CAPITULO 4
PSICOPATOLOGIA .
Modos de enfermar
En la Terapia de Crisis el interés se centra en la resolución del problema y no en el análisis del diagnóstico. Este capítulo de Psicopatología analiza los cuadros de despersonalización, depresiones, fobias y las psicopatologías de acción que aparecen en las épocas de crisis social y en los grupos de riesgo.
De todos modos describiremos brevemente los cuadros estabilizados y crónicos que no son patologías de crisis como la histeria y la neurosis obsesiva. En los que nos parece indicada la terapia psicoanalítica pues necesitan desarrollar una neurosis de transferencia y un largo proceso de análisis.
1 Depresión
Cuando falla el mecanismo que transforma la pérdida en recuerdo se instala el fantasma de la depresión. El depresivo se vincula con un fantasma que es alguien que está y no está. Como queda abrazado a lo perdido y pierde los brazos para vincularse con personas reales, vive en el pasado.
Las causas pueden ser de dos tipos: una por pérdida traumática (orfandad, pérdidas importantes que no tuvieron el proceso de duelo, que no pudieron llorarse y compartirse) y la otra es por no haber tenido un hogar donde se le enseñara el deseo, la exploración del mundo, sólo aprendió la desesperanza, son familias grises, escuelas de frustración.
El diálogo es interior y tiene como argumento el reproche o la culpa. El mundo le es ajeno y lejano, su percepción es endo-perceptiva (está dirigida hacia adentro).
2 Paranoia
En cambio, el vínculo paranoide, es el miedo. Se presenta con alarma, es exo-perceptivo (dirigido hacia afuera). El paranoico está muy atento a lo que va ocurrir. Es un vínculo adelantado en el tiempo. Está controlando qué vas a hacer, pregunta “¿Porqué me estás mirando?”, "¿Porqué te pusiste la mano en el bolsillo? ¿Qué vas a sacar?" Está alarmado. El argumento vincular es atacar o huir.
Hoy tenemos en todo Buenos Aires un clima paranoide por los asaltos y la ansiedad del futuro, tenemos un tono muscular de contracción que desgasta porque consume mucha energía. Es como trabajar el doble. Contraigo el brazo porque tengo ganas de dar un golpe, y tengo contraídos los músculos para hacerlo, al mismo tiempo para no hacerlo contraigo los músculos contrarios, esto consume doble energía. A este estado se lo denomina estrés.
Cuando el futuro no puede organizarse en base al deseo se genera la estructura del miedo para que no quede el futuro vacío, para tapar este vacío “lo llenamos de miedo”, si se nos desvanece el deseo, “la zanahoria” (que es un recuerdo placentero) colgaremos del hilo que hace caminar al burro, una araña (que es un recuerdo doloroso), que configurará un futuro temido que organiza una dirección aunque luego no la podemos recorrer porque nos da miedo. Por lo tanto el paranoide queda paralizado, el diálogo básico es externo, atacar o huir. El mundo es un campo de batalla.
3 Fobias
El fóbico es el hermano menor del paranoico, el paranoico siente que todos lo persiguen, percibe el mundo como peligroso, en cambio el fóbico especializa y discrimina al perseguidor, pueden ser los perros, la oscuridad, algún insecto, las mujeres, las alturas, los encierros claustrofóbicos; tienen la fobia ubicada en un lugar y pueden manejarla, evitan eso y van tranquilos, no van donde hay perros, prenden todas las luces y más o menos la controlan. A veces lo logran con un acompañante contrafóbico, salen con determinado objeto o persona y se sienten tranquilos.
4 Histeria
Es un trastorno usual en la mujer que también se da en el hombre. En ambos casos la estimulación erótica que prometen resulta frustrante a la hora de la resolución sexual (en criollo: “calienta la pava y no toma el mate”). Puede presentarse la despersonalización en las crisis histéricas como también trastornos físicos como desmayos, sensación de frío intenso, paralización. En los cuadros graves se acerca al trastorno esquizofrénico y en este caso se habla de psicosis histérica. El tratamiento de prescripción es el psicoanálisis, recordemos que la histeria es el cuadro central de la psicopatología freudiana.
Es, más bien, un cuadro de la burguesía. Podemos decir que requiere de un escenario elegante. En la villa el juego histérico, que es escena y seducción, no se puede mantener porque las necesidades son muy concretas y no permiten darse ese lujo: se mueren de hambre o la violan. La histeria era funcional en los grandes salones vieneses o actualmente en shopings lujosos.
El sexo se representa y no se presenta, no llega a la consumación, porque la seducción histórica es hacia el padre; cuando se acerca la consumación sexual aparece el tabú del incesto que la impide y el juego termina en frustración. Es un cuadro que nace de la represión de la sexualidad como ocurría en la sociedad victoriana.
Aclaramos que la persona no está mintiendo sino que cree en su representación, entra en lo que se llama trance histérico. Por eso Freud, en los primeros tiempos trató las histerias con técnicas de hipnosis, induciendo el abandono del síntoma.
Tiende a generar conflictos triangulares por sus orígenes edípicos (la seducción al padre y la competencia con la madre).
5 Neurosis obsesiva
Tiene características opuestas a la histeria, la expresividad es mínima. La patología está centrada en los rituales obsesivos que controlan el entorno. Si en la histeria puede hablarse de una máscara, en la neurosis obsesiva sirve la imagen de la calesita que da vueltas continuamente, parece que avanza pero no va a ningún lado.
El obsesivo ordena pero no organiza su tarea, desarrolla actividades inútiles porque repite estereotipadamente sus maniobras. Están siempre abriendo y cerrando la llave del gas hasta que se quedan con la llave en la mano. Son pacientes angustiados y tensos.
Si la histérica puede resultar estimulante porque necesita seducir a su público o entorno, el obsesivo produce aburrimiento, es inexpresivo, un verdadero plomazo. Los dos cuadros desean retener el tiempo evanescente, la histérica representando su escena una y otra vez y el obsesivo repitiendo su ritual sistemáticamente. Los dos impiden la sensación existencial de pérdida pero al costo de no vivir vínculos reales.
En su base son dos mecanismos psicológicos fundamentales para la vida social siempre que no se hipertrofien como enfermedad. El núcleo histérico permite la capacidad de ser expresivos, de demostrar emociones y con el núcleo obsesivo podemos organizar adecuadamente la realidad.
Tienen que ver con amor y trabajo que son las dos piernas para el viaje de la vida.
6 Personalidad confusa
Es el otro extremo de la neurosis obsesiva. Es la persona que vive en medio del caos, donde no puede hacer planes ni ordenar su mundo. En este cuadro todo es imprevisto y desconcierta a los demás. Estas personas viven con un gran monto de angustia por la continua vivencia de una catástrofe incontrolable e imprevisible.
7 Simbiosis
También es importante en la patología del vínculo, la simbiosis (no nos referimos a las simbiosis funcionales sino a aquellas intensas donde cada uno mutila las funciones del otro). En los casos de simbiosis agudas, entre las dos personas hacen sólo una, pues ninguna de las dos adquirió autonomía yoica. “Se puede estar solo de tan cerca”.
Un ejemplo son las parejas sado-masoquistas donde el que hace el papel de víctima está utilizando al victimario para cumplir con su propia escena.
8 Brote psicótico
En el brote psicótico el enfermo habla desde una significación distinta a la nuestra, dice una palabra que para él tiene una significación delirante, por ejemplo: cree que la palabra perro puede morder, no discrimina entre el signo y lo que señala. Esta omnipotencia de la palabra está presente también en la infancia y en los rituales mágicos donde una palabra secreta puede enfermar o matar.
El brote genera un sentimiento de vacío inaguantable donde el paciente siente que queda cósmicamente solo. Entonces crea su delirio que le permite vincularse con alguien, que muchas veces es un perseguidor que puede ser un marciano o un monstruo. En el delirio paranoide, el perseguidor lo controla, con lo cual él se siente mirado y vuelve a existir. Además tiene un otro con el que puede dialogar aunque sea delirantemente.
Hacen ensaladas de palabras, las pegan de cualquier manera y resultan creaciones a veces muy hermosas. En el fondo del Borda trabajábamos la poesía psicótica, unen palabras mejor que Neruda. Crean neologismos que son nuevas palabras inventadas. Cierta vez estaban describiendo un asesinato, vi en la pared del Hospicio el dibujo de un cuchillo con sangre y abajo decía “cuchangre”, me pareció espantosa esa palabra porque sintetizaba las dos cosas en forma de pensamiento primario. ¿Se puede aludir a un asesinato con mayor economía que la palabra “cuchangre”? (cuchillo y sangre).
9 Esquizofrenia Mensajes paradojales
La madre del esquizofrénico es muy especial. Según la teoría sistémica que se basa en la teoría comunicacional, para fabricar un esquizofrénico es necesario que la madre le dé mensajes absolutamente paradojales, le interprete la realidad de otra manera y además exija que el niño acepte esa definición. Suelo dar como ejemplo el caso de una madre que trae a la consulta a su hija con un brote esquizofrénico. La hija dice: “Mamá, traeme el saco porque tengo frío” la madre le contesta: “Vos no tenés frío, tenés hambre”. No acepta lo que ella cree. Si dice: “Tengo rabia”, la madre contesta: “No, yo se que vos estás triste”. “¿No va a saber tu madre lo que te pasa?” Continuamente la define como otra cosa de lo que es y la chica empieza a decodificar de manera distinta. Si de niña le pregunta: ¿Por qué papá me mira con rabia? Puede ser que el padre realmente se sienta desplazado. La madre le dice: “¿Por qué decís eso? ¿por qué sos tan mala? Vos no lo querés a papá”. Luego cuando alguien la mire con rabia, ella va a creer que no la quieren. Si la hija pide aclaración, la madre le contesta: ¡No seas insolente con tu madre! No acepta nunca la rectificación del doble mensaje. En teoría de la comunicación se llama double bind, doble atadura, se dice algo en un nivel y en otro nivel lo contrario y se impide señalar la contradicción. La madre se conduce como si la hija fuera una prótesis suya, no acepta que ese ser es un existente independiente.
Otro ejemplo de mensaje paradojal sería el de una esposa que le dice al marido: ¡Tenés que ser más varonil! ¡Te ordeno que vos seas el que manda acá! El marido piensa “si ella me ordena que yo mande, en realidad está mandando ella”. También el caso de un sargento que le dice al soldado: “Le ordeno que me desobedezca!”. Y si el soldado dice: “Sargento, me está ordenando algo contradictorio”, la nueva orden es: “¡Obedezca, soldado!”. En todos los casos el pedido es incongruente en sí mismo. Esto lleva a la paralización porque cualquier cosa que se haga está sancionada, la comunicación es una trampa.
Para que esta modalidad comunicativa que llamamos doble vínculo sea patológica y que acompañada por otros factores produzca una esquizofrenia, tiene que estar dentro de una relación intensa, de sobrevivencia. Como la relación que tiene el niño con los padres.
Si la madre sonríe y le dice: “Yo te quiero mucho” pero lo empuja y cierra la puerta, el pibe no sabe si lo quiere o lo que quiere es echarlo. La clave esta en afirmar algo y en otro canal calificar negativamente lo anterior. En este caso, en canal verbal “te quiero” y en canal gestual lo empuja.
10 Los Moffatts
De la familia inglesa de los Moffatts, densa como toda familia, dos fueron a parar al hospicio: Tommy mi primo y Freddy, que soy yo. A él le tocó delirar y a mí curar. En el Borda descubrió que al Pato Donald lo habían secuestrado y que el dibujo actual era un doble, un impostor. En realidad, el dibujo venía realmente distinto, antes lo dibujaban en Estados Unidos, en Disney y después lo empezaron a dibujar en la editorial Abril, Tommy, además era amigo del padre de Batman. Para explicar esta modalidad delirante analicé la historia familiar recordé que mi tío era muy loco, un obsesivo grave que lo castigaba en forma sádica, en la infancia mi primo se sentía muy solo y desamparado y se refugiaba en las historietas porque ese mundo era protector para él. Entonces cuando de joven hizo el brote, descubrir que habían secuestrado al Pato Donald era terrible porque creía que después lo podían secuestrar a él, ya que estaba identificado con el pobre Donald. Uno puede decir que Donald es un dibujo pero no, para el loco lo que simboliza y lo simbolizado son la misma cosa, para un psicótico la palabra perro muerde. Tommy sólo pasó unos meses en el Borda, el Vieytes, que así se llamaba a principio de los sesenta. Después tuvo una larga vida de investigaciones delirantes, fue amigo de Pichón Rivière y actualmente está jubilado de loco. Todos estos años fui su primo protector y discípulo de sus teorías surrealistas. Tommy y Pichón fueron mis dos maestros en esquizofrenia.
Mi primo Tommy decía que se volvió loco por comer maníes, lo descubrió en el manicomio porque maní-comió…
11 Presos por inocentes
Los locos son inofensivos, si se enojan te amenazan con un tomate radioactivo, hacen disparates pero son la gente más inocente y menos peligrosa que hay. Hace 30 años que llevo a cientos de alumnos a observar y a trabajar en Comunidades Terapéuticas en el Hospicio Borda y nunca pasó nada desagradable. Son cariñosos, gente muy olvidada. Los locos que están adentro del Hospicio son los que se dejaron agarrar, no hacen daño, viven en su mundo. En cambio, los peligrosos están afuera, son los psicópatas, represores, estafadores y asesinos de este sistema económico genocida, que no terminan en hospicios sino en el poder.
12 El no tiempo
Los locos fuman para matar el tiempo. Le pregunté a un compañero internado: "¿Porqué fumás?". Me dijo: "Para hacer tiempo". Me pareció algo exacto. Ahí no existe el tiempo, están condenados a “tiempo forzado”. Afuera, usamos el tiempo para amar y trabajar, allá adentro no existe ni familia ni trabajo y el tiempo se transforma en un infinito vacío.
13 Secreto e identidad
Tu identidad más profunda está armada alrededor de tu último secreto, es ese que nunca podés comunicar porque si lo hacés te das vuelta como un guante, se te disuelve la identidad en el otro porque ese último secreto es lo que te diferencia en este Universo. Esto es muy importante y muy angustiante para el esquizofrénico, que teme que si se comunica, el otro puede absorberlo, ya que su último secreto es muy lábil y si lo entrega se disuelve en el otro. Por eso en la terapia hay que proteger al paciente de sus temores razonables de que le ocurra esto, hay que asegurar que él puede guardar ese último e íntimo secreto.
14 Arsenal psiquiátrico
La psiquiatría organicista represiva tiene un historial de crueldades muy parecidas a las utilizadas en los centros de tortura durante la dictadura militar. En el siglo XIX, el ahogo provocado con chorros de agua helada producía la apnea, el paciente sentía que se moría, era una forma de terapia, en la ESMA se llamaba “el submarino”. El shock insulínico produce un coma físico con vivencia de muerte, después para sacarlo del coma les dan por sonda jugo de naranja con azúcar. También el electroshock lleva a una pérdida angustiante de conciencia y a fuertes convulsiones. Se suponía que si alguien experimentaba una vivencia de muerte se le ordenaba la realidad. Estos psiquiatras partían de una suposición fundamental: “El miedo cura” y en realidad el miedo paraliza y sólo lleva a obedecer, a “portarse bien” socialmente frente al poder.
Existe además el arsenal represivo de los psicofármacos en grandes dosis, el chaleco, el electroshock y finalmente si el paciente se sigue resistiendo a “portarse bien”, la lobotomía.
Pero aceptamos que en casos agudos los psicofármacos actuales son convenientes para bajar el nivel de angustia y permitir la psicoterapia, esto es así siempre que se usen en dosis bajas. Nunca para dejar al paciente duro y babeando porque en este caso volvemos a la psiquiatría represiva, es el caso de la impregnación por altas dosis de psicofármacos.
15 El psicópata
Está vacío subjetivamente, actúa, manipula a los demás. Aprendió a manejar el mundo, no configuró en su infancia un sí-mismo, un yo íntimo, es pura exterioridad. Es lo opuesto al psicótico, es muy peligroso ya que no tiene posibilidad de identificación, podemos decir que en vez de corazón tiene un agujero, no puede sentir empatía, deprimirse ni tener culpa. Por eso puede hacer cualquier cosa, él se siente objeto, de niño lo trataron como cosa, viene de una familia muy enferma, por eso trata así a los demás. Si alguno de nosotros quisiera hacer una maldad extrema y quisiera torturar a otro, cuando la sangre brota y el otro grita, es probable que nos desmayemos, no podemos evitar la identificación, o sea pensar: “mirá si me lo hacen a mi”. En cambio, el torturador, que es un psicópata grave, dice: “Dale más voltaje porque ya trajeron la pizza…”.
El psicópata tiene la mirada fría, sin arrugas, es como de acero. Hace que la víctima se entregue sola, la manipula psicológicamente como la víbora al pajarito, la seduce con la escena deseada y la amenaza con la escena temida que adivina en la víctima.
Su placer mayor es el sometimiento, quiere obtener y poseer al otro pero no puede gozar con el amor. Estas personas son peligrosas y poco o nada recuperables. ¿Para qué las describo? sólo para que nos defendamos de ellos. Antiguamente se los llamaba “locos morales” pero sólo se pensaba en los delincuentes carcelarios, algunos de los cuales tienen fuertes rasgos psicopáticos.
Un ejemplo de psicópata puro es un torturador. Los genocidas como Videla, Massera, no se arrepienten y dicen: “Fue por la Patria”. Si alguien le pregunta: “¿Pero usted cortó el bebé en pedacitos…?”. Seguramente va a contestar: “Si, pero fue para defender a la Patria”.
16 Hábil manipulador
Decía arriba que de niño el psicópata fue tratado como un objeto y no como sujeto. La familia lo construyó como cosa. Cuando tenía angustia, le decían: "andá a pegarle al vecino", donde se sustituye la emoción por un acto. No cualquiera se hace psicópata, hay que tener una gran capacidad de observación, de manipulación. Un bruto cualquiera, que sólo pega, no es psicópata, es sólo una personalidad agresiva, epileptoide o paranoide, desgraciadamente los psicópatas son inteligentes… inteligentes hijos de puta.
Un psicópata se presenta como una persona lúcida. Puede ser seductor y amable pero está manipulando y es muy peligroso. En cambio, el psicótico es alguien confundido. El psicópata “te empaqueta fríamente”, en los casos graves es un asesino serial.
Es admirable la precisión que tiene en el manejo de la realidad, construye un juego de ajedrez. No agarra un garrote y te da, hace que el palo te lo des vos mismo, te manipula mentalmente y te destruye. Es como la serpiente con el pajarito, que lo paraliza y después se lo come.
17 Shock psicológico
A una persona que está en situación de shock psicológico agudo no le podemos hablar, quedó detrás de las palabras y suelen ponerse en posición fetal, lo que indica que está regresado. Para estos casos hay maniobras corporales como el abrazo de contención. Si está en pánico agudo, debe ser atendido con una técnica corporal llamada “maternaje”, que consiste en abrazarlo casi como a un bebé por su regresión aguda. Incluso hasta se mea y se caga, lo que indica que regresó antes del control de esfínteres. Luego irá volviendo a la realidad gracias al proceso terapéutico, que por etapas sucesivas lo lleva a su edad actual.
18 Abuso sexual en menores
Las malas experiencias como un abuso sexual en la niñez pueden después traer problemas en la sexualidad adulta. Lo curioso de la mente es que se puede reparar lo sucedido, se puede modificar el pasado. Cuando soñamos podemos volver a la profundidad del inconsciente y con técnicas de ensueño dirigido y psicodrama podemos revivenciar con plena sensación de actualidad aquel hecho doloroso. A través de una catarsis, se externaliza el recuerdo, se pone en palabras y se entiende el traumatismo.
Los abusos sexuales en los niños son muy confusos, ambiguos y paradojales porque el que tiene que proteger es justamente el agresor. Muchas veces la madre es cómplice y dice: "Eso no pasó, mentís". Con lo cual la nena cree que está loca, porque la mamá es la que le define la realidad. El mundo se convierte para la criatura en algo que no comprende. A veces la madre le dice: "Vos lo provocaste", esto es muy frecuente, y entonces la nena cree que es puta, aunque sabe que no sedujo y se confunde. Por eso, este tipo de experiencias traumáticas a edades muy tempranas dejan huellas profundas. Es algo que sucede de noche y es ocultado en el día. Está inscripto en la nocturnidad y por eso es muy confuso. Durante el hecho hay conciencia crepuscular en el niño o niña. No entiende bien si ocurrió o no. He tenido casos graves donde en la cama de la nena apareció semen y cuando le cuenta a la madre, ella le hace creer que se volcó el te con leche. Cuando la víctima del abuso es nena y se hace adulta, desarrolla síntomas mutilatorios de su sexualidad como frigidez o vaginismo, que es la contracción espasmódica de la musculatura vaginal que impide la penetración. Para curarlo se debe revivir dolorosamente la escena con técnicas de regresión, ensueño dirigido o psicodrama para luego poder verbalizarlo. Podemos decir que es algo que no supuró en su momento. Es como un absceso con pus, hay que punzarlo para que salga la infección y se cure.
19 El amigo Frankestein
¿Quién fabrica a su perseguidor? Uno mismo construye su monstruo. Si entra Frankestein y le digo: “Pasá flaco, sentate, tomá un cafecito, mirá cómo estás, arreglate un poco, peinate mejor…”. Yo creo que con esto Frankestein desaparece, él existe porque cuando viene yo huyo y es mi huida lo que lo transforma en Frankestein. Él perseguía a la gente porque todos se escapaban y él sólo quería hablar con alguien. Creo que después de ese diálogo Frankestein terminaría llorando y diciendo “nunca me convidaron un cafecito”. Es el tema de besar al sapo para que se transforme en príncipe. El amor embellece.
20 Provocar lo que se teme
Me vino a ver un paciente preocupado porque cada vez que entraba a algún lugar concurrido como un bar observaba que extrañamente todos lo miraban. Él no entendía cuál podía ser la razón del comportamiento de los demás.
Le pregunté cómo se daba cuenta que todo el mundo lo miraba. Me contó que se sentaba generalmente en el centro del lugar para desde allí controlar minuciosamente a cada uno de los presentes y al rato advertía que comenzaban a mirarlo todos.
Yo le dije que si me siento en un bar y miro hacia todos lados, inmediatamente me convierto en sospechoso, puedo ser tomado por un policía o un ladrón. Lo miraban porque estaban alarmados, él inducía el comportamiento de los demás.
Es como si alguien fuera caminando por la calle atajando golpes imaginarios. Seguramente antes de la tercera cuadra alguien le mete una piña.
21 El síntoma es defensivo
Observamos frecuentemente que en la historia de los chicos adictos no ha habido afecto en sus vínculos infantiles. Tiene la vivencia de vacío existencial, llamado síndrome de vida vacía. Muchas veces la droga da una salida a esa situación, aunque el remedio termina siendo peor que la enfermedad.
Siempre que alguien hace un síntoma, lo hace para protegerse de algo peor y para modificarle ese mecanismo, antes tenemos que darle otra cosa en sustitución. Cuando le pregunté a un chico de la calle, se llamaba “Huesito” (podemos imaginar la razón) por qué se daba con el Poxi, me dijo: “Yo duermo donde vos caminás, ¿querés que me vuelva loco? Dame una casa y yo dejo el Poxi”. El pegamento era la defensa ante la vivencia de vacío
22 Deprivación social masiva
Si el humano queda totalmente solo deja de existir. Lo de Robinson Crusoe es una ficción, estuvo 20 años en una isla desierta, a los seis meses cualquiera se vuelve loco. Como era inglés podía durar un poco más, si hubiera sido italiano, vive una semana. Hubiera hecho un delirio, y como era religioso, un delirio místico.
El buzón es un lugar de castigo que toda cárcel tiene, al que los presos temen más que a la paliza. Está muy aislado, no se oye ningún ruido, a oscuras, es un lugar pequeño en el que entra una sola persona. Cuando los presos son metidos allí, sienten que desaparecen. Al poco tiempo de estar solos, sin ver ni oír nada, comienzan a delirar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario