.
EXCESOS DE UNA IDEA
El mal -en el sentido maniqueo de la palabra- que puede haber provocado esta entusiasta actividad se deriva -como dijera Pribram- de que "si el hombre pudiera pensar claramente, si pudiera aplicar los conceptos a un asunto y discriminar lo que no sabe con respecto a lo demás, entonces podría decir: bueno, vamos a dejar abiertas esas otras cuestiones que ignoramos a ver si, en efecto, se les puede aplicar el concepto o no. Sin embargo, así no es como funciona el mundo. Todos se suben al tren en marcha del razonamiento paradójico, mandálico, y van siguiendo la inercia por los mismos carriles con un gran impulso". Y agrega: "Entonces comienzan a funcionar los medios de comunicación, todo el mundo saca las banderas y grita, en lugar de meditar sosegada y calmadamente. Al mismo tiempo, muchos empiezan a pensar que puede haber problemas por acá o por allá en cuanto a la aplicación del nuevo paradigma, etc. Luego, poco a poco, la hipérbole popular pasa a ser un paradigma establecido y van emergiendo otras ideas para resolver algunas dificultades que surgen, para explicar las cosas, y así se va conformando el nuevo paradigma".
¿QUE ES UN HOLOGRAMA ¿
Recordemos que un holograma, esa maravilla que ahora es tan común y nos lo encontramos hasta envolviendo caramelos y otras chucherías para niños, es, como saben los lectores, como una fotografía tridimensional, o más bien, como se dice hoy en día, un sistema óptico -sin lentes- de almacenamiento y recuperación de la información. Su peculiaridad reside en que toda la imagen se encuentra en cualquier parte del soporte fotosensible -el análogo de la película fotográfica de y las fotos clásicas bidimensionales- de forma que si se parte una imagen por la mitad, en cada una de las dos mitades aparecerá la imagen original ¡entera! El fundamento teórico de esta maravilla es el concepto de patrón de interferencias. La forma más accesible de visualizar este último concepto es la ofrecida por el panorama que se observa cuando se lanzan simultáneamente dos o más piedras sobre la superficie de un estanque en calma. Cada una de las piedras produce ondas concéntricas que se desplazan hacia el borde del estanque; pues bien, el patrón geométrico resultante del choque entre sí de esas olas es un patrón de interferencias. De forma similar, la placa en la que se graba el holograma recoge un patrón de interferencias, formadas por el entrechocar de ondas luminosas; en este caso, si se observara directamente una placa holográfica lo que se vería sería sólo eso: un patrón difuso, un caos luminoso sin ningún sentido ni forma. La astucia de los inventores de la fotografía holográfica, Emmet Leith y Juri Upatnicks, consistió en emplear un rayo de luz coherente -un láser- para hacer que surja, de entre esa confusión luminosa, la imagen nítida y tridimensional del objeto que se fotografió.
De esa manera, toda existencia se debe a un patrón de interferencias vivificadas en el cerebro, por lo que se podría Llamar el rayo láser de la voluntad, que actuaría a nivel de los campos receptivos de las neuronas individuales del sistema visual y hasta, en cierta manera, de los sistemas de los demás sentidos. En ese aspecto, puede decirse que el cerebro crea la realidad.
EL PARADIGMA POST HOLOGRAFICO
Pero, como ocurre en otros dominios de la actividad humana, en especial la tecnológica, en los que apenas hecho un descubrimiento ya se le considera obsoleto y se comienza a buscar un sustituto, hoy ya se está buscando una generalización que incluya al paradigma holográfico como un caso especial, de manera muy análoga a como la teoría de la Relatividad tiene como caso especial a la mecánica de Newton.
Así, a principios de los noventa comenzaban a vislumbrarse ya nuevas tendencias que apuntaban hacia la aparición en breve tiempo -al menos así se estimaba, en el ardor del entusiasmo- de un nuevo paradigma más allá del Paradigma Holográfico. Pribram mismo siempre había dicho que hay muchísimos elementos en el cerebro que no tienen nada que ver con el modelo holográfico, como son las conexiones entre los lóbulos, y los hemisferios, el surgimiento del acto de conciencia y, en particular, de la Intuición, ese imponderable salto cuántico de la Inteligencia. De hecho, hoy en día cada vez se delinean más nítidamente los contornos de lo que, generalizando, se puede catalogar como el paradigma postholográfico. Éste parece que ha de incluir, en primer lugar, a la Teoría del Caos del premio Nobel Nya Prigogine, concretamente la Teoría de las estructuras disipativas, que permite entender mejor el surgimiento de ciertos patrones de comportamiento y aprendizaje, revelando que la organización es un recurso más eficiente a la hora del aprendizaje que los incentivos materiales o emocionales. Estas investigaciones tienen lugar en el Departamento del Caos, del Centro de Investigaciones del Cerebro, donde un equipo multidisciplinario aplica diversos modelos surgidos de esta disciplina, en conjunción con el modelo holográfico, para entrar en lo que se denomina la estructura fina del funcionamiento cerebral. Existe una analogía entre el surgimiento de la imagen a partir del caos del patrón de interferencias, propio de un holograma, y la formación de una "estructura disipativa" en el sentido de Prigogine.
En segundo lugar -o, a la larga, quizá haya de resultar que en primer puesto- el paradigma post-holográfico ha de incluir las aplicaciones de la Mecánica Cuántica al estudio del cerebro, cosa que ya está teniendo lugar con el estudio de ciertas funciones a niveles microscópicos que hasta ahora nunca habían podido ser alcanzados. Estos avances en el plano paradigmático están teniendo lugar a medida que se da respuesta a diversas incógnitas sobre la relación del cerebro con el medio ambiente.
El CEREBRO POST HOLOGRAFICO
Actualmente, el trabajo del Centro de Investigaciones del Cerebro está dirigido a llenar dos vacíos básicos que ya señalara el célebre conductista B. F. Skinner un año antes de su muerte, a saber, el vacío existente entre el estímulo proveniente del medio ambiente y la respuesta del organismo, y el vacío entre las consecuencias y las correspondientes modificaciones de la conducta.
Con este fin, Pribram ha organizado una serie de conferencias anuales, las Appalachian Conferences on Behavioural Neurodynamics, que comenzaron en 1992 en la Universidad de Radford bajo los auspicios de la Sociedad Internacional de Redes Nerviosas (International Neural Networks Society - INNS), que han gozado con la participación de destacados fisicomatemáticos, neurofisiólogos, neuropsicólogos y filósofos. Estos quehaceres -por poco que se hiperbolicen en una metáfora popular, de las del tipo que ahora, después de haber pasado por los excesos del Modelo Holográfico del Cerebro, el mismo Pribram evita utilizar demasiado- giran en torno a lo que se puede llamar el Modelo Cuántico del Cerebro.
ENTRE EL ESTIMULO Y LA RESPUESTA
DESDE 1992 se están celebrando en la Universidad de Radford conferencias anuales organizadas por el Centro de Investigaciones del Cerebro de Karl Pribram. Las primeras tres conferencias fueron dedicadas a llenar el primer vacío mencionado en el texto -entre el estímulo y la respuesta-, y se basaron en el trabajo de Pribram de 1991, "Cerebro y percepción: holonomía y estructura en el procesamiento de imágenes", donde Pribram analiza la contribución de cada estructura cerebral al proceso perceptivo, desde la retina hasta la corteza frontal, en el marco de diversos modelos matemáticos. La primera de estas conferencias se centró alrededor de ciertos modelos novedosísimos de la Mecánica Cuántica para dar cuenta de los niveles de procesamiento dendrítico y nanoneurológico de la función perpetual. El título de la conferencia fue "Nueva visión de las redes neurológicas: campos cuánticos y datos biológicos".
La segunda conferencia fue una continuación de la primera y se concentró en los mecanismos de creación de imágenes. Su título fue "Orígenes: el cerebro y la auto-organización". La tercera refleja en su título el interés y el propósito global de esta serie de conferencias: "¿Acaso el cerebro es demasiado importante para dejar que los especialistas lo estudien?"
Finalmente, en 1995, en la cuarta conferencia, comienzan a llenar el segundo vacío que señalara Skinner, a y saber, la interfase entre las consecuencias y la modificación correspondiente de la conducta. Su título es "La motivación del aprendizaje es la auto-organización".
DEL CEREBRO HOLGRAFICO AL CEREBRO CUANTICO
Hay ciertos inventos o descubrimientos que conciernen a todos los hombres y todo conduce a pensar que, en los momentos en que la humanidad lo necesita -en que o bien está extenuada por las vivencias sangrientas, como en el caso del período subsiguiente a la primera guerra mundial, o bien cuando la sociedad se está desmoronando, como ocurrió en EE.UU. en la década de los años 70, al consolidarse la primera gran ruptura generacional total iniciada en los increíbles años 60- de pronto, de lo más profundo de esas espesas tinieblas, surge una idea luminosa que viene a traer solaz a la mente agobiada de los hombres. Así, por ejemplo, en 1916 se confirmó una de las predicciones más espectaculares de la Teoría de la Relatividad de Einstein durante el famoso eclipse total de sol, cuando se comprobó que la luz de las estrellas se curva al pasar cerca de un astro como el Sol. El hombre, agobiado por la separación de la guerra y el horror de las trincheras, levantó esperanzado la vista y la dirigió hacia las estrellas, de donde tenía la confirmación de una teoría de un judío alemán, obtenida por científicos norteamericanos e ingleses, todos ellos unidos por la ciencia. El segundo caso fue el descubrimiento de Pribram: ¡el cerebro es una entidad holográfica que interpreta un universo holográfico!
Ahora, en medio de esta crisis perenne de fin de siglo y de milenio en que las rudezas de la realidad se empecinan en mantenernos las narices y la vista pegadas al suelo, dejándonos apenas respirar, el alma colectiva de la humanidad vibra en espera ardorosa por una nueva teoría, un nuevo descubrimiento, una nueva explicación que le permita adquirir una inédita perspectiva de la realidad y realizar y tomar un respiro en la inescapable rueda del destino. ¿Será esta nueva explicación el ya mencionado paradigma postholográfico del cerebro cuántíco?
EL MODEL CUANTICO DE LA CONCIENCIA, COHERENCIA Y MICROTUBULOS
El modelo holgrafico del cerebro de Pribram planteaba que, a nivel del contacto entre las dendritas de las neuronas, tiene lugar una interferencia de ondas electromagnéticas que da lugar al mecanismo holográfico de representación de la memoria. Pero, desde aquel entonces, en definitiva primitivo, los avances en el estudio de la conciencia han alcanzado cotas antes sólo vistas en los relatos de ciencia ficción.
Los foros científicos hierven con una nueva idea: los conductores de la conciencia son unas estructuras microtubulares de proteínas -los microtúbulos- alojadas en el citoplasma por todo el cuerpo y, en particular, en el cerebro, en las neuronas. Los microtúbulos, que tienen u diámetro de 3 millonésimas de centímetro, se comportan de manera inusual, alrededor y dentro de las células, sirviendo de esqueleto de éstas y conduciendo señales químicas. Según Stuar Hameroff, un anestesiólogo de la Universidad de Arizona, este cito esqueleto también conduce lo: impulsos nerviosos de una célula a otra, constituyendo de esa manera los caminos de la conciencia Según este anestesiólogo, pues, la red de mícrofibulos dentro de la red neuronal sería el escenario donde se desempeña el drama cuántico de la conciencia.
Pero ¿cómo surge la conciencia y qué mecanismo permite que se transmita? El arquitecto de la idea predominante hoy en día es el físico y matemático Roger Penrose, de la Universidad de Oxford, Inglaterra -especialista en relatividad global y cosmología, de la talla de un Stephen Hawking- quien postula que la conciencia es el producto de un fenómeno de coherencia cuántica en el cerebro -la misma coherencia de la luz de la que consiste un rayo láser-. La conciencia se transmitiría, pues, como rayos de luz coherente que corren a lo largo del laberinto de microtúbulos que sustenta y permea a todas las células del cerebro. En ese sentido, el cerebro se parecería a un ordenador óptico que, en vez de servirse de impulsos eléctricos para transmitir la información, se sirve de luz coherente, es decir, de rayos láser que transmiten no Información, sino Conciencia, que es algo más que lo anterior.
Eventualmente, ambos creadores se conocieron y del maridaje de sus ideas surgió el primer Modelo Cuántico del Cerebro, que da cuenta de la aparición del fenómeno de la Conciencia y de su transmisión. No debe ser confundido con el Modelo Holográfico, que da cuenta sólo del fenómeno de la Memoria, de la formación de imágenes.
Hay que decir que la idea del empleo de la Mecánica Cuántica en el cerebro no es nueva, pero éste es el primer modelo que describe adecuadamente qué es lo que sucede a nivel celular. Los aspectos de la conciencia que se ven reflejados en él tienen que ver con los atributos no computables, no algorítmicos, de la conciencia, como la estética y la intuición, lo que confirma que el cerebro es un sistema dinámico complejo y no un simple procesador de información, como hasta ahora querían los especialistas en Inteligencia Artificial en su afán por construir una mente artificial. Por otra parte, hay una distinción entre impulso nervioso y actividad eléctrica, y entre éstos e información.
Pribram explica, no sin un cierto matiz humorístico, que incluso cualidades complejas de la conciencia como el amor olas pizzas de chorizo, puede ser consideradas como combinaciones de campos bosónicos (como los fonónicos o campos de resonancias, muy efímeros, o los fotónicos o campo asociado a la luz, eternos) que en su calidad de estados cuánticos macroscópicos del cerebro tienen propiedades que pueden dar cuenta de fenómenos psicológicos como son el Yo y el libre albedrío.
LOS DESCUBRMENTOS CIENTIFICOS RELACIONADOS CON LA COMPRENSION DEL CEREBRO
1714. Gottfried wilhelm von Leibniz,
creador del cálculo diferencial e integral, dijo que una realidad metafísica subyace y genera al universo material. El espacio tiempo, la masa y el movimiento de la Física y la transferencia de energía son construcciones intelectuales.
1902. William James propuso que el cerebro normalmente excluye, por filtración, una realidad mayor.
1905. Albert Einstein publica la Teoría de la Relatividad restringida.
1907. Herir¡ Bergson dice que la realidad ultérrima es un impulso vital que sólo es comprensible por intuición. El cerebro oculta una realidad mayor.
1922. Alfred North Whitehead, matemático y filósofo, describe a la Naturaleza como un gran nexo en expansión de ocurrencias que no terminan en la percepción sensorial. El dualismo de 4a mente/materia es falso: la realidad es inclusiva e interdependiente... Ese mismo año Karl Lashley publica su gran investigación, que demuestra que una memoria específica no ocupa ningún lugar en particular en el cerebro, sino que está distribuida por todas partes.
1947. Denis Gabor emplea el cálculo infinitesimal, inventado por Leibniz para describir un tipo potencial de fotografía tridimensional, e1 holograma.
1965. Emmet Leith y Juris Upatnicks anuncian su construcción exitosa de un holograma con el recién inventado rayo láser
1969. Karl Pribram, que había trabajado con Lashley como neurocirujano, propone que el holograma es un poderoso modelo de los procesos cerebrales. Nace el Modelo Holográfico del Cerebro.
1971. El físico teórico David Bohm, que había trabajado con Einstein, propone que la organización del universo puede ser holográfica. Nace el Modelo Holográfico del Universo.
1975. Pribram sintetiza sus teorías y las de David Bohm en una revista alemana de Psicología Gestalt. El cerebro es un holograma dentro del holograma mayor que es el Universo.
1977. Pribram especula sobre las implicaciones metafísicas unificadoras de su síntesis. Nace el Paradigma Holográfico.
El CEREBRO CUANTICO PUERTA DE ENTRADA A LOS UNIVERSOS PARALELOS
y ya en el borde de lo que el sentido común se resigna a aceptar, el neurocientífico G. G. Globus plantea que todos los mundos posibles -en el sentido de los universos paralelos de Everett, Wheeler y otros- están dentro del cerebro, en ese enigmático estado de latencia que es conocido como la superposición cuántica.
Según su teoría, el mecanismo de la percepción selecciona un mundo de entre los que conforman el "holomundo" del inconsciente universal y lo trae a la conciencia, lo realiza. Esa realización -esa materialización, diría yo-, es el famoso colapso de la función de ondas que se nos presenta como un proceso de selección de estos mundos a priori -o implícitos, como decía David Bohm-.Uno de los problemas que inquietan a muchos es cómo este modelo puede asegurar que dicha selección sea común a todos los seres vivientes, es decir, cómo es que todos, al menos aparentemente, participamos del mismo mundo. Según el neurofisiólogo mexicano Jacobo Grinberg Zylberbaum, íntimo amigo y colega de Pribram, esto sería así ya que sus experimentos muestran que todos los cerebros están suprafísicamente conectados entre sí y formarían un gigantesco cerebro iluminado por una Mente Colectiva...
Otra de las predicciones sorprendentes es que la alquimia cerebral de los universos paralelos tiene lugar sólo en un estado de perfecto aislamiento debido á la dualidad cuántica entre observador y observado, producto de que, como especulan los científicos de la mente y del cerebro, este último es lo que se considera un Ordenador Cuántico. Esta condición de aislamiento, de soledad, sugiere precisamente una subjetividad inaccesible a la observación externa, característica propia de la conciencia, y daría cuenta de los fallos de los experimentos de laboratorios que tratan de repetir, corroborar, comprobar la presencia de facultades psíquicas en los sujetos. También explicaría brillantemente aquello de que "en silencio ha tenido que ser", tan propio de los maestros sufíes que rehúyen la palabra, las explicaciones, a la hora de enseñar, de transmitir un conocimiento... O sería la reivindicación de Carlos Castaneda con su conocimiento silencioso...
Estas son, en definitiva, algunas de las avanzadas teorías que se postulan en el Centro de Investigaciones del Cerebro y de las Ciencias de la Información de Karl Pribram. El tiempo nos dirá si son correctas.
25 oct 2008
MEDICINA ENERGETICA
www.teresaversyp.com
Hacia un nuevo tipo de curación: la medicina energética
En los inicios de este nuevo milenio está consiguiendo protagonismo un nuevo ámbito de terapia, denominada medicina energética o terapia vibratoria. Esta medicina, en sus diferentes modalidades, trabaja directamente sobre el cuerpo energético humano con la finalidad de restablecer el equilibrio.
¿Somos energía entonces? ¡Evidentemente! Con la ayuda de las teorías modernas de la Física, como la Física Cuántica o la Física de partículas elementales, sabemos que el hombre es un ser energético. Los experimentos realizados han demostrado que en el nivel cuántico –el mundo atómico y subatómico- toda la materia es energía. De hecho conocemos esta equivalencia gracias a la ecuación de Einstein, E = mc2, donde E representa la energía, m, la masa, y c, la velocidad de la luz (300 000 Km/s). En estos términos, el ser humano es un sistema de energías que están en vibración incesante, es decir, las moléculas de que estamos constituidos están formadas por átomos y éstos por partículas subatómicas en interacción y movimiento constante.
Desde hace mucho tiempo, la cultura oriental nos habla de este cuerpo energético humano, teniendo en cuenta diferentes niveles según la frecuencia de vibración de las partículas constituyentes y que son denominados plano físico-etérico, emocional, mental, y espiritual. El equilibrio o relación harmónica entre estos niveles es importante para estar saludables física y emocionalmente. Sobre estas facetas actúan la amplia gama de las diferentes terapias energéticas con tal de mejorar el flujo energético dentro de nosotros. Entre ellas, podemos destacar la homeopatía (utilización de dosis minúsculas de medicamentos), la acupuntura (actúa sobre los canales energéticos), la cromoterapia (hace uso de luces de diferentes colores que se aplican sobre algunas partes del cuerpo), la cristaloterapia (los cristales, gracias a su coherencia molecular, son excelentes medios de curación) o por ejemplo, las esencias florales, como las flores de Bach.
Éstas últimas comienzan a ser muy buenas aliadas en la sanación y son un excelente complemento de la medicina tradicional. La terapia de las flores de Bach consiste en la curación a través de un extenso abanico de esencias de flores silvestres, de problemas
psicológicos y emociones que provocan desequilibrio y falta de armonía. No se utiliza la planta físicamente, sino la energía esencial de ella que es extraída mediante un proceso particular y es depositada en un líquido.
Es importante que desde diferentes ámbitos se considere al ser humano como una unidad donde el cuerpo y la conciencia sean valorados por igual y se acepte que están íntimamente vinculados. Como dice el aforismo Mens sana in corpore sano…
Teresa Versyp // Octubre 05
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Hacia un nuevo tipo de curación: la medicina energética
En los inicios de este nuevo milenio está consiguiendo protagonismo un nuevo ámbito de terapia, denominada medicina energética o terapia vibratoria. Esta medicina, en sus diferentes modalidades, trabaja directamente sobre el cuerpo energético humano con la finalidad de restablecer el equilibrio.
¿Somos energía entonces? ¡Evidentemente! Con la ayuda de las teorías modernas de la Física, como la Física Cuántica o la Física de partículas elementales, sabemos que el hombre es un ser energético. Los experimentos realizados han demostrado que en el nivel cuántico –el mundo atómico y subatómico- toda la materia es energía. De hecho conocemos esta equivalencia gracias a la ecuación de Einstein, E = mc2, donde E representa la energía, m, la masa, y c, la velocidad de la luz (300 000 Km/s). En estos términos, el ser humano es un sistema de energías que están en vibración incesante, es decir, las moléculas de que estamos constituidos están formadas por átomos y éstos por partículas subatómicas en interacción y movimiento constante.
Desde hace mucho tiempo, la cultura oriental nos habla de este cuerpo energético humano, teniendo en cuenta diferentes niveles según la frecuencia de vibración de las partículas constituyentes y que son denominados plano físico-etérico, emocional, mental, y espiritual. El equilibrio o relación harmónica entre estos niveles es importante para estar saludables física y emocionalmente. Sobre estas facetas actúan la amplia gama de las diferentes terapias energéticas con tal de mejorar el flujo energético dentro de nosotros. Entre ellas, podemos destacar la homeopatía (utilización de dosis minúsculas de medicamentos), la acupuntura (actúa sobre los canales energéticos), la cromoterapia (hace uso de luces de diferentes colores que se aplican sobre algunas partes del cuerpo), la cristaloterapia (los cristales, gracias a su coherencia molecular, son excelentes medios de curación) o por ejemplo, las esencias florales, como las flores de Bach.
Éstas últimas comienzan a ser muy buenas aliadas en la sanación y son un excelente complemento de la medicina tradicional. La terapia de las flores de Bach consiste en la curación a través de un extenso abanico de esencias de flores silvestres, de problemas
psicológicos y emociones que provocan desequilibrio y falta de armonía. No se utiliza la planta físicamente, sino la energía esencial de ella que es extraída mediante un proceso particular y es depositada en un líquido.
Es importante que desde diferentes ámbitos se considere al ser humano como una unidad donde el cuerpo y la conciencia sean valorados por igual y se acepte que están íntimamente vinculados. Como dice el aforismo Mens sana in corpore sano…
Teresa Versyp // Octubre 05
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EL CAMPO DE PUNTO CERO
© Teresa Versyp, 2006
Reservados todos los derechos
Introducción
El campo de punto cero, llamado también vacío cuántico o mar de Dirac, constituye sin duda el punto de mira de la ciencia actual. Parece ser que desde la estrella más distante hasta los pequeñísimos corpúsculos, como el electrón y el quark, o incluso si dirigimos nuestra mirada a la célula de la materia viva, todo está envuelto en un mar de energía e información, gracias al cual todo está conectado con lo demás en una trama invisible.
La Teoría del Vacío Cuántico cambia nuestros conceptos acerca del mundo. Rige las relaciones entre la materia y la conciencia y está relacionado con mundos sutiles y una realidad superior; todo ello juega un papel importante en la evolución de la materia y en la comprensión de nuestra existencia. En los primerísimos instantes de vida de nuestro Universo, este vacío primordial dio lugar al nacimiento de las primeras partículas de materia y de luz. Por esta razón se dice que la masa es una estructura condensada de la energía que contiene el vacío en su seno. Es un potencial generador de todo lo observable; es la fuente de origen de todos los campos conocidos: electromagnético, gravitatorio y campos nucleares.
Desde hace muchos años, los textos esotéricos nos hablan de un “vacuum”, la Esencia Divina donde permanecen latentes el Espíritu y la Materia. Este “vacuum” autocontiene los gérmenes de la Creación y de Él surgen a la vida la fuerza y la materia, los ladrillos básicos de toda forma y las leyes que gobiernan el comportamiento de todo ente físico/energético.
El vacío cuántico constituye un potencial energético infinito y representa un candidato prometedor para una fuente de energía sin límites y sin contaminación: la energía del punto 0, llamada ZPE (zero-point energy). Existe la posibilidad de extraer esta energía que con creces supera la densidad de energía nuclear; sabemos que la humanidad necesita de una fuente de energía nueva para su supervivencia en un futuro no lejano, debido a las escasas reservas de combustibles fósiles en la actualidad.
El campo punto cero también es un campo de información, en forma de ondas de torsión generadas por el spin de las partículas y que se extienden a lo largo de todo el Universo. El impulso magnético asociado al spin o movimiento de rotación de todas las partículas subatómicas está registrado en el mar de energía virtual del vacío en forma de vórtices o remolinos.
Parece ser que este extraordinario dominio del vacío cuántico también puede ser el responsable de fenómenos de luz anómalos observados en numerosos lugares del mundo que tienen cierta facilidad para acumular dichas energías sutiles; lugares como Hessdalen (Noruega) o Wiltshire (Reino Unido). En este último, la observación de “misteriosas bolas de luz” está relacionada con la aparición de los “crop circles”, figuras geométricas de diferente índole y complejidad que aparecen (sobretodo a principios de los noventa) en los campos de conreo. Todo ello está relacionado con la geometría sagrada, que produce efectos en estas energías sutiles
del vacío cuántico, pudiéndose utilizar para armonizar procesos energéticos, como p.ej. los relacionados con la salud y el bienestar.
Empecemos por definir el concepto de energía del punto cero, que para abreviar llamaremos ZPE (zero-point energy). En el siglo XX, argumentos teóricos y comprobaciones experimentales han demostrado que existe una radiación no térmica en el vacío que persiste incluso si la temperatura es de 0 Kelvin (temperatura más baja posible) y que corresponde a -273º C). En 1891, el mayor “futurista” mundial en el campo eléctrico, Nikola Tesla, dijo: “A través del espacio hay energía. Muchas generaciones pasarán, es cuestión de tiempo que nuestras máquinas serán movidas por un poder que se obtendrá de cada punto del Universo. En un futuro próximo, veremos una gran cantidad de aplicaciones de la electricidad (…). Podremos dispersar la niebla mediante fuerza eléctrica (…), centrales sin hilos se utilizarán con el propósito de iluminar los océanos (…), transmisión de energía sin hilos para que el hombre pueda solucionar todos los problemas de la existencia material. La distancia, que es el impedimento principal del progreso de la humanidad, será completamente superada, en palabra y acción”
Tesla nació en Croacia en 1856 y murió en Estados Unidos en 1943. Se desempeñó como pionero en el campo de la electricidad de alta tensión. Trabajó para Thomas Edison, pero lo abandonó para dedicarse exclusivamente a la investigación experimental y a la invención. Entre sus muchos inventos, se encuentran el motor de inducción de corriente alterna, los generadores de alta frecuencia, la bobina de Tesla y concibió el sistema polifásico para trasladar la electricidad a largas distancias. Su objetivo era transmitir la energía eléctrica gratuitamente a distancia sin la necesidad del hilo, mediante unas ondas no electromagnéticas, llamadas ondas escalares longitudinales que pueden propagarse a velocidades superiores a la lumínica. Dicho sistema se basaba en la capacidad de la ionosfera para conducir electricidad, valiéndose de la resonancia Schumann como medio de transporte. Descubrió que la ionización de la atmósfera se puede alterar si ésta es cargada mediante ondas de radio de muy baja frecuencia (entre 10 y 80 Hz).
La energía del punto cero también es denominada por los términos “vibración del punto cero”, “fluctuaciones cuánticas” o “flujo de partículas virtuales”. Es llamada “vibración del punto cero” cuando se estudia los efectos de dicho campo sobre la materia, haciendo la analogía con un oscilador armónico. Imaginemos un electrón enganchado a un muelle sin fricción. Cuando el electrón es puesto en movimiento, oscila entorno de su punto de equilibrio, emitiendo energía electromagnética de radiación a la frecuencia de oscilación. Si no hubiera radiación de punto cero, el electrón llega a pararse. Pero, en realidad, ZPE continuamente confiere impulso al electrón de manera que éste nunca llega a detenerse del todo. La energía promedia que es transferida al electrón es igual a la frecuencia de oscilación multiplicada por la mitad de la constante de Planck (1/2h·f), siendo la constante de Planck h, constante
universal característica del mundo cuántico, igual a 6,63·10-34 J·s). De esta relación se puede obtener fácilmente el cómputo de la densidad energética correspondiente al vacío y que se sitúa en el rango de entre 1024 y 1058 Julios por metro cúbico; en otras palabras, una densidad astronómicamente elevada, difícil de concebir o de imaginar.
El segundo y el tercer término con los cuales se bautiza el campo de punto cero están en relación con las fluctuaciones que presenta gracias a la dinámica de unas partículas llamadas virtuales. El vacío es el escenario de una actividad “salvaje” de partículas elementales que van apareciendo y desapareciendo del mundo cuántico en un “abrir y cerrar de ojos” y que distorsionan el tejido espacio-temporal. Parejas de partículas y antipartículas surgen del vacío, se aniquilan, y son otra vez absorbidas por él.
Estas partículas virtuales también son los responsables de la transmisión de las fuerzas fundamentales de la naturaleza (fuerza gravitatoria, electromagnética, nuclear débil y nuclear fuerte). Actúan como mensajeras de información y de energía entre las partículas elementales que interactúan dando lugar a las fuerzas anteriormente mencionadas.
De hecho cada partícula subatómica está envuelta por una nube de partículas virtuales con la que continuamente interactúa. Cuando las partículas tienen carga eléctrica, como por ejemplo el electrón y el protón, éstas interactúan con partículas virtuales de carga opuesta dando lugar al fenómeno denominado polarización del vacío, consecuencia de la redistribución de la carga en el campo de punto 0. El electrón está íntimamente conectado al flujo energético del vacío. Es importantísimo destacar el hecho de que la extracción de la energía del vacío está ocurriendo continuamente en cada átomo a lo largo del Universo, ya que cada electrón que pertenece al átomo y cada electrón libre son positivamente energizados. Pero, en el sistema atómico, los efectos del vacío cuántico y la pérdida por radiación se cancelan, como veremos más adelante.
Cada átomo está rodeado por fotones virtuales del vacío, que son emitidos y absorbidos incesantemente. Cada partícula del universo visible “conversa” incansablemente con una realidad “al otro lado” (realidad oculta), y que el físico David Bohm denomina orden implicado. En este orden invisible, se trascienden los conceptos de espacio y de tiempo, a la vez que la interacción entre la materia y la conciencia va creciendo en importancia. Además contiene información infinita, donde lo que sucede en la más pequeña parte afecta simultáneamente a toda la estructura.
Asimismo hemos de ser conscientes de que cada átomo de nuestro cuerpo físico está envuelto por esta realidad “etérica” con la cual intercambia energía e información. Esta realidad etérica constituida por el vacío cuántico rellena el espacio aparentemente vacío entre los átomos de los seres vivos. Esto es fundamental, porque ésta, con una gran probabilidad de certeza, va a ser la clave de muchos interrogantes de la Física actual y de muchos fenómenos aún no admitidos por la
ciencia ortodoxa, como la telepatía, la telequinesis, la curación a distancia, la teletransportación, etc. Spin L Sentido horarioSpin R Sentido antihorarioSpin o movimiento de rotación de las partículas
El físico A. E. Akimov y su equipo consideran el vacío cuántico como un campo de torsión que llena todo el espacio isotrópicamente. La teoría del campo de torsión afirma que todos los objetos, desde los quanta (la partícula de energía electromagnética más pequeña) hasta las galaxias, crean vórtices en el vacío, dando lugar a lo que se denomina la polarización del spin. El spin o movimiento de rotación de estas partículas queda registrado en el mar cuántico por ondas de torsión que se generan y se transmiten por todo el campo. Estos vórtices creados por las partículas y otros objetos materiales transportan información, inter-conectando casi instantáneamente eventos físicos. Cuando dos o más ondas de torsión se juntan, forman una figura de interferencia que integra las informaciones de las partículas que han creado los vórtices. La velocidad de grupo de estas ondas de torsión es del orden de 109 veces la velocidad de la luz. Incluso las neuronas en nuestro cerebro crean y reciben ondas de torsión. SREncima del cono se genera un campo de torsión R; en cambio, dentro del cono y por debajo de su base se forma un campo de torsión de polaridad inversa (L). SLSL
Aquí la geometría tiene mucho que aportar. Diferentes estructuras geométricas, independientemente del material de que están construidas, juegan un papel fundamental en el proceso que acabo de describir. Colocando, por ejemplo, un cono en el vacío se produce una polarización; se crean dos regiones en el vacío con el spin opuesto, como se puede apreciar en la figura adjunta:
Este efecto también determina la variación de la intensidad de campo que se genera a lo largo del eje del cono. Con las pirámides sucede algo similar; varios grupos de investigadores de todo el mundo estudian los campos de energía sutiles que generan las pirámides y estudian su influencia sobre su entorno y dentro de su estructura. Debida a su forma geométrica, la pirámide genera y concentra un campo de torsión a su alrededor, potenciado las ondas cuánticas generadas.
Gracias a ello, se incrementa el flujo de la energía terrestre (hay una red energética sutil que se extiende por todo el planeta) y de la energía que proviene del Cosmos. Por ejemplo, la gran Pirámide de Giza fue construida con unas proporciones geométricas perfectamente estudiadas. Entre algunas de ellas cabe destacar la proporción áurea o número phi (φ), que aparece ampliamente en la naturaleza, y la relación entre la altura de la pirámide y su base que resulta ser la misma que entre el radio del hemisferio norte y el diámetro de la Tierra.
Las fuerzas generadas por los campos de torsión podrían estar implicadas en la manifestación “fantasmal” de esferas luminosas observadas en diferentes lugares de la Tierra que tanto pueden ser visibles o no a simple vista (normalmente se suelen captar con película fotográfica infrarroja). Volveremos sobre ello más adelante.
Volvemos ahora a la extracción de la energía “omnipresente” en el vacío por parte de cada átomo. En el modelo del átomo propuesto inicialmente por Bohr1, quedaba por determinar la razón del porqué los electrones (cargas negativas) no se precipitan hacia el núcleo (de carga positiva) por la fuerza atractiva de Coulomb y por la pérdida de radiación que experimenta en su movimiento alrededor del núcleo. Debería de haber una fuerza repulsiva encargada de contrarrestar exactamente esta fuerza de atracción. El físico Harold Puthoff, del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Texas, argumenta que la nube de partículas virtuales que rodea el electrón puede actuar como la fuerza de repulsión y que el ritmo con el cual absorbe energía del vacío contrarresta la pérdida de energía experimentada por cargas aceleradas. De todo ello se concluye que el campo de punto cero es necesario para la estabilidad de los átomos en la teoría cuántica. Otros fenómenos atómicos, como la emisión espontánea [emisión de un fotón cuando un electrón excitado energéticamente salta a un nivel inferior de energía] y el desplazamiento de Lamb [ligera alteración de la frecuencia de la luz que emite un átomo excitado] también se deben a las fluctuaciones del vacío.
1 Bohr, en 1913, dice que el átomo tiene un conjunto discreto de estados estacionarios con energías diferentes. En estos estados, el átomo no radia energía electromagnética y su energía se mantiene constante. La emisión y absorción de radiación sólo sucede cuando el átomo cambia de un estado estacionario a otro, dado por los saltos electrónicos entre niveles energéticos.
El efecto Casimir es otra evidencia de la existencia del ZPE. Se trata de la aparición de fuerzas entre placas metálicas neutras. El físico holandés Casimir calculó en 1948 que entre dos placas metálicas que están suficientemente cercanas debía de haber una atracción. El vació contiene un número infinito de frecuencias y el hecho de colocar dos placas paralelas hace que entre ellas sólo “estén” las longitudes de onda inferiores a la distancia de separación. Las longitudes de onda mayores, que ejercen una fuerza total mayor, son excluidas. Esto provoca un desequilibrio entre fuerzas y una consecuente atracción entre las placas. La fuerza de Casimir es muy potente a distancias pequeñas, ya que es inversamente proporcional a la cuarta potencia de la distancia entre las placas, que suele ser del orden del micrón (1μm = 10-6m). Es importante destacar la naturaleza atractiva o repulsiva de la fuerza de Casimir, dependiendo de la geometría y las dimensiones de las placas, como veremos más adelante.
Incluso parece ser que la gravedad y la inercia son también pruebas de la existencia del campo de punto cero. Harold Puthoff, continuando el desarrollo de las teorías del Dr. Andrei Sakharov sobre la gravedad y la inercia, apunta al hecho de que la gravitación no es una interacción fundamental, pero sí un efecto inducido por el mar cuántico cuando la materia está presente. Puthoff dice que la masa corresponde a la energía cinética del campo de punto cero, que da lugar al movimiento de las partículas en el punto 0 (“Zitterbewegung” o movimiento de temblor) y que la gravedad es una especie de fuerza de Casimir de largo alcance y que corresponde a las longitudes de onda largas (o frecuencias bajas) del campo cuántico. Quedará por determinar el porqué la gravedad es tan débil y como ésta se unifica con las demás fuerzas de la naturaleza (fuerza electromagnética y fuerzas nucleares). Por otro lado, los Drs. Rueda y Haisch definen la inercia de la materia como la resistencia de ser acelerada a través del campo. La inercia estaría relacionada con la distorsión de dicho campo a altas frecuencias. Haisch también dice que la naturaleza de la masa es aparentemente más electromagnética que mecánica. La resistencia a la aceleración define la inercia de la materia pero interactuaría con el vacío como una resistencia electromagnética.
Recientemente, Alexander Feigel ofrece una explicación a la expansión acelerada de las galaxias distantes a partir de la fuerza ejercida por los fotones virtuales del vacío cuántico. Por observaciones recientes de explosiones de estrellas y de supernovas a distancias importantes, sabemos que se está produciendo una aceleración en el ritmo de expansión del Universo. Hay buenos argumentos para atribuir esta expansión acelerada a una forma de energía de efecto antigravitatorio, y que podría estar proveída por el campo que nos ocupa.
Diferentes investigaciones en las propiedades del ZPE van dirigidas a la aplicación de métodos de conversión energética y obtener trabajo útil. Los diversos métodos incluyen sistemas mecánicos, térmicos, eléctricos y de fluidos. Cabría destacar, en diciembre de 1996, en los Estados Unidos, la patente del Dr. Frank Mead, director de “The Air Force Research Laboratory”. Diseñó unos dispositivos esféricos con el objetivo de captar y amplificar la radiación de punto cero, aprovechando la energía de muy alta frecuencia y convertirla en energía eléctrica. En esta patente se hace uso de la dispersión de la radiación del vacío por dichos receptores esféricos. Dependiendo del radio de las esferas, la resonancia acontece a la frecuencia correspondiente. Utilizando esferas grandes, éstas resuenan a frecuencias bajas, pero si las esferas son miniaturizadas hasta el orden del nanómetro (1nm = 10-9m), la densidad de energía, que depende del cubo de la frecuencia, es mucho mayor. Cuanto más pequeño el dispositivo, mejor la optimización energética. Las “femtoesferas”, del orden de 10-15 metros, son las más prometedoras en esta línea; como lo son los neutrones, los protones, o los electrones, que aún son más pequeños. Éstos últimos parecen ser los más adecuados, ya que están más íntimamente conectados con el flujo del vacío.
En la última década, otros métodos más sofisticados se han ido desarrollando, los cuales voy a omitir en este artículo por su gran complejidad de ingeniería y formulación asociada. Sin embargo, voy a hablar brevemente de la fuerza de Casimir la cual hemos descrito antes, y que goza de interés en el estudio de la biología humana y en el campo de la terapéutica vibracional.
Como he apuntado antes, la fuerza de Casimir es muy potente a distancias cortas. Pero ésta puede ser atractiva, originando una densidad de energía negativa, o repulsiva, de densidad energética positiva, dependiendo de la medida de las superficies y de los volúmenes de los minúsculos dispositivos. La densidad de energía puede pasar bruscamente de ser positiva a negativa cambiando ligeramente las medidas de los dispositivos utilizados (y con ello la presión de Casimir pasa de ser “hacia fuera” o “hacia dentro”), como podemos apreciar en la figura adjunta:
DENSIDAD DE ENERGIA (+) DENSIDAD DE ENERGIA = 0 DENSIDAD DE ENERGIA (-) Diseño cúbico PrismaPrisma rectangular 1 1 1 1.7>1.7
Si utilizamos esferas dieléctricas podemos obtener una fuerza de Casimir atractiva con una presión hacia dentro. Éste sería el caso de células biológicas, las cuales son altamente dieléctricas. Por ejemplo, un linfocito B no activado, de un diámetro de aproximadamente 6 micras (1μm = 10-6m), interactúa continuamente con la fuerza de Casimir que actúa hacia dentro, compensando ésta. De hecho, a través de cada componente de la célula (retículo endoplásmico, ribosomas, membrana celular, citoesqueleto) se está transfiriendo energía del vacío. En particular, sobre los microtúbulos de 25 nanómetros de diámetro, filamentos del citoesqueleto que están constituidos a partir de tubulina, la fuerza de Casimir es muy considerable.
Stuart Hameroff, director asociado del centro de Investigación de la Conciencia de la Universidad de Arizona, y Roger Penrose profesor de matemáticas de la Universidad de Oxford, proponen que en los microtúbulos del citoesqueleto y otra estructuras dentro de las neuronas del cerebro, tiene lugar un fenómeno cuántico coherente que regula la función neuronal y que está directamente relacionada con la conciencia. Las características particulares de los microtúbulos que son adecuados para efectos cuánticos son su estructura cristalina, la organización de su función celular y la capacidad para el procesamiento de la información.
Estructuras moleculares dentro del organismo con disposiciones geométricas diferentes crean densidades de energía de vacío muy variadas las cuales la biología de las próximas décadas habrá de indagar.
El patrón geométrico es fundamental en la comprensión de todos los fenómenos llevados hasta el nivel cuántico. Geometría, campo cuántico del vacío y conciencia son tres grandes “colosos” que forman parte de un gran “Campo Unificado”. Fenómenos de diversa índole están apuntando a esta fuerte interrelación de estos tres parámetros. La aparición de los “Crop Circles” sería un significativo ejemplo de ello. Son complejos y hermosos patrones geométricos (imagen izquierda2) que aparecen de una forma natural (excluyendo, por supuesto, los reproducidos por el hombre) en los campos de conreo durante la noche principalmente. Estos pictogramas se definen por los tallos de cereal que son doblados aproximadamente en un ángulo de 90º (imagen derecha3), no están rotos y continúan su crecimiento normal. Sin embargo, las formaciones son afectadas a nivel celular por algún mecanismo todavía desconocido.
2 Imagen de detalle del crop circle aparecido el 19 de julio del presente año en West Overton (Wiltshire-Inglaterra) donde se aprecia un retorcimiento de los tallos, los cuales quedan entrelazados.
© Teresa Versyp
3 Vista de un tallo doblado aproximadamente 90º. © Teresa Versyp
4 5
A partir de los años ochenta empezaron a aparecer estos significativos dibujos geométricos, aumentando en tamaño y complejidad a partir de los años noventa. Por regla general, los crop circles “visitan” los mismos campos cada año; suelen estar en proximidad de lugares sagrados, templos paganos, círculos de piedras, dólmenes… como por ejemplo en la zona de Wiltshire, Inglaterra. Se trata de un fenómeno abordable desde tres ángulos:
Físico-energético (en relación con el vacío cuántico), metafísico (significado esotérico de la geometría sagrada) y espiritual, ya que estos dibujos parecen afectar en un profundo nivel de conciencia a algunas personas. De estas tierras mágicas legendarias de Merlín nos están llegando “mensajes” o “respuestas” que son vitales en estos tiempos cruciales de la humanidad.
Desde el ámbito científico crece el interés por el estudio de las “bolas de luz” que aparecen con mucha frecuencia en la proximidad de estas formaciones. A. Dmitriev, D.L. Dyatlov y A.V. Tetneov, científicos rusos, proponen que estos efectos luminosos se deben a minúsculos agujeros negros creados por ondas gravitacionales y de torsión. Puede ser que estas esferas sean susceptibles a la intención humana y a la focalización de la conciencia. Hay en juego una evidente naturaleza de interacción psíquica.
Éstos que acabamos de ver son sólo unos pocos ejemplos de los muchos fenómenos que suceden en nuestro planeta, a veces “silenciosamente”, a veces con cierto ímpetu, para indicarnos o sugerirnos que hay una enorme Conciencia Colectiva que en combinación con una fuente de Inteligencia Infinita, interactúa con fuerzas planetarias para cocrear fenómenos que nos hacen pensar, reflexionar, indagar y mirar dentro de nosotros mismos.
Como hemos visto a lo largo de este artículo, el tema del campo de punto 0 o vacío cuántico, goza cada vez más de interés. Y tan sólo estamos en los inicios de tal “delirante” investigación.
Tenemos a nuestro alcance un inmenso mar de energía que vibra con una precisión mecánica mesurable gracias a una “espuma burbujeante de actividad, un potencial de energía para las generaciones futuras, con la intención de sustituir los
4 Imagen del crop circle en West Overton donde se aprecia que los tallos siguen vivos y el sentido horario con el que se han plegado © Teresa Versyp
5 Vista aérea del pictograma © Teresa Versyp
combustibles actuales por una fuente de energía libre, limpia y poderosa. La ingeniería del vacío será un campo de estudio de primer alcance, sobretodo dirigido a construir dispositivos óptimos para transformar la energía contenida en el espacio vacío en trabajo útil. La era espacial futura en tema de propulsión también se valdrá de esta misma energía y se habrá de indagar como adecuar el tejido espaciotemporal a los viajes por el espacio profundo6.
Entender los mecanismos de transferencia energética y de información entre la célula viva y el campo de punto cero sería otro escalón de conocimiento importante. La conciencia es fundamental en esta investigación, nuestros pensamientos, sentimientos y emociones habrán de incluirse en la construcción de una Teoría Global. El nivel cuántico es el reino de la física de la conciencia. El campo de punto cero está íntimamente conectado a nuestro estado de salud, a nuestra energía vital, a nuestra armonía interna y por supuesto a nuestra evolución espiritual.
Tal vez, en algún punto de nuestro pasado, nuestros ancestros tenían conocimiento de todo este enorme poder e incluso, podían controlar algunos procesos. Siguen siendo enigmas para la ciencia actual el cómo se construyeron las pirámides, el levantamiento de los gigantescos moais de la Isla Pascuense o el desafío de la fuerza de la gravedad mediante la levitación que experimentan algunos iniciados de la India. ¿Vestigios de un conocimiento superior que una vez pobló la tierra? Hay muy buenos indicios de que antes del apogeo de la Grecia Clásica hubo un conocimiento de gran alcance a nivel planetario. Como decía Thor Heyerdahl, antropólogo y explorador noruego, “Cuanto más sabemos, más nos percatamos de que en nuestro sistema solar no hay ningún otro planeta tan fascinante y tan repleto de misterios antiguos y modernos como el nuestro”.
6 Según los investigadores Froning y Roach, se puede rodear una nave espacial con un campo electromagnético toroidal que distorsione y perturbe suficientemente el vacío con el objeto de reducir la resistencia y aumentar considerablemente la velocidad.
REFERENCIAS
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H.D. Froning, and R.L .Roach, “Preliminary simulations of vehicle interactions with the quantum vacuum by fluid dynamic approximations” Proceedings of 38th AIAA/ASME/SAE/ASEE Joint Propulsion Conference July 2002, AIAA-2002-3925
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M.B. King: “Quest For Zero-Point Energy”, Adventures Unlimited Press, 2001
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___, “La ciencia y el campo akâsico”, Nowtilus, 2004
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H. Puthoff, “Ground state of Hydrogen as a Zero-Point Fluctuation-Determinates State”. Phys. Rev. D35, 1987, p3266
___, “Gravity as a Zero-Point-Fluctuation force” Physical Review A, vol 39, nº5, March 1989, p2336
___, “Engineering the zero-point Field and Polarizable Vacuum for Interstellar Flight” Journal of the British Interplanetary Society. Vol 55, 2002, p137
K. Sherwood, “Non-Manmade Crop Circles as a “vacuum domain” phenomenon 2002
A. Thomas: “Crop Circles”, Siruela, 2003
T. Valone, “Feasibility study of zero-point energy extraction from the quantum vacuum for the performance of useful work” (2004, Integrity Research Institute Washington DC)
___, “Inside Zero-Point Energy”, 1999
Reservados todos los derechos
Introducción
El campo de punto cero, llamado también vacío cuántico o mar de Dirac, constituye sin duda el punto de mira de la ciencia actual. Parece ser que desde la estrella más distante hasta los pequeñísimos corpúsculos, como el electrón y el quark, o incluso si dirigimos nuestra mirada a la célula de la materia viva, todo está envuelto en un mar de energía e información, gracias al cual todo está conectado con lo demás en una trama invisible.
La Teoría del Vacío Cuántico cambia nuestros conceptos acerca del mundo. Rige las relaciones entre la materia y la conciencia y está relacionado con mundos sutiles y una realidad superior; todo ello juega un papel importante en la evolución de la materia y en la comprensión de nuestra existencia. En los primerísimos instantes de vida de nuestro Universo, este vacío primordial dio lugar al nacimiento de las primeras partículas de materia y de luz. Por esta razón se dice que la masa es una estructura condensada de la energía que contiene el vacío en su seno. Es un potencial generador de todo lo observable; es la fuente de origen de todos los campos conocidos: electromagnético, gravitatorio y campos nucleares.
Desde hace muchos años, los textos esotéricos nos hablan de un “vacuum”, la Esencia Divina donde permanecen latentes el Espíritu y la Materia. Este “vacuum” autocontiene los gérmenes de la Creación y de Él surgen a la vida la fuerza y la materia, los ladrillos básicos de toda forma y las leyes que gobiernan el comportamiento de todo ente físico/energético.
El vacío cuántico constituye un potencial energético infinito y representa un candidato prometedor para una fuente de energía sin límites y sin contaminación: la energía del punto 0, llamada ZPE (zero-point energy). Existe la posibilidad de extraer esta energía que con creces supera la densidad de energía nuclear; sabemos que la humanidad necesita de una fuente de energía nueva para su supervivencia en un futuro no lejano, debido a las escasas reservas de combustibles fósiles en la actualidad.
El campo punto cero también es un campo de información, en forma de ondas de torsión generadas por el spin de las partículas y que se extienden a lo largo de todo el Universo. El impulso magnético asociado al spin o movimiento de rotación de todas las partículas subatómicas está registrado en el mar de energía virtual del vacío en forma de vórtices o remolinos.
Parece ser que este extraordinario dominio del vacío cuántico también puede ser el responsable de fenómenos de luz anómalos observados en numerosos lugares del mundo que tienen cierta facilidad para acumular dichas energías sutiles; lugares como Hessdalen (Noruega) o Wiltshire (Reino Unido). En este último, la observación de “misteriosas bolas de luz” está relacionada con la aparición de los “crop circles”, figuras geométricas de diferente índole y complejidad que aparecen (sobretodo a principios de los noventa) en los campos de conreo. Todo ello está relacionado con la geometría sagrada, que produce efectos en estas energías sutiles
del vacío cuántico, pudiéndose utilizar para armonizar procesos energéticos, como p.ej. los relacionados con la salud y el bienestar.
Empecemos por definir el concepto de energía del punto cero, que para abreviar llamaremos ZPE (zero-point energy). En el siglo XX, argumentos teóricos y comprobaciones experimentales han demostrado que existe una radiación no térmica en el vacío que persiste incluso si la temperatura es de 0 Kelvin (temperatura más baja posible) y que corresponde a -273º C). En 1891, el mayor “futurista” mundial en el campo eléctrico, Nikola Tesla, dijo: “A través del espacio hay energía. Muchas generaciones pasarán, es cuestión de tiempo que nuestras máquinas serán movidas por un poder que se obtendrá de cada punto del Universo. En un futuro próximo, veremos una gran cantidad de aplicaciones de la electricidad (…). Podremos dispersar la niebla mediante fuerza eléctrica (…), centrales sin hilos se utilizarán con el propósito de iluminar los océanos (…), transmisión de energía sin hilos para que el hombre pueda solucionar todos los problemas de la existencia material. La distancia, que es el impedimento principal del progreso de la humanidad, será completamente superada, en palabra y acción”
Tesla nació en Croacia en 1856 y murió en Estados Unidos en 1943. Se desempeñó como pionero en el campo de la electricidad de alta tensión. Trabajó para Thomas Edison, pero lo abandonó para dedicarse exclusivamente a la investigación experimental y a la invención. Entre sus muchos inventos, se encuentran el motor de inducción de corriente alterna, los generadores de alta frecuencia, la bobina de Tesla y concibió el sistema polifásico para trasladar la electricidad a largas distancias. Su objetivo era transmitir la energía eléctrica gratuitamente a distancia sin la necesidad del hilo, mediante unas ondas no electromagnéticas, llamadas ondas escalares longitudinales que pueden propagarse a velocidades superiores a la lumínica. Dicho sistema se basaba en la capacidad de la ionosfera para conducir electricidad, valiéndose de la resonancia Schumann como medio de transporte. Descubrió que la ionización de la atmósfera se puede alterar si ésta es cargada mediante ondas de radio de muy baja frecuencia (entre 10 y 80 Hz).
La energía del punto cero también es denominada por los términos “vibración del punto cero”, “fluctuaciones cuánticas” o “flujo de partículas virtuales”. Es llamada “vibración del punto cero” cuando se estudia los efectos de dicho campo sobre la materia, haciendo la analogía con un oscilador armónico. Imaginemos un electrón enganchado a un muelle sin fricción. Cuando el electrón es puesto en movimiento, oscila entorno de su punto de equilibrio, emitiendo energía electromagnética de radiación a la frecuencia de oscilación. Si no hubiera radiación de punto cero, el electrón llega a pararse. Pero, en realidad, ZPE continuamente confiere impulso al electrón de manera que éste nunca llega a detenerse del todo. La energía promedia que es transferida al electrón es igual a la frecuencia de oscilación multiplicada por la mitad de la constante de Planck (1/2h·f), siendo la constante de Planck h, constante
universal característica del mundo cuántico, igual a 6,63·10-34 J·s). De esta relación se puede obtener fácilmente el cómputo de la densidad energética correspondiente al vacío y que se sitúa en el rango de entre 1024 y 1058 Julios por metro cúbico; en otras palabras, una densidad astronómicamente elevada, difícil de concebir o de imaginar.
El segundo y el tercer término con los cuales se bautiza el campo de punto cero están en relación con las fluctuaciones que presenta gracias a la dinámica de unas partículas llamadas virtuales. El vacío es el escenario de una actividad “salvaje” de partículas elementales que van apareciendo y desapareciendo del mundo cuántico en un “abrir y cerrar de ojos” y que distorsionan el tejido espacio-temporal. Parejas de partículas y antipartículas surgen del vacío, se aniquilan, y son otra vez absorbidas por él.
Estas partículas virtuales también son los responsables de la transmisión de las fuerzas fundamentales de la naturaleza (fuerza gravitatoria, electromagnética, nuclear débil y nuclear fuerte). Actúan como mensajeras de información y de energía entre las partículas elementales que interactúan dando lugar a las fuerzas anteriormente mencionadas.
De hecho cada partícula subatómica está envuelta por una nube de partículas virtuales con la que continuamente interactúa. Cuando las partículas tienen carga eléctrica, como por ejemplo el electrón y el protón, éstas interactúan con partículas virtuales de carga opuesta dando lugar al fenómeno denominado polarización del vacío, consecuencia de la redistribución de la carga en el campo de punto 0. El electrón está íntimamente conectado al flujo energético del vacío. Es importantísimo destacar el hecho de que la extracción de la energía del vacío está ocurriendo continuamente en cada átomo a lo largo del Universo, ya que cada electrón que pertenece al átomo y cada electrón libre son positivamente energizados. Pero, en el sistema atómico, los efectos del vacío cuántico y la pérdida por radiación se cancelan, como veremos más adelante.
Cada átomo está rodeado por fotones virtuales del vacío, que son emitidos y absorbidos incesantemente. Cada partícula del universo visible “conversa” incansablemente con una realidad “al otro lado” (realidad oculta), y que el físico David Bohm denomina orden implicado. En este orden invisible, se trascienden los conceptos de espacio y de tiempo, a la vez que la interacción entre la materia y la conciencia va creciendo en importancia. Además contiene información infinita, donde lo que sucede en la más pequeña parte afecta simultáneamente a toda la estructura.
Asimismo hemos de ser conscientes de que cada átomo de nuestro cuerpo físico está envuelto por esta realidad “etérica” con la cual intercambia energía e información. Esta realidad etérica constituida por el vacío cuántico rellena el espacio aparentemente vacío entre los átomos de los seres vivos. Esto es fundamental, porque ésta, con una gran probabilidad de certeza, va a ser la clave de muchos interrogantes de la Física actual y de muchos fenómenos aún no admitidos por la
ciencia ortodoxa, como la telepatía, la telequinesis, la curación a distancia, la teletransportación, etc. Spin L Sentido horarioSpin R Sentido antihorarioSpin o movimiento de rotación de las partículas
El físico A. E. Akimov y su equipo consideran el vacío cuántico como un campo de torsión que llena todo el espacio isotrópicamente. La teoría del campo de torsión afirma que todos los objetos, desde los quanta (la partícula de energía electromagnética más pequeña) hasta las galaxias, crean vórtices en el vacío, dando lugar a lo que se denomina la polarización del spin. El spin o movimiento de rotación de estas partículas queda registrado en el mar cuántico por ondas de torsión que se generan y se transmiten por todo el campo. Estos vórtices creados por las partículas y otros objetos materiales transportan información, inter-conectando casi instantáneamente eventos físicos. Cuando dos o más ondas de torsión se juntan, forman una figura de interferencia que integra las informaciones de las partículas que han creado los vórtices. La velocidad de grupo de estas ondas de torsión es del orden de 109 veces la velocidad de la luz. Incluso las neuronas en nuestro cerebro crean y reciben ondas de torsión. SREncima del cono se genera un campo de torsión R; en cambio, dentro del cono y por debajo de su base se forma un campo de torsión de polaridad inversa (L). SLSL
Aquí la geometría tiene mucho que aportar. Diferentes estructuras geométricas, independientemente del material de que están construidas, juegan un papel fundamental en el proceso que acabo de describir. Colocando, por ejemplo, un cono en el vacío se produce una polarización; se crean dos regiones en el vacío con el spin opuesto, como se puede apreciar en la figura adjunta:
Este efecto también determina la variación de la intensidad de campo que se genera a lo largo del eje del cono. Con las pirámides sucede algo similar; varios grupos de investigadores de todo el mundo estudian los campos de energía sutiles que generan las pirámides y estudian su influencia sobre su entorno y dentro de su estructura. Debida a su forma geométrica, la pirámide genera y concentra un campo de torsión a su alrededor, potenciado las ondas cuánticas generadas.
Gracias a ello, se incrementa el flujo de la energía terrestre (hay una red energética sutil que se extiende por todo el planeta) y de la energía que proviene del Cosmos. Por ejemplo, la gran Pirámide de Giza fue construida con unas proporciones geométricas perfectamente estudiadas. Entre algunas de ellas cabe destacar la proporción áurea o número phi (φ), que aparece ampliamente en la naturaleza, y la relación entre la altura de la pirámide y su base que resulta ser la misma que entre el radio del hemisferio norte y el diámetro de la Tierra.
Las fuerzas generadas por los campos de torsión podrían estar implicadas en la manifestación “fantasmal” de esferas luminosas observadas en diferentes lugares de la Tierra que tanto pueden ser visibles o no a simple vista (normalmente se suelen captar con película fotográfica infrarroja). Volveremos sobre ello más adelante.
Volvemos ahora a la extracción de la energía “omnipresente” en el vacío por parte de cada átomo. En el modelo del átomo propuesto inicialmente por Bohr1, quedaba por determinar la razón del porqué los electrones (cargas negativas) no se precipitan hacia el núcleo (de carga positiva) por la fuerza atractiva de Coulomb y por la pérdida de radiación que experimenta en su movimiento alrededor del núcleo. Debería de haber una fuerza repulsiva encargada de contrarrestar exactamente esta fuerza de atracción. El físico Harold Puthoff, del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Texas, argumenta que la nube de partículas virtuales que rodea el electrón puede actuar como la fuerza de repulsión y que el ritmo con el cual absorbe energía del vacío contrarresta la pérdida de energía experimentada por cargas aceleradas. De todo ello se concluye que el campo de punto cero es necesario para la estabilidad de los átomos en la teoría cuántica. Otros fenómenos atómicos, como la emisión espontánea [emisión de un fotón cuando un electrón excitado energéticamente salta a un nivel inferior de energía] y el desplazamiento de Lamb [ligera alteración de la frecuencia de la luz que emite un átomo excitado] también se deben a las fluctuaciones del vacío.
1 Bohr, en 1913, dice que el átomo tiene un conjunto discreto de estados estacionarios con energías diferentes. En estos estados, el átomo no radia energía electromagnética y su energía se mantiene constante. La emisión y absorción de radiación sólo sucede cuando el átomo cambia de un estado estacionario a otro, dado por los saltos electrónicos entre niveles energéticos.
El efecto Casimir es otra evidencia de la existencia del ZPE. Se trata de la aparición de fuerzas entre placas metálicas neutras. El físico holandés Casimir calculó en 1948 que entre dos placas metálicas que están suficientemente cercanas debía de haber una atracción. El vació contiene un número infinito de frecuencias y el hecho de colocar dos placas paralelas hace que entre ellas sólo “estén” las longitudes de onda inferiores a la distancia de separación. Las longitudes de onda mayores, que ejercen una fuerza total mayor, son excluidas. Esto provoca un desequilibrio entre fuerzas y una consecuente atracción entre las placas. La fuerza de Casimir es muy potente a distancias pequeñas, ya que es inversamente proporcional a la cuarta potencia de la distancia entre las placas, que suele ser del orden del micrón (1μm = 10-6m). Es importante destacar la naturaleza atractiva o repulsiva de la fuerza de Casimir, dependiendo de la geometría y las dimensiones de las placas, como veremos más adelante.
Incluso parece ser que la gravedad y la inercia son también pruebas de la existencia del campo de punto cero. Harold Puthoff, continuando el desarrollo de las teorías del Dr. Andrei Sakharov sobre la gravedad y la inercia, apunta al hecho de que la gravitación no es una interacción fundamental, pero sí un efecto inducido por el mar cuántico cuando la materia está presente. Puthoff dice que la masa corresponde a la energía cinética del campo de punto cero, que da lugar al movimiento de las partículas en el punto 0 (“Zitterbewegung” o movimiento de temblor) y que la gravedad es una especie de fuerza de Casimir de largo alcance y que corresponde a las longitudes de onda largas (o frecuencias bajas) del campo cuántico. Quedará por determinar el porqué la gravedad es tan débil y como ésta se unifica con las demás fuerzas de la naturaleza (fuerza electromagnética y fuerzas nucleares). Por otro lado, los Drs. Rueda y Haisch definen la inercia de la materia como la resistencia de ser acelerada a través del campo. La inercia estaría relacionada con la distorsión de dicho campo a altas frecuencias. Haisch también dice que la naturaleza de la masa es aparentemente más electromagnética que mecánica. La resistencia a la aceleración define la inercia de la materia pero interactuaría con el vacío como una resistencia electromagnética.
Recientemente, Alexander Feigel ofrece una explicación a la expansión acelerada de las galaxias distantes a partir de la fuerza ejercida por los fotones virtuales del vacío cuántico. Por observaciones recientes de explosiones de estrellas y de supernovas a distancias importantes, sabemos que se está produciendo una aceleración en el ritmo de expansión del Universo. Hay buenos argumentos para atribuir esta expansión acelerada a una forma de energía de efecto antigravitatorio, y que podría estar proveída por el campo que nos ocupa.
Diferentes investigaciones en las propiedades del ZPE van dirigidas a la aplicación de métodos de conversión energética y obtener trabajo útil. Los diversos métodos incluyen sistemas mecánicos, térmicos, eléctricos y de fluidos. Cabría destacar, en diciembre de 1996, en los Estados Unidos, la patente del Dr. Frank Mead, director de “The Air Force Research Laboratory”. Diseñó unos dispositivos esféricos con el objetivo de captar y amplificar la radiación de punto cero, aprovechando la energía de muy alta frecuencia y convertirla en energía eléctrica. En esta patente se hace uso de la dispersión de la radiación del vacío por dichos receptores esféricos. Dependiendo del radio de las esferas, la resonancia acontece a la frecuencia correspondiente. Utilizando esferas grandes, éstas resuenan a frecuencias bajas, pero si las esferas son miniaturizadas hasta el orden del nanómetro (1nm = 10-9m), la densidad de energía, que depende del cubo de la frecuencia, es mucho mayor. Cuanto más pequeño el dispositivo, mejor la optimización energética. Las “femtoesferas”, del orden de 10-15 metros, son las más prometedoras en esta línea; como lo son los neutrones, los protones, o los electrones, que aún son más pequeños. Éstos últimos parecen ser los más adecuados, ya que están más íntimamente conectados con el flujo del vacío.
En la última década, otros métodos más sofisticados se han ido desarrollando, los cuales voy a omitir en este artículo por su gran complejidad de ingeniería y formulación asociada. Sin embargo, voy a hablar brevemente de la fuerza de Casimir la cual hemos descrito antes, y que goza de interés en el estudio de la biología humana y en el campo de la terapéutica vibracional.
Como he apuntado antes, la fuerza de Casimir es muy potente a distancias cortas. Pero ésta puede ser atractiva, originando una densidad de energía negativa, o repulsiva, de densidad energética positiva, dependiendo de la medida de las superficies y de los volúmenes de los minúsculos dispositivos. La densidad de energía puede pasar bruscamente de ser positiva a negativa cambiando ligeramente las medidas de los dispositivos utilizados (y con ello la presión de Casimir pasa de ser “hacia fuera” o “hacia dentro”), como podemos apreciar en la figura adjunta:
DENSIDAD DE ENERGIA (+) DENSIDAD DE ENERGIA = 0 DENSIDAD DE ENERGIA (-) Diseño cúbico PrismaPrisma rectangular 1 1 1 1.7>1.7
Si utilizamos esferas dieléctricas podemos obtener una fuerza de Casimir atractiva con una presión hacia dentro. Éste sería el caso de células biológicas, las cuales son altamente dieléctricas. Por ejemplo, un linfocito B no activado, de un diámetro de aproximadamente 6 micras (1μm = 10-6m), interactúa continuamente con la fuerza de Casimir que actúa hacia dentro, compensando ésta. De hecho, a través de cada componente de la célula (retículo endoplásmico, ribosomas, membrana celular, citoesqueleto) se está transfiriendo energía del vacío. En particular, sobre los microtúbulos de 25 nanómetros de diámetro, filamentos del citoesqueleto que están constituidos a partir de tubulina, la fuerza de Casimir es muy considerable.
Stuart Hameroff, director asociado del centro de Investigación de la Conciencia de la Universidad de Arizona, y Roger Penrose profesor de matemáticas de la Universidad de Oxford, proponen que en los microtúbulos del citoesqueleto y otra estructuras dentro de las neuronas del cerebro, tiene lugar un fenómeno cuántico coherente que regula la función neuronal y que está directamente relacionada con la conciencia. Las características particulares de los microtúbulos que son adecuados para efectos cuánticos son su estructura cristalina, la organización de su función celular y la capacidad para el procesamiento de la información.
Estructuras moleculares dentro del organismo con disposiciones geométricas diferentes crean densidades de energía de vacío muy variadas las cuales la biología de las próximas décadas habrá de indagar.
El patrón geométrico es fundamental en la comprensión de todos los fenómenos llevados hasta el nivel cuántico. Geometría, campo cuántico del vacío y conciencia son tres grandes “colosos” que forman parte de un gran “Campo Unificado”. Fenómenos de diversa índole están apuntando a esta fuerte interrelación de estos tres parámetros. La aparición de los “Crop Circles” sería un significativo ejemplo de ello. Son complejos y hermosos patrones geométricos (imagen izquierda2) que aparecen de una forma natural (excluyendo, por supuesto, los reproducidos por el hombre) en los campos de conreo durante la noche principalmente. Estos pictogramas se definen por los tallos de cereal que son doblados aproximadamente en un ángulo de 90º (imagen derecha3), no están rotos y continúan su crecimiento normal. Sin embargo, las formaciones son afectadas a nivel celular por algún mecanismo todavía desconocido.
2 Imagen de detalle del crop circle aparecido el 19 de julio del presente año en West Overton (Wiltshire-Inglaterra) donde se aprecia un retorcimiento de los tallos, los cuales quedan entrelazados.
© Teresa Versyp
3 Vista de un tallo doblado aproximadamente 90º. © Teresa Versyp
4 5
A partir de los años ochenta empezaron a aparecer estos significativos dibujos geométricos, aumentando en tamaño y complejidad a partir de los años noventa. Por regla general, los crop circles “visitan” los mismos campos cada año; suelen estar en proximidad de lugares sagrados, templos paganos, círculos de piedras, dólmenes… como por ejemplo en la zona de Wiltshire, Inglaterra. Se trata de un fenómeno abordable desde tres ángulos:
Físico-energético (en relación con el vacío cuántico), metafísico (significado esotérico de la geometría sagrada) y espiritual, ya que estos dibujos parecen afectar en un profundo nivel de conciencia a algunas personas. De estas tierras mágicas legendarias de Merlín nos están llegando “mensajes” o “respuestas” que son vitales en estos tiempos cruciales de la humanidad.
Desde el ámbito científico crece el interés por el estudio de las “bolas de luz” que aparecen con mucha frecuencia en la proximidad de estas formaciones. A. Dmitriev, D.L. Dyatlov y A.V. Tetneov, científicos rusos, proponen que estos efectos luminosos se deben a minúsculos agujeros negros creados por ondas gravitacionales y de torsión. Puede ser que estas esferas sean susceptibles a la intención humana y a la focalización de la conciencia. Hay en juego una evidente naturaleza de interacción psíquica.
Éstos que acabamos de ver son sólo unos pocos ejemplos de los muchos fenómenos que suceden en nuestro planeta, a veces “silenciosamente”, a veces con cierto ímpetu, para indicarnos o sugerirnos que hay una enorme Conciencia Colectiva que en combinación con una fuente de Inteligencia Infinita, interactúa con fuerzas planetarias para cocrear fenómenos que nos hacen pensar, reflexionar, indagar y mirar dentro de nosotros mismos.
Como hemos visto a lo largo de este artículo, el tema del campo de punto 0 o vacío cuántico, goza cada vez más de interés. Y tan sólo estamos en los inicios de tal “delirante” investigación.
Tenemos a nuestro alcance un inmenso mar de energía que vibra con una precisión mecánica mesurable gracias a una “espuma burbujeante de actividad, un potencial de energía para las generaciones futuras, con la intención de sustituir los
4 Imagen del crop circle en West Overton donde se aprecia que los tallos siguen vivos y el sentido horario con el que se han plegado © Teresa Versyp
5 Vista aérea del pictograma © Teresa Versyp
combustibles actuales por una fuente de energía libre, limpia y poderosa. La ingeniería del vacío será un campo de estudio de primer alcance, sobretodo dirigido a construir dispositivos óptimos para transformar la energía contenida en el espacio vacío en trabajo útil. La era espacial futura en tema de propulsión también se valdrá de esta misma energía y se habrá de indagar como adecuar el tejido espaciotemporal a los viajes por el espacio profundo6.
Entender los mecanismos de transferencia energética y de información entre la célula viva y el campo de punto cero sería otro escalón de conocimiento importante. La conciencia es fundamental en esta investigación, nuestros pensamientos, sentimientos y emociones habrán de incluirse en la construcción de una Teoría Global. El nivel cuántico es el reino de la física de la conciencia. El campo de punto cero está íntimamente conectado a nuestro estado de salud, a nuestra energía vital, a nuestra armonía interna y por supuesto a nuestra evolución espiritual.
Tal vez, en algún punto de nuestro pasado, nuestros ancestros tenían conocimiento de todo este enorme poder e incluso, podían controlar algunos procesos. Siguen siendo enigmas para la ciencia actual el cómo se construyeron las pirámides, el levantamiento de los gigantescos moais de la Isla Pascuense o el desafío de la fuerza de la gravedad mediante la levitación que experimentan algunos iniciados de la India. ¿Vestigios de un conocimiento superior que una vez pobló la tierra? Hay muy buenos indicios de que antes del apogeo de la Grecia Clásica hubo un conocimiento de gran alcance a nivel planetario. Como decía Thor Heyerdahl, antropólogo y explorador noruego, “Cuanto más sabemos, más nos percatamos de que en nuestro sistema solar no hay ningún otro planeta tan fascinante y tan repleto de misterios antiguos y modernos como el nuestro”.
6 Según los investigadores Froning y Roach, se puede rodear una nave espacial con un campo electromagnético toroidal que distorsione y perturbe suficientemente el vacío con el objeto de reducir la resistencia y aumentar considerablemente la velocidad.
REFERENCIAS
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H.D. Froning, and R.L .Roach, “Preliminary simulations of vehicle interactions with the quantum vacuum by fluid dynamic approximations” Proceedings of 38th AIAA/ASME/SAE/ASEE Joint Propulsion Conference July 2002, AIAA-2002-3925
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___, “Inside Zero-Point Energy”, 1999
19 oct 2008
NEURONAS ESPEJO
Las neuronas espejo nos ayudan a comprender las intenciones de los otros
Descubren cómo la red neural refleja el mundo, la autoimagen y la mente de los demás
La neurociencia ofrece un conocimiento de los procesos neurales que producen la actividad psíquica que “soporta” el comportamiento, no sólo animal sino también humano. La idea filosófica del hombre, y por tanto también la humanista y religiosa, no puede hoy ignorar la idea neural del hombre. Sin embargo, la imagen de la neurología clásica recibe hoy una nueva luz tras el descubrimiento de las “neuronas espejo”, que son el mecanismo esencial para comprender las intenciones de otros, para desarrollar una teoría de la mente y, por ende, para capacitarnos para la vida social. Las neuronas espejo aportan nueva luz para entender cómo la red neuronal “refleja” el mundo, la autoimagen y la imagen de la mente de los otros en la producción evolutiva de un comportamiento social. Las “neuronas espejo” se abordan en este artículo con motivo de la sesión del seminario de la Cátedra CTR, el 19 de abril de 2007, en la que el profesor Emilio García hablará de las redes neurales y la modularidad de la mente. Por Lydia Feito.
La actividad psíquica es el fundamento que permite la realización del hombre como persona. Las sensaciones y percepciones, la conciencia, el conocimiento, la memoria, las emociones, el lenguaje, la autoimagen y nuestra condición de sujetos psíquicos, el pensamiento, los planes de acción y el sentido de la vida, la identidad personal y social, todo lo que somos como personas, nuestra vida y comportamiento, dependen de las redes neurales: del sistema de los sentidos y de los diferentes módulos cerebrales, del cerebro antiguo y moderno, que actuando como sistema integrado, holístico, producen todas las funciones psíquicas.
Hoy en día el descubrimiento de las llamadas “neuronas espejo” constituye un factor importante que permitirá aportar nueva luz para entender cómo la red neuronal “refleja” el mundo, la autoimagen y la imagen de la mente de los otros en la producción evolutiva de un comportamiento social.
Investigación en alza
La investigación sobre los correlatos neurales de las conductas y de las emociones es un campo de investigación en alza, que se acerca también al campo de la neurociencia cognitiva social. De hecho, R. Adolphs considera que la neurociencia ofrece una vía de conciliación entre las aproximaciones biológicas y psicológicas al comportamiento social. La cognición social, desde esta perspectiva neurocientífica, se define como la capacidad para construir representaciones de las relaciones entre uno mismo y los otros, y para usar estas representaciones de modo flexible para guiar el comportamiento social.
Apunta no sólo a los elementos “racionales” sino también, y de modo creciente, a las emociones, a las formas de percepción de las normas sociales –por ejemplo, se estudia la capacidad de reconocimiento de expresiones faciales—, también estudia la teoría de la mente (mentalización) como clave de la interacción social. La teoría de la mente (ToM, theory of mind) o “mentalización” se refiere a los correlatos neurales de la capacidad de explicar y predecir el comportamiento de otras personas, atribuyéndoles estados mentales independientes.
Los estudios de neuroimagen han ido mostrando la existencia de un sistema neural distribuido que subyace a ToM. Dicho sistema implica varias áreas cerebrales: principalmente el surco temporal superior –que sería responsable de la detección del agente que actúa y de los estímulos provenientes del movimiento biológico de otra persona—, los polos temporales –que están asociados con procesos mnemónicos, aportando un contexto semántico y episódico a los estímulos que se están procesando— y la corteza prefrontal medial –que analiza los estímulos y produce una representación de los estados mentales propios y ajenos—. De modo menos importante también parecen estar implicadas la amígdala y la corteza órbitofrontal.
No obstante, las investigaciones relacionadas con las llamadas neuronas espejo (MNS, mirror neuron system) van aportando, día a día, nuevos datos que obligan a revisar y ampliar estas descripciones. Las neuronas espejo son un tipo especial de neuronas que se activan cuando un individuo realiza una acción y también cuando observa una acción similar llevada a cabo por otro individuo.
Proyección filosófica de la neurociencia
Todas estas investigaciones neurocientíficas dan lugar a otro frente de reflexión de enorme importancia por sus implicaciones filosóficas: cómo se alteran conceptos tales como la voluntad, la libertad o la identidad, al encontrar los sustratos neurales de nuestras conductas e incluso de nuestros pensamientos.
Esta cuestión remite a la clásica discusión sobre mente-cerebro, si bien con un planteamiento basado en las neurociencias, que aporta una luz novedosa y que nos obliga a matizar muchas afirmaciones hechas en el pasado. El riesgo de un cierto determinismo reduccionista en la explicación del ser humano, por un excesivo apego a los datos científicos, está en la mente de muchos.
Será necesario, y cada vez más, analizar las implicaciones que tiene el hecho de que la neuroimagen, más que cualquier otra técnica de investigación cerebral, indique, como afirma M.J. Farah, que «importantes aspectos de nuestra individualidad, incluyendo algunos de los rasgos psicológicos que nos importan a la mayoría como personas, tienen correlatos físicos en la función cerebral.»
Esto tiene que ver, por ejemplo, con la investigación sobre los correlatos neurales de la conciencia, o con la más polémica relación entre experiencia religiosa y cerebro, establecida a partir de los estudios con pacientes que padecían epilepsia del lóbulo temporal, y que en ocasiones mostraban intensos sentimientos religiosos durante las crisis.
Las neuronas espejo
Somos criaturas sociales. Nuestra supervivencia depende de entender las acciones, intenciones y emociones de los demás. Las neuronas espejo nos permiten entender la mente de los demás, no sólo a través de un razonamiento conceptual sino mediante la simulación directa. Sintiendo, no pensando.
G. Rizzolatti.
Hasta hace poco tiempo, la atribución de significado a las acciones observadas en otros individuos se explicaba a partir de complejos mecanismos relacionados con la memoria, las experiencias previas y los procesos de razonamiento. Sin embargo, con el descubrimiento de las denominadas “neuronas espejo”, es posible explicar de un modo más sencillo esa situación tan habitual para todos de comprender inmediatamente lo que otro individuo está haciendo. Entender las acciones y las intenciones es una tarea que, aunque en ocasiones requiera de procesos más elaborados, se realiza de modo más directo y simple por medio de las neuronas espejo.
Estas neuronas fueron descubiertas por el equipo de G. Rizzolatti en la década de los años noventa del siglo XX. Observaron cómo ciertas neuronas del cerebro del mono (macaco) se activaban no sólo cuando el individuo realizaba acciones motoras dirigidas a una meta, sino, sorprendentemente, también cuando dicho individuo meramente observaba cómo alguien (otro mono, o un humano) realizaba la misma acción. En la medida en que este conjunto de células parecía “reflejar” las acciones de otro en el cerebro del observador, recibieron el nombre de neuronas espejo.
Este descubrimiento que, como en tantas ocasiones en la historia de la ciencia, fue por azar, se ratificó posteriormente con experimentos específicamente diseñados para observar si las neuronas espejo se activaban ante la observación de acciones (y no sólo durante su ejecución), y si estaban implicadas en la comprensión de las acciones (activándose cuando el mono no podía ver la acción realmente, pero tenía suficientes datos para producir una representación mental de la misma, es decir, cuando podía imaginarla).
Neuronas espejo en el cerebro humano
La confirmación de esta actividad de las neuronas espejo llevó a preguntarse si este mismo sistema existía también en los seres humanos, lo cual se ha demostrado a partir de numerosos experimentos en los que han sido de incalculable ayuda las técnicas de neuroimagen.
Los conjuntos de neuronas espejo parecen codificar plantillas para acciones específicas, lo cual permite a un individuo no sólo llevar a cabo acciones motoras sin pensar en ellas, sino también comprender las acciones observadas, sin necesidad de razonamiento alguno.
Dicho de modo más sencillo: si hasta ahora considerábamos que el movimiento, por ejemplo de una mano, era el resultado de un proceso mental en el que, analizadas por el cerebro las percepciones y datos sensoriales, se emitía una respuesta adecuada (que, en el caso de acciones intencionales complejas, requeriría de unas capacidades cognitivas realizadas por regiones especializadas para ello), y que la zona motora del cerebro era la encargada de ejecutar dicha respuesta en forma de movimiento, ahora parece ser que el sistema motor es mucho más complejo, y puede ser el sustrato neural de procesos atribuidos al sistema cognitivo.
Esto tiene dos importantes consecuencias: por una parte, obliga a revisar lo que hasta este momento se ha venido afirmando respecto a las regiones motoras del cerebro (el sistema motor no puede ser ya concebido como un mero “ejecutor pasivo” de órdenes emitidas por otra región cerebral, parece tratarse más bien de un complejo entramado de zonas corticales diferenciadas, capaces de realizar las funciones sensoriomotoras que parecerían propias de un sistema cognitivo superior) y por otro lado, supone un importante reto para nuestras convicciones filosóficas acerca de la importancia de la comprensión consciente de los actos humanos.
La importancia de estos descubrimientos es de tal categoría que un prestigioso investigador como V.S. Ramachandran no tiene ningún reparo en afirmar que «las neuronas espejo harán por la psicología lo que el ADN hizo por la biología: proporcionarán un marco unificador y ayudarán a explicar una multitud de capacidades mentales que hasta ahora han permanecido misteriosas e inaccesibles a los experimentos». Y, por cierto, el mismo autor afirma que no se ha divulgado suficientemente este enorme salto científico, y que esta frase suya tan llamativa sobre la relevancia de las neuronas espejo ¡es más famosa que el descubrimiento de Rizzolatti y otros investigadores!.
Comprender a los otros
Las investigaciones de G. Rizzolatti, V. Gallasse, M. Iacoboni, L.M. Oberman, V.S. Ramachandran y otros muchos permiten afirmar que existe un vínculo entre la organización motora de las acciones intencionales y la capacidad de comprender las intenciones de otros. Esto supone la disolución de la barrera entre uno mismo y los otros, y es fácil comprender la ventaja que implica desde el punto de vista de la supervivencia. La comprensión de las intenciones y las emociones de otros es esencial para la vida social y el fundamento de los comportamientos morales.
Ramachandran llama a las neuronas espejo “neuronas de la empatía” por ser las implicadas en la comprensión de las emociones de los otros. De algún modo, si la observación de una acción llevada a cabo por otro individuo activa las neuronas que permitirían al observador realizar la misma acción, estaríamos ante una suerte de “lectura de la mente”.
Las neuronas espejo del observador actúan como un sistema que permite la comprensión de las acciones y por tanto la empatía, la imitación, y la teoría de la mente. Incluso se ha sugerido que el sistema de neuronas espejo sería el mecanismo neural básico para el desarrollo del lenguaje. Rasgos todos ellos de capacidades relevantes para la hominización, desde un punto de vista evolutivo.
Un elemento esencial de todas estas hipótesis radica en la introducción de la intención en la comprensión de la acción. Los primeros estudios planteaban la función de las neuronas espejo para entender la acción (el “qué” de la acción), sin embargo, lo más interesante está en la comprensión de la intención de dicha acción (el “por qué”) sin la cual no sería más que un mero reflejo, como el nombre venía a indicar (neuronas espejo).
Determinar por qué se ejecuta una acción es básico para su comprensión real, y tiene que ver con detectar la meta u objetivo de dicha acción. Para estudiar este tipo de cuestiones se han llevado a cabo estudios con resonancia magnética funcional, analizando las respuestas de los observadores a acciones con y sin contexto que les diera sentido.
Mecanismo de simulación incorporado
Los resultados muestran la activación de ciertos grupos de neuronas sólo cuando los actos motores se incrustan en acciones que tienden a una meta. V. Gallese habla de un “mecanismo de simulación incorporado” cuya activación da lugar a la adscripción de intenciones, proceso que se daría siempre por defecto. La predicción de la acción y la adscripción de intenciones serían así fenómenos relacionados, con un mismo mecanismo funcional (la simulación incorporada).
Cada investigador utiliza terminología diferente, lo cual complica un tanto la comprensión de estos estudios. Sin embargo, hay un acuerdo bastante generalizado acerca de que la comprensión de las acciones humanas tiene que ver con la capacidad de simular las acciones observadas en otros (es decir, que el observador represente los estados internos de otros individuos con su propio sistema motor, cognitivo y emocional). Esta simulación posibilita una comprensión de los otros humanos que permite percibirlos como semejantes, una “multiplicidad compartida de intersubjetividad” como lo llama V. Gallese, esto es, permite la atribución de una mente.
La atribución de pensamientos e intenciones a otros, lo que se denomina teoría de la mente, ha sido objeto de estudio conforme a dos hipótesis en pugna:
(1) la teoría-teoría, que, apoyándose en estudios de comportamiento, propone que los individuos desarrollan una ToM en los primeros años de vida probando reglas dadas relativas a las funciones de los objetos y organismos con los que interactúan, y generando cognitivamente una teoría acerca de lo que los otros piensan.
(2) Y la teoría de la simulación que, como se ha señalado, propone que la ToM es un desarrollo de la capacidad de interpretar las acciones de otros a través de la simulación (o representación). Esta segunda hipótesis parece más sólida, en la medida en que los estudios van mostrando que las neuronas espejo están implicadas en esta comprensión de las intenciones, en la imitación, en la empatía, y, por tanto, son la clave del comportamiento social de los individuos.
Autismo y neuronas espejo
Buena parte de las investigaciones afirman, en la misma línea, que una deficiencia en ToM y en la capacidad de empatía sería la explicación más plausible para el autismo. Hace tiempo que se sabe que existe un componente del electroencefalograma (EEG), la onda mu, que se bloquea cuando una persona hace un movimiento muscular voluntario.
Este componente también se bloquea cuando una persona ve a alguien realizar la misma acción, lo cual ha dado lugar a que Ramachandran y Altschuler sugieran que la supresión de la onda mu serviría para disponer de una prueba sencilla y no invasiva para monitorizar la actividad de las neuronas espejo. En los niños con autismo se observa que la supresión de la onda mu sí se produce cuando realizan un movimiento voluntario, pero no cuando observan a alguien realizar la acción, de lo cual se deduce que el sistema motor está intacto, pero no así el sistema de neuronas espejo.
Estos hallazgos se han comprobado también con otras técnicas como la magnetoencefalografía, la resonancia magnética funcional o la estimulación magnética transcraneal. En todos los casos se muestra que en el autismo existe una disfunción de las neuronas espejo. Esto explicaría la mayoría de los síntomas del trastorno autista: falta de habilidades sociales, ausencia de empatía, déficits de lenguaje, imitación pobre, dificultad para comprender las metáforas, etc.
Todo esto nos hace pensar que las neuronas espejo son el mecanismo esencial para comprender las intenciones de otros, para desarrollar una teoría de la mente y, por ende, para capacitarnos para la vida social. Como indicaba V.S. Ramachandran, las neuronas espejo suponen la disolución de la barrera entre yo y los otros. La capacidad de adoptar el punto de vista de otro supone, entre otras cosas, la posibilidad de una imitación intencional y, por tanto, de un aprendizaje basado en la imitación.
Este elemento tiene importantes consecuencias desde el punto de vista evolutivo, lo cual, además, según este autor, permite afirmar que el sistema de las neuronas espejo marca un antes y un después en el debate entre naturaleza y cultura.
La naturaleza humana depende de modo crucial de la capacidad de aprendizaje facilitada, al menos parcialmente, por este sistema. Gracias a él el cerebro humano se especializó para la cultura y se convirtió en el órgano por excelencia de la diversidad cultural. O, lo que es lo mismo, es lo que nos permite ser esencialmente humanos.
Incluso el rasgo que constituye la quintaesencia de lo humano, nuestra propensión a la metáfora, puede estar basada parcialmente en la clase de cruces de dominios de abstracción que median las neuronas espejo; (…) Esto explicaría por qué cualquier mono podría alcanzar el cacahuete, pero sólo un humano, con un sistema de neuronas espejo adecuadamente desarrollado, puede alcanzar las estrellas.
(V.S. Ramachandran).
Lydia Feito Grande es profesora en la Universidad Rey Juan Carlos, en Madrid. Artículo elaborado con ocasión de la sesión del seminario de la Cátedra CTR, el 19 de abril de 2007, en la que intervendrá el profesor Emilio Garcia, Universidad Complutense de Madrid, sobre la modularidad de la mente
Descubren cómo la red neural refleja el mundo, la autoimagen y la mente de los demás
La neurociencia ofrece un conocimiento de los procesos neurales que producen la actividad psíquica que “soporta” el comportamiento, no sólo animal sino también humano. La idea filosófica del hombre, y por tanto también la humanista y religiosa, no puede hoy ignorar la idea neural del hombre. Sin embargo, la imagen de la neurología clásica recibe hoy una nueva luz tras el descubrimiento de las “neuronas espejo”, que son el mecanismo esencial para comprender las intenciones de otros, para desarrollar una teoría de la mente y, por ende, para capacitarnos para la vida social. Las neuronas espejo aportan nueva luz para entender cómo la red neuronal “refleja” el mundo, la autoimagen y la imagen de la mente de los otros en la producción evolutiva de un comportamiento social. Las “neuronas espejo” se abordan en este artículo con motivo de la sesión del seminario de la Cátedra CTR, el 19 de abril de 2007, en la que el profesor Emilio García hablará de las redes neurales y la modularidad de la mente. Por Lydia Feito.
La actividad psíquica es el fundamento que permite la realización del hombre como persona. Las sensaciones y percepciones, la conciencia, el conocimiento, la memoria, las emociones, el lenguaje, la autoimagen y nuestra condición de sujetos psíquicos, el pensamiento, los planes de acción y el sentido de la vida, la identidad personal y social, todo lo que somos como personas, nuestra vida y comportamiento, dependen de las redes neurales: del sistema de los sentidos y de los diferentes módulos cerebrales, del cerebro antiguo y moderno, que actuando como sistema integrado, holístico, producen todas las funciones psíquicas.
Hoy en día el descubrimiento de las llamadas “neuronas espejo” constituye un factor importante que permitirá aportar nueva luz para entender cómo la red neuronal “refleja” el mundo, la autoimagen y la imagen de la mente de los otros en la producción evolutiva de un comportamiento social.
Investigación en alza
La investigación sobre los correlatos neurales de las conductas y de las emociones es un campo de investigación en alza, que se acerca también al campo de la neurociencia cognitiva social. De hecho, R. Adolphs considera que la neurociencia ofrece una vía de conciliación entre las aproximaciones biológicas y psicológicas al comportamiento social. La cognición social, desde esta perspectiva neurocientífica, se define como la capacidad para construir representaciones de las relaciones entre uno mismo y los otros, y para usar estas representaciones de modo flexible para guiar el comportamiento social.
Apunta no sólo a los elementos “racionales” sino también, y de modo creciente, a las emociones, a las formas de percepción de las normas sociales –por ejemplo, se estudia la capacidad de reconocimiento de expresiones faciales—, también estudia la teoría de la mente (mentalización) como clave de la interacción social. La teoría de la mente (ToM, theory of mind) o “mentalización” se refiere a los correlatos neurales de la capacidad de explicar y predecir el comportamiento de otras personas, atribuyéndoles estados mentales independientes.
Los estudios de neuroimagen han ido mostrando la existencia de un sistema neural distribuido que subyace a ToM. Dicho sistema implica varias áreas cerebrales: principalmente el surco temporal superior –que sería responsable de la detección del agente que actúa y de los estímulos provenientes del movimiento biológico de otra persona—, los polos temporales –que están asociados con procesos mnemónicos, aportando un contexto semántico y episódico a los estímulos que se están procesando— y la corteza prefrontal medial –que analiza los estímulos y produce una representación de los estados mentales propios y ajenos—. De modo menos importante también parecen estar implicadas la amígdala y la corteza órbitofrontal.
No obstante, las investigaciones relacionadas con las llamadas neuronas espejo (MNS, mirror neuron system) van aportando, día a día, nuevos datos que obligan a revisar y ampliar estas descripciones. Las neuronas espejo son un tipo especial de neuronas que se activan cuando un individuo realiza una acción y también cuando observa una acción similar llevada a cabo por otro individuo.
Proyección filosófica de la neurociencia
Todas estas investigaciones neurocientíficas dan lugar a otro frente de reflexión de enorme importancia por sus implicaciones filosóficas: cómo se alteran conceptos tales como la voluntad, la libertad o la identidad, al encontrar los sustratos neurales de nuestras conductas e incluso de nuestros pensamientos.
Esta cuestión remite a la clásica discusión sobre mente-cerebro, si bien con un planteamiento basado en las neurociencias, que aporta una luz novedosa y que nos obliga a matizar muchas afirmaciones hechas en el pasado. El riesgo de un cierto determinismo reduccionista en la explicación del ser humano, por un excesivo apego a los datos científicos, está en la mente de muchos.
Será necesario, y cada vez más, analizar las implicaciones que tiene el hecho de que la neuroimagen, más que cualquier otra técnica de investigación cerebral, indique, como afirma M.J. Farah, que «importantes aspectos de nuestra individualidad, incluyendo algunos de los rasgos psicológicos que nos importan a la mayoría como personas, tienen correlatos físicos en la función cerebral.»
Esto tiene que ver, por ejemplo, con la investigación sobre los correlatos neurales de la conciencia, o con la más polémica relación entre experiencia religiosa y cerebro, establecida a partir de los estudios con pacientes que padecían epilepsia del lóbulo temporal, y que en ocasiones mostraban intensos sentimientos religiosos durante las crisis.
Las neuronas espejo
Somos criaturas sociales. Nuestra supervivencia depende de entender las acciones, intenciones y emociones de los demás. Las neuronas espejo nos permiten entender la mente de los demás, no sólo a través de un razonamiento conceptual sino mediante la simulación directa. Sintiendo, no pensando.
G. Rizzolatti.
Hasta hace poco tiempo, la atribución de significado a las acciones observadas en otros individuos se explicaba a partir de complejos mecanismos relacionados con la memoria, las experiencias previas y los procesos de razonamiento. Sin embargo, con el descubrimiento de las denominadas “neuronas espejo”, es posible explicar de un modo más sencillo esa situación tan habitual para todos de comprender inmediatamente lo que otro individuo está haciendo. Entender las acciones y las intenciones es una tarea que, aunque en ocasiones requiera de procesos más elaborados, se realiza de modo más directo y simple por medio de las neuronas espejo.
Estas neuronas fueron descubiertas por el equipo de G. Rizzolatti en la década de los años noventa del siglo XX. Observaron cómo ciertas neuronas del cerebro del mono (macaco) se activaban no sólo cuando el individuo realizaba acciones motoras dirigidas a una meta, sino, sorprendentemente, también cuando dicho individuo meramente observaba cómo alguien (otro mono, o un humano) realizaba la misma acción. En la medida en que este conjunto de células parecía “reflejar” las acciones de otro en el cerebro del observador, recibieron el nombre de neuronas espejo.
Este descubrimiento que, como en tantas ocasiones en la historia de la ciencia, fue por azar, se ratificó posteriormente con experimentos específicamente diseñados para observar si las neuronas espejo se activaban ante la observación de acciones (y no sólo durante su ejecución), y si estaban implicadas en la comprensión de las acciones (activándose cuando el mono no podía ver la acción realmente, pero tenía suficientes datos para producir una representación mental de la misma, es decir, cuando podía imaginarla).
Neuronas espejo en el cerebro humano
La confirmación de esta actividad de las neuronas espejo llevó a preguntarse si este mismo sistema existía también en los seres humanos, lo cual se ha demostrado a partir de numerosos experimentos en los que han sido de incalculable ayuda las técnicas de neuroimagen.
Los conjuntos de neuronas espejo parecen codificar plantillas para acciones específicas, lo cual permite a un individuo no sólo llevar a cabo acciones motoras sin pensar en ellas, sino también comprender las acciones observadas, sin necesidad de razonamiento alguno.
Dicho de modo más sencillo: si hasta ahora considerábamos que el movimiento, por ejemplo de una mano, era el resultado de un proceso mental en el que, analizadas por el cerebro las percepciones y datos sensoriales, se emitía una respuesta adecuada (que, en el caso de acciones intencionales complejas, requeriría de unas capacidades cognitivas realizadas por regiones especializadas para ello), y que la zona motora del cerebro era la encargada de ejecutar dicha respuesta en forma de movimiento, ahora parece ser que el sistema motor es mucho más complejo, y puede ser el sustrato neural de procesos atribuidos al sistema cognitivo.
Esto tiene dos importantes consecuencias: por una parte, obliga a revisar lo que hasta este momento se ha venido afirmando respecto a las regiones motoras del cerebro (el sistema motor no puede ser ya concebido como un mero “ejecutor pasivo” de órdenes emitidas por otra región cerebral, parece tratarse más bien de un complejo entramado de zonas corticales diferenciadas, capaces de realizar las funciones sensoriomotoras que parecerían propias de un sistema cognitivo superior) y por otro lado, supone un importante reto para nuestras convicciones filosóficas acerca de la importancia de la comprensión consciente de los actos humanos.
La importancia de estos descubrimientos es de tal categoría que un prestigioso investigador como V.S. Ramachandran no tiene ningún reparo en afirmar que «las neuronas espejo harán por la psicología lo que el ADN hizo por la biología: proporcionarán un marco unificador y ayudarán a explicar una multitud de capacidades mentales que hasta ahora han permanecido misteriosas e inaccesibles a los experimentos». Y, por cierto, el mismo autor afirma que no se ha divulgado suficientemente este enorme salto científico, y que esta frase suya tan llamativa sobre la relevancia de las neuronas espejo ¡es más famosa que el descubrimiento de Rizzolatti y otros investigadores!.
Comprender a los otros
Las investigaciones de G. Rizzolatti, V. Gallasse, M. Iacoboni, L.M. Oberman, V.S. Ramachandran y otros muchos permiten afirmar que existe un vínculo entre la organización motora de las acciones intencionales y la capacidad de comprender las intenciones de otros. Esto supone la disolución de la barrera entre uno mismo y los otros, y es fácil comprender la ventaja que implica desde el punto de vista de la supervivencia. La comprensión de las intenciones y las emociones de otros es esencial para la vida social y el fundamento de los comportamientos morales.
Ramachandran llama a las neuronas espejo “neuronas de la empatía” por ser las implicadas en la comprensión de las emociones de los otros. De algún modo, si la observación de una acción llevada a cabo por otro individuo activa las neuronas que permitirían al observador realizar la misma acción, estaríamos ante una suerte de “lectura de la mente”.
Las neuronas espejo del observador actúan como un sistema que permite la comprensión de las acciones y por tanto la empatía, la imitación, y la teoría de la mente. Incluso se ha sugerido que el sistema de neuronas espejo sería el mecanismo neural básico para el desarrollo del lenguaje. Rasgos todos ellos de capacidades relevantes para la hominización, desde un punto de vista evolutivo.
Un elemento esencial de todas estas hipótesis radica en la introducción de la intención en la comprensión de la acción. Los primeros estudios planteaban la función de las neuronas espejo para entender la acción (el “qué” de la acción), sin embargo, lo más interesante está en la comprensión de la intención de dicha acción (el “por qué”) sin la cual no sería más que un mero reflejo, como el nombre venía a indicar (neuronas espejo).
Determinar por qué se ejecuta una acción es básico para su comprensión real, y tiene que ver con detectar la meta u objetivo de dicha acción. Para estudiar este tipo de cuestiones se han llevado a cabo estudios con resonancia magnética funcional, analizando las respuestas de los observadores a acciones con y sin contexto que les diera sentido.
Mecanismo de simulación incorporado
Los resultados muestran la activación de ciertos grupos de neuronas sólo cuando los actos motores se incrustan en acciones que tienden a una meta. V. Gallese habla de un “mecanismo de simulación incorporado” cuya activación da lugar a la adscripción de intenciones, proceso que se daría siempre por defecto. La predicción de la acción y la adscripción de intenciones serían así fenómenos relacionados, con un mismo mecanismo funcional (la simulación incorporada).
Cada investigador utiliza terminología diferente, lo cual complica un tanto la comprensión de estos estudios. Sin embargo, hay un acuerdo bastante generalizado acerca de que la comprensión de las acciones humanas tiene que ver con la capacidad de simular las acciones observadas en otros (es decir, que el observador represente los estados internos de otros individuos con su propio sistema motor, cognitivo y emocional). Esta simulación posibilita una comprensión de los otros humanos que permite percibirlos como semejantes, una “multiplicidad compartida de intersubjetividad” como lo llama V. Gallese, esto es, permite la atribución de una mente.
La atribución de pensamientos e intenciones a otros, lo que se denomina teoría de la mente, ha sido objeto de estudio conforme a dos hipótesis en pugna:
(1) la teoría-teoría, que, apoyándose en estudios de comportamiento, propone que los individuos desarrollan una ToM en los primeros años de vida probando reglas dadas relativas a las funciones de los objetos y organismos con los que interactúan, y generando cognitivamente una teoría acerca de lo que los otros piensan.
(2) Y la teoría de la simulación que, como se ha señalado, propone que la ToM es un desarrollo de la capacidad de interpretar las acciones de otros a través de la simulación (o representación). Esta segunda hipótesis parece más sólida, en la medida en que los estudios van mostrando que las neuronas espejo están implicadas en esta comprensión de las intenciones, en la imitación, en la empatía, y, por tanto, son la clave del comportamiento social de los individuos.
Autismo y neuronas espejo
Buena parte de las investigaciones afirman, en la misma línea, que una deficiencia en ToM y en la capacidad de empatía sería la explicación más plausible para el autismo. Hace tiempo que se sabe que existe un componente del electroencefalograma (EEG), la onda mu, que se bloquea cuando una persona hace un movimiento muscular voluntario.
Este componente también se bloquea cuando una persona ve a alguien realizar la misma acción, lo cual ha dado lugar a que Ramachandran y Altschuler sugieran que la supresión de la onda mu serviría para disponer de una prueba sencilla y no invasiva para monitorizar la actividad de las neuronas espejo. En los niños con autismo se observa que la supresión de la onda mu sí se produce cuando realizan un movimiento voluntario, pero no cuando observan a alguien realizar la acción, de lo cual se deduce que el sistema motor está intacto, pero no así el sistema de neuronas espejo.
Estos hallazgos se han comprobado también con otras técnicas como la magnetoencefalografía, la resonancia magnética funcional o la estimulación magnética transcraneal. En todos los casos se muestra que en el autismo existe una disfunción de las neuronas espejo. Esto explicaría la mayoría de los síntomas del trastorno autista: falta de habilidades sociales, ausencia de empatía, déficits de lenguaje, imitación pobre, dificultad para comprender las metáforas, etc.
Todo esto nos hace pensar que las neuronas espejo son el mecanismo esencial para comprender las intenciones de otros, para desarrollar una teoría de la mente y, por ende, para capacitarnos para la vida social. Como indicaba V.S. Ramachandran, las neuronas espejo suponen la disolución de la barrera entre yo y los otros. La capacidad de adoptar el punto de vista de otro supone, entre otras cosas, la posibilidad de una imitación intencional y, por tanto, de un aprendizaje basado en la imitación.
Este elemento tiene importantes consecuencias desde el punto de vista evolutivo, lo cual, además, según este autor, permite afirmar que el sistema de las neuronas espejo marca un antes y un después en el debate entre naturaleza y cultura.
La naturaleza humana depende de modo crucial de la capacidad de aprendizaje facilitada, al menos parcialmente, por este sistema. Gracias a él el cerebro humano se especializó para la cultura y se convirtió en el órgano por excelencia de la diversidad cultural. O, lo que es lo mismo, es lo que nos permite ser esencialmente humanos.
Incluso el rasgo que constituye la quintaesencia de lo humano, nuestra propensión a la metáfora, puede estar basada parcialmente en la clase de cruces de dominios de abstracción que median las neuronas espejo; (…) Esto explicaría por qué cualquier mono podría alcanzar el cacahuete, pero sólo un humano, con un sistema de neuronas espejo adecuadamente desarrollado, puede alcanzar las estrellas.
(V.S. Ramachandran).
Lydia Feito Grande es profesora en la Universidad Rey Juan Carlos, en Madrid. Artículo elaborado con ocasión de la sesión del seminario de la Cátedra CTR, el 19 de abril de 2007, en la que intervendrá el profesor Emilio Garcia, Universidad Complutense de Madrid, sobre la modularidad de la mente
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