1. EL SECRETO REVELADO
Un año atrás mi vida colapsó a mí alrededor.
Trabajé hasta el agotamiento.
Mi padre falleció repentinamente y mis relaciones estaban conmocionadas.
Poco sabía en ese momento que a partir de mi mayor desesperación,
llegaría el mayor regalo.
Vislumbré un gran Secreto.
Comencé a buscar el secreto a través de la historia
EL SECRETO FUE ENTERRADO
EL SECRETO FUE CODICIADO
EL SECRETO FUE SUPRIMIDO
No podía creer la cantidad de personas que lo conocían.
Fueron los personajes más importantes de la historia
(murmullos) ¿Por qué nadie lo sabía?
Lo único que quería era compartir El Secreto con el Mundo
Comencé a buscar a las personas que hoy en día conocieran El Secreto
Una a una empezaron a surgir.
Este secreto le da todo lo que usted desea felicidad, salud y riqueza.
Usted puede tener, hacer y ser todo lo que desee.
Podemos tener todo lo que elijamos.
Sin importar qué tan grande sea
En qué tipo de casa desea vivir?
Quiere ser millonario?
Qué tipo de negocio desea tener?
Quiere más éxito?
Qué es lo que realmente desea?
He visto suceder muchos milagros en la vida de las personas
Milagros financieros, milagros de sanación física
sanación mental, sanación de las relaciones.
Y todo esto sucedió porque sabían como aplicar el secreto.
Es el gran secreto de la vida.
“EL SECRETO ES LA RESPUESTA
A TODO LO QUE HA SIDO.
A TODO LO QUE ES, Y A TODO
LO QUE SERÁ.”
Emerson
Posiblemente ha estado sentado allí preguntándose cuál es el secreto.
Le contaré como llegué a comprenderlo.
Todos trabajamos con un poder infinito.
Todos nos guiamos exactamente por las mismas leyes.
Las leyes naturales del universo son tan exactas
que no tenemos dificultad alguna para construir naves espaciales,
podemos enviar personas a la luna
y podemos calcular el aterrizaje
con la precisión de una fracción de segundo
Sin importar si está en la India,
en Australia, Nueva Zelanda,
Estocolmo o Londres
o Toronto, Montreal o Nueva York.
Todos trabajamos con un solo poder.
Una sola ley.
Es la atracción.
El Secreto es la Ley de la Atracción.
Todo lo que llega a su vida
usted lo atrae a ella.
Y es atraído a usted por virtud de las imágenes
que mantiene en su mente.
Es lo que usted piensa.
Todo aquello que sucede en su mente
usted lo atrae hacia sí mismo.
Las personas inteligentes siempre lo supieron,
puede retroceder hasta los antiguos Babilonios,
ellos siempre lo supieron,
es un selecto grupo de personas.
Por qué cree que el uno por ciento de la población
recibe alrededor del 96% de todo el dinero ganado?
Acaso cree que es por casualidad?
No es por casualidad.
Ha sido diseñado de esa forma.
Ellos comprenden algo.
Ellos comprenden el Secreto.
Y ahora le presentamos El Secreto
La forma más sencilla para mí de ver la ley de la atracción,
es pensando en mí como si fuese un imán
y sé que un imán ejerce una atracción.
Básicamente, la ley de la atracción dice
que lo similar atrae lo similar.
Pero en realidad hablamos a nivel del pensamiento.
Nuestra labor como humanos,
es sostener los pensamientos de lo que deseamos,
tener totalmente claro en nuestras mentes lo que deseamos,
y desde ahí comenzamos a invocar
una de las leyes más importantes del universo
que es la ley de la atracción.
Usted se convierte en aquello en lo que piensa todo el tiempo
pero también atrae aquello en lo que piensa todo el tiempo
Si lo ve aquí,
lo sostendrá aquí.
Y ese principio se puede resumir
en tres palabras sencillas,
los pensamientos
se vuelven
cosas
Lo que muchas personas no comprenden es que
un pensamiento tiene una frecuencia.
Todo pensamiento tiene una frecuencia,
y podemos medir ese pensamiento.
Si usted tiene un pensamiento
una y otra y otra vez,
si imagina en su mente,
que tiene un nuevo automóvil, el dinero que necesita,
crear esa compañía, encontrar su alma gemela.
Si imagina cómo es,está emitiendo esa frecuencia en forma consistente.
Los pensamientos envían esa señal magnética que atrae lo correspondiente.
Véase a sí mismo viviendo en abundancia y la atraerá.
Siempre funciona, funciona todas las veces,con todas las personas.
Pero aquí está el problema, la mayoría de las personas piensan en lo que no desean
y se preguntan por qué se presenta una y otra y otra vez.
A la ley de la atracción no le importa si usted percibe algo como bueno o malo
o si no lo desea, o lo desea.
Responde a sus pensamientos.
Si está sentada allí viendo una montaña de deudas, sintiéndose terriblemente mal,
es la señal que está enviando al universo, ‘ayy’, realmente me siento muy mal por todas estas deudas que tengo lo está afirmando para sí misma
lo siente en cada nivel de su ser, y eso es lo que va a seguir teniendo.
Por eso, cuando observa aquello que desea y le dice que sí, está activando un pensamiento y la ley de la atracción responde a ese pensamiento, y le trae las cosas que coinciden con eso.
Pero cuando ve algo que no desea,y grita que ‘No’ lo quiere, en realidad no lo está alejando.
En cambio, está activando el pensamiento de aquello que no desea y así, la ley de la atracción también alinea esas cosas para usted.
Este universo está basado en la atracción,todo tiene que ver con la atracción.
La ley de la atracción funciona siempre, sea que crea en ella, o la comprenda o no.
Siempre funciona.
Usted podría estar pensando en el pasado, el presente, o el futuro, y aunque esté recordando, observando, o imaginando aún así, en ese proceso, estará activando pensamientos,y la ley de la atracción, que es la ley más poderosa del universo, responderá a su pensamiento.
La creación siempre sucede.
Cada vez que un individuo tiene un pensamiento o una forma crónica y prolongada de pensar, está en proceso de creación.
Y algo se va a manifestar como consecuencia de esos pensamientos.
La ley de la atracción dice, te daremos todo lo que dices y en lo que te enfocas.
Y así, si se queja sobre lo mal que está todo,lo que está creando es más de lo mal que está todo.
Tuve un estudiante llamado Roberto.
Roberto era gay y tomaba un curso que yo tenía en línea, parte de éste incluía contacto conmigo por e-mail.
Y me describió todas las realidades desoladoras de su vida. En su trabajo, todas las personas se unían para burlarse,y estaba constantemente estresado por a la forma desagradable con que lo trataban.
Cuando caminaba por la calle, en cada cuadra lo acosaban las personas que le tenían fobia a los homosexuales, y que deseaban maltratarlo en alguna forma. Deseaba convertirse en un comediante de centros nocturnos, y cuando salía al escenario y hacía su labor, todos lo interrumpían por ser gay.
Y su vida estaba llena de infelicidad y sufrimiento, y todo giraba alrededor de su idea de sentirse atacado porque era gay.
Comencé a enseñarle que se estaba enfocando en lo que no quería.
Le pedí que viera el e-mail que me había enviado y dije, “Vuelva a leerlo. Vea todas las cosas que no desea y de las cuales me habla.
Y lo hace en forma muy apasionada.
Cuando se enfoca en algo con gran apasionamiento,eso se cumple aún más rápidamente.”
Entonces, verdaderamente comenzó a enfocarse en aquello que deseaba de corazón.
Y realmente empezó a lograrlo.
Lo que sucedió en las siguientes 6-8 semanas fue verdaderamente un milagro.
Dijo que todas las personas de su oficina que lo habían estado acosando o fueron transferidas a otro departamento, dejaron de trabajar en la compañía o comenzaron a dejarlo en paz.
Y empezó a amar su trabajo.
Notó que cuando caminaba por la calle,ya nadie se acercaba para acosarlo.
Ya no estaban ahí.
Cuando fue a presentar sus rutinas de comediante, comenzó a recibir ovaciones de pie y nadie lo interrumpía.
Toda su vida cambió,porque cambió de enfocarse en lo que no quería lo que temía, lo que deseaba evitar,para enfocarse en lo que sí deseaba.
Así, al ser muy positivos en nuestra apariencia y orientación,tendemos a atraer personas positivas y eventos y circunstancias positivas.
Cuando somos muy negativos o estamos muy enojados,tendemos a atraer personas negativas y enojadas,y circunstancias negativas y enojosas.
Y usted termina atrayendo hacia sí los pensamientos predominantes que sostiene en su conciencia,sean conscientes o inconscientes.
Ahí radica el problema.
Si observa con cuidado,cuando se trata del secreto y del poder de nuestra mente y del poder de la intención en nuestra vida diaria,nos rodea totalmente.
Lo único que debemos hacer es abrir nuestros ojos y mirar.
La Ley de la Atracción es evidente en su sociedad cuando ve que aquél que habla todo el tiempo de enfermedad, la tiene, que aquél que habla todo el tiempo en prosperidad, la tiene, la Ley de la Atracción se hace evidente en todo lo que lo rodea,
si comprende de qué se trata.
Tiene que ver con que usted es un imán,
que atrae pensamientos, personas, eventos, estilo de vida.
Todo aquello que llega a su experiencia
llega debido a esta poderosa Ley de la Atracción.
No hablo solamente desde el punto de vista
de los buenos deseos,
o de la locura imaginaria.
Les hablo desde una comprensión básica mucho más profunda.
La física cuántica comienza a enfocarse en ese descubrimiento.
Dice que no se puede tener un universo sin que en ello participe la mente.
Que en realidad es la mente la que le da forma a lo que se percibe.
Y si no lo comprende, no significa que deba rechazarlo.
Tampoco comprendemos bien la electricidad.
En primer lugar nadie sabe lo que es la electricidad,
y sin embargo disfruta sus beneficios.
¿Sabe cómo funciona?
Yo no sé cómo funciona.
Pero sí se esto,
que puedes cocinar la cena de un hombre con electricidad,
y también puedes cocinar al hombre.
Con frecuencia, cuando las personas comienzan a comprender el gran secreto,
sienten temor por todos esos pensamientos negativos que tienen.
Es necesario que tengan claridad sobre dos cosas,
una, se ha probado científicamente que un pensamiento afirmativo
es cien veces más poderoso que un pensamiento negativo,
con eso, podemos eliminar hasta cierto punto el grado de preocupación.
Ustedes viven en una realidad donde existe esa barrera de tiempo.
Y en verdad que es muy útil.
Usted no deseará encontrarse en un ambiente donde
sus pensamientos se manifiesten inmediatamente.
La evidencia tarda en llegar y eso es realmente algo bueno.
Y así, si usted desea ser conciente de sus pensamientos,
querrá elegir sus pensamientos con cuidado
y divertirse haciéndolo,
porque usted es la obra maestra de su propia vida,
es el Miguel Ángel de su propia vida.
El David que está esculpiendo es usted mismo.
Y lo hace con sus pensamientos.
2. EL SECRETO AL ALCANCE DE TODOS
Los líderes del pasado que conocían el secreto,
querían conservar el poder y no compartirlo.
Por eso, mantuvieron a las personas ignorantes sobre El Secreto.
Las personas iban a trabajar, cumplían con su labor y volvían al hogar.
Permanecían en un círculo sin poder alguno,
porque El Secreto pertenecía sólo a unos pocos.
Vivimos en un Universo en el que existen leyes.
Al igual que existe una ley de gravedad, porque si cae de un edificio,
no importa si es buena persona o mala persona,
igualmente se estrellará contra el suelo.
Todo lo que lo rodea en este momento en su vida,
incluyendo aquello de lo cual se queja, usted lo ha atraído.
Sé que, en primera instancia, es algo que detesta escuchar.
Inmediatamente dirá, yo no atraje el accidente del automóvil.
Yo no atraje ese cliente.
Yo no atraje esa deuda.
Yo no atraje ... cualquier cosa de la que se esté quejando.
Y yo estoy aquí para desafiarlo un poco y decirle,
usted sí lo atrajo.
Y este concepto es uno de los más difíciles de aceptar,
pero una vez que lo acepte, transformará su vida.
Forma parte del gran Secreto.
Y la mayoría de nosotros lo atrae por defecto.
Aunque creemos que no tenemos ningún control sobre eso.
Nuestros pensamientos están en piloto automático, nuestros sentimientos están en piloto automático, y así, todo llega a nosotros por defecto.
Bueno, si es la primera vez que escucha esto, podría sentir como si
Ay! ¿tendré que vigilar ahora mis pensamientos? Eso significa mucho trabajo.
Al principio puede parecer que es así.
Pero ahí empieza la diversión.
No lo animamos a que trate de vigilar sus pensamientos.
Eso podría volverlo loco en cierta forma.
Muchos pensamientos llegan a usted,
procedentes de distintas partes y sobre distintos asuntos.
Ahí es cuando entra su sistema de guía emocional.
Sus emociones – su sistema de guía emocional -
es lo que le ayuda a comprender lo que está pensando.
Y así, sus pensamientos crean emociones.
Las emociones son ese regalo increíble que tenemos
y que nos permiten conocer lo que estamos atrayendo.
Desde nuestra perspectiva, solamente existen dos emociones.
Con una nos sentimos bien y con la otra mal.
Ustedes las llaman de muchas formas diferentes,
sin embargo, básicamente todas ellas son emociones negativas
- sea que las llamen culpa, enojo o frustración,
- todas se sienten en forma semejante.
No nos hacen sentir bien.
Y es una guía que indica
que lo que está pensando en ese momento
no está alineado con lo que desea realmente.
En otro nivel la llamamos mala frecuencia
o mala vibra o como queramos llamarla.
Aquello que lo hace sentir bien, ese sentimiento de esperanza, o alegría o amor
esa buena sensación, esa emoción positiva es una guía que indica
que lo que está pensando en ese instante está alineado con lo que desea.
En realidad es así de sencillo.
La respuesta está justo ahí.
¿Qué estoy atrayendo en este momento?
Bueno, ¿cómo me siento? me siento bien.
Si es así, siga haciéndolo.
Nuestros sentimientos son el mecanismo de retroalimentación
que no indica si estamos en nuestro camino o no,
si estamos en el camino o fuera de él.
Cuanto mejor se sienta, más alineado estará.
Cuanto peor se sienta, más desalineado estará.
Lo que usted hace a medida que transcurre
la multiplicidad de su experiencia diaria,
es ofrecer pensamientos
que literalmente formulan su experiencia futura.
Y puede deducirlo por la forma en que se siente,
si aquello hacia lo cual se dirige
le dará gusto cuando llegue ahí.
AQUELLO QUE ESTÁ SINTIENDO
ES UN REFLEJO PERFECTO
DE AQUELLO QUE ESTÁ EN PROCESO
DE VOLVERSE REALIDAD
Y obtiene exactamente lo que siente
más que lo que piensa.
Es por eso que cuando se levantan de mal genio al salir de la cama,
tienden a seguir igual.
Todo el día sigue en la misma forma.
No comprenden que con un sencillo cambio de sus emociones
pueden cambiar todo su día y su vida.
Si se levanta radiante, teniendo un buen día
y sostiene esa sensación de alegría
en tanto no permita que algo cambie su ánimo,
continuará atrayendo, por ley de atracción
más situaciones, circunstancias y personas que conserven esa sensación de felicidad.
Días buenos, días malos, los ricos enriquecen, los pobres empobrecen
todo tiene que ver con lo que estas personas sienten
predominantemente y constantemente.
En este mismo instante puede empezar a sentirse saludable.
Puede empezar a sentirse próspero.
Puede empezar a sentir el amor que lo rodea,
incluso si no está ahí.
Y lo que sucederá es que
el Universo coincidirá con la naturaleza de su canción,
coincidirá con la naturaleza de su sentimiento interno,
y lo manifestará, porque así es como usted se siente.
Básicamente, aquello en lo que se enfoca con pensamiento y sentimiento
es lo que atrae a su experiencia,
sea que lo quiera o no.
LO QUE USTED PIENSA
Y LO QUE SIENTE
Y LO QUE SE MANIFIESTA
SIEMPRE COINCIDEN.
Todas las veces. Sin excepción.
Es difícil aceptarlo.
Pero cuando somos capaces de abrirnos a eso,
las ramificaciones son sorprendentes.
Significa que todo lo que el pensamiento ha creado en su vida,
se puede deshacer por medio de un cambio de conciencia.
“USTED CREA SU PROPIO UNIVERSO A MEDIDA QUE TRANSCURRE SU VIDA”
Winston Churchill
Realmente es importante que se sienta bien,
porque ese sentirse bien es lo que envía una señal al Universo,
que comienza a atraer más de lo mismo hacia usted.
Y así, cuanto mayor sea el tiempo que se sienta bien
más atraerá las cosas que le ayuden a sentirse bien,
y podrán continuar elevándolo cada vez más y más.
Cuando se sienta deprimido,
¿sabe que puede cambiar eso así de fácil?
Ponga una hermosa pieza de música.
Empiece a cantar. Eso cambiará su emoción.
O piense en algo hermoso.
Piense en un bebé.
Tal vez en uno que ame.
Y quédese ahí. Sostenga ese pensamiento en su mente,
bloquee todo lo demás excepto ese pensamiento.
Le garantizo que empezará a sentirse bien.
Por ejemplo, ese principio aplica a la mascota de su familia
lo cual creo maravilloso porque lo pone en un estado emocional grandioso.
Cuando siente amor por su mascota, es una condición de amor maravillosa
que atraerá un mayor bienestar a su vida.
¡Es un regalo precioso!
Y cuando comienza a comprender cómo funciona,
cuando empieza a orientar sus pensamientos basado en la forma como siente,
y empieza a percibir la relación que existe
entre lo que siente y piensa y lo que regresa a usted,
antes de lo que imagina,
sabrá que es el creador de su realidad.
Y aquellos que observan en la distancia
se sorprenderán
de la vida tan perfecta que vive.
Desde que conocí el Secreto y comencé a aplicarlo en mi vida,
ésta se volvió mágica.
Creo que tengo la vida que todos sueñan,
y la vivo sobre la base del día a día.
Vivo en una mansión de cuatro millones y medio de dólares,
tengo una esposa que adoro,
Voy de vacaciones a todos los lugares fabulosos del mundo,
He subido montañas, explorado, participado en safaris.
Y todo esto sucedió y continúa sucediendo
porque conozco la forma de aplicar el Secreto.
La vida puede ser fenomenal y debería serlo,
y lo será cuando empiece a usar el Secreto.
3. CÓMO USAR EL SECRETO
Muchas personas me preguntan cuál es su papel en el proceso creativo,
y cuál es el del Universo.
Veamos eso por un momento.
Usemos la metáfora de Aladino y su lámpara.
Probablemente la conoce.
Aladino levanta la lámpara y le quita el polvo,
y aparece un genio.
El genio siempre dice lo mismo:
“Tus deseos son mis órdenes”
Si busca los orígenes de la historia, bueno,
creemos que concede tres deseos,
pero si busca los orígenes en la historia
verá que no existen límites para lo que pueda desear.
Piense en eso.
Ahora, tome esta metáfora, sáquele provecho
y aplíquela en su vida.
Recuerde que Aladino es el que siempre pide lo que desea.
Después viene todo el Universo,
que es el gran genio,
las tradiciones lo han llamado en muchas formas.
Su santo ángel guardián, su ser superior.
Podemos llamarlo de muchas formas,
y puede elegir la que funcione mejor para usted.
Pero todas las tradiciones nos han enseñado que existe algo que es más grande que nosotros,
y el genio siempre repite una sola cosa:
“Tus deseos son mis órdenes”
Por eso, queremos contarle que el proceso creativo tiene tres pasos:
El paso uno es que debe pedir aquello que desea.
No es necesario que use palabras para pedirlo, de hecho,
el Universo ni siquiera escucha las palabras que pronuncia.
El Universo responde totalmente a su pensamiento.
¿Qué es lo que desea realmente?
Siéntese y escríbalo en una hoja de papel.
Escríbalo en presente.
Podría comenzar con: “Estoy muy feliz y agradecido ahora que ...”
Y a continuación explique cómo quiere que sea su vida.
En todas las áreas.
Es realmente divertido.
Es como tener el Universo en un catálogo,
y usted va pasando las páginas y dice
“Me gustaría tener ésta experiencia y éste producto,
y una persona como ésta”
Se trata de usted haciendo su pedido al Universo.
Realmente, es así de fácil.
El segundo paso es la respuesta.
Una respuesta a lo que está pidiendo.
Y eso no le corresponde a usted en la forma física.
El Universo se encargará de ese paso.
Todas las fuerzas del universo
responden a los pensamientos que usted ha puesto en acción.
Genio: “Tus deseos son mis órdenes.”
Y el Universo comenzará a organizarse
para que eso suceda.
La mayoría de nosotros no nos hemos permitido
desear aquello que verdaderamente queremos,
porque no podemos ver en qué forma se manifestará.
Si investiga un poco
será evidente para usted
que todo aquél que ha logrado algo en la vida
no sabía en qué forma lo lograría.
Lo único que sabía era que lo haría.
No es necesario que sepa en qué forma se hará realidad.
Usted no necesita saber cómo se reorganizará el Universo.
Usted no sabe cómo se presentará
pero atraerá la forma.
Y así, a veces dicen:
“Algo terrible debe estar pasando
porque sé que estoy pidiendo, pero ¿dónde está lo que pido?
y le decimos, está pidiendo,
está completando el paso uno, es lo único que puede hacer.
Y el Universo siempre responde, sin excepción.
Pero existe otro paso que usted debe comprender,
y se llama el paso tres, que es el paso de recibir.
Lo que significa que usted se debe alinear
con aquello que está pidiendo.
Cuando está alineado con lo que desea, se siente maravillosamente.
Eso es entusiasmo,
es alegría, es agradecimiento,
es el sentimiento de lo que nos apasiona.
Pero cuando siente desesperación,
o temor, o enojo,
es un fuerte indicio que usted no está alineado en ese momento
con aquello que está pidiendo.
Y así, cuando comienza a comprender que la forma como siente lo es todo,
y empieza a dirigir sus pensamientos basado en la forma cómo siente,
poco a poco podrá descubrir el sentimiento
y ser uno con él,
y con eso, deberá manifestarse en su experiencia.
Y cuando esa fantasía se vuelve un hecho
está en posición de crear fantasías más grandes y mejores.
Y eso, amigos, es el proceso creativo.
Por eso,
el estudio y la práctica de la ley de atracción,
consiste en descubrir aquello que le ayudará
a generar los sentimientos de tener ahora mismo lo que quiere.
Vaya y ensaye ese automóvil,
vaya a comprar esa casa,
entre en la casa.
Haga lo necesario para crear los sentimientos de que ya lo tiene en este momento,
y recuérdelos.
Todo lo que pueda hacer para lograrlo
le ayudará a atraerlo.
Podría ser que se despierte y ahí está, se ha manifestado.
O, podría llegarle una idea inspirada respecto a una acción que deba tomar.
Definitivamente no debería decir:
‘Bueno, podría lograrlo en esta forma, pero caramba, detesto hacerlo así’
Porque si ése es el caso, no está en el camino correcto.
A veces es necesario tomar acción,
pero si lo está haciendo alineado con lo que el Universo trata de entregarle,
se sentirá lleno de alegría,
lleno de vida,
el tiempo se detendrá, usted podría pasarse el día haciéndolo.
Al Universo le gusta la velocidad,
no lo demore, no suponga, no dude.
Cuando la oportunidad se presente, cuando llegue el impulso,
cuando la intuición interna aparezca,
actúe.
Es su labor.
Y es lo único que tiene que hacer.
Atraerá todo lo que necesite.
Si necesita dinero, lo atraerá,
Si necesita personas, las atraerá.
Si es un libro específico, lo atraerá.
Debe prestar atención a aquello a lo que se siente atraído,
porque a medida que sostiene las imágenes de lo que desea,
se sentirá atraído hacia las cosas y éstas se verán atraídas hacia usted.
Pero llegan literalmente a su realidad física
con y a través de usted.
Y lo hacen por medio de la ley.
Puede comenzar con nada,
y de la nada y de ninguna parte
se creará la forma.
Piense en esto.
Un carro viaja a través de la noche,
las luces solamente iluminan de cien a doscientos pies al frente,
y usted puede recorrer todo el camino desde California hasta Nueva York
conduciendo a través de la oscuridad,
porque lo único que necesita ver son los siguientes doscientos pies.
Así es como la vida tiende a desarrollarse frente a nosotros.
Y si confiamos en que verá a continuación los siguientes doscientos pasos
y después podrá ver los otros doscientos pasos,
su vida continuará desenvolviéndose,
y eventualmente lo llevará a su destino
o hacia aquello que realmente desea, porque usted lo está deseando.
“DEBE DAR EL PRIMER PASO CON FE.
NO NECESITA VER
TODA LA ESCALERA,
TAN SÓLO DEBE DAR EL PRIMER PASO.”
Martin Luther King Jr.
Otra cosa que las personas se preguntan es,
¿cuánto tiempo tomará?
Cuánto tiempo tomará manifestar el automóvil, la relación,
el dinero, o lo que sea.
Bueno, no tengo un libro de instrucciones que diga
le tomará treinta minutos o tres días o treinta días.
Creo que tiene que ver conque usted
esté alineado con el Universo.
El tamaño no significa nada para el universo.
A nivel científico, no es más difícil atraer
algo que consideramos gigantesco
o aquello que consideramos muy pequeño...
Todo lo que hace el universo no requiere esfuerzo alguno.
El pasto no se esfuerza por crecer,
sucede sin esfuerzo.
Todo tiene que ver con lo que sucede aquí arriba.
Es lo que nosotros establecemos al decir
‘Esto es grande, tomará algún tiempo’ y
‘Esto es pequeño, le daré una hora.’
Esas son las reglas que definimos.
De acuerdo con el Universo no existen reglas.
Usted pone los sentimientos de que lo tiene ahora y
él responderá.
Para algunas personas es más fácil con cosas pequeñas,
y dicen: ‘Empezaré con algo pequeño,
como una taza de café.
Ponga su intención de atraer una taza de café hoy”.
Sostenga la imagen de
estar hablando con un viejo amigo que no ha visto por largo tiempo.
De alguna forma, u otra persona comenzará a hablarle sobre esa persona,
esa persona le llamará por teléfono o usted recibirá una carta de ella.
Las personas se sorprenden de la forma que encuentro estacionamiento,
y lo he venido haciendo desde que comprendí el Secreto por primera vez.
Visualizo el estacionamiento exactamente en el lugar que lo deseo
y el 95% de las veces me está esperando,
y sencillamente me estaciono.
Un 5% de las veces debo esperar un minuto o dos
y la persona saldrá y yo ingresaré.
Hago eso todo el tiempo.
4. PROCESOS PODEROSOS
Muchas personas se sienten estancadas, prisioneras
o limitadas a sus circunstancias actuales,
quiero hacerle notar que, sin importar las circunstancias en las cuales esté en este momento
solamente corresponden a su realidad actual,
y su realidad actual comenzará a cambiar como resultado de haber visto esto
y empiezan a usar El Secreto.
A veces siente que está estancado, porque sigue
repitiendo los mismos pensamientos una y otra vez.
Y por eso tiende a obtener los mismos resultados
una y otra vez,
y ello se debe a que:
LA MAYORÍA DE LAS PERSONAS
OFRECEN GRAN PARTE
DE SUS PENSAMIENTOS
EN RESPUESTA DE AQUELLO
QUE OBSERVAN
Si usted solamente ve lo que está pasando,
continúa pensando en lo que está pasando.
Y cuando piensa en lo que está pasando,
la Ley de la Atracción le traerá más de lo mismo.
Y si tan solo ve lo que es,
piensa en lo que es,
y la Ley de Atracción le dará más de lo que es.
Y así, solo ve aquello... ya hemos hablado de eso, ¿verdad?
Usted tendrá que descubrir la forma de enfocar lo que es
desde un punto de vista diferente.
La mayoría de las personas miran su situación actual y dicen: ‘es lo que soy.’
Eso no es lo que usted es, es lo que fue.
Observa la situación actual de su vida,
como por ejemplo, que no tiene mucho dinero en su cuenta bancaria
o no tiene la relación que desea,
o que su salud o condición física no es la deseada,
eso no es lo que es,
es el resultado residual de sus pensamientos y acciones pasadas.
Y por eso, constantemente vivimos en ese residuo
de pensamientos y acciones del pasado.
Cuando ve su situación actual y se define a sí mismo según eso,
se está condenando a nada distinto que más de lo mismo en el futuro.
“TODO LO QUE SOMOS ES EL RESULTADO
DE AQUELLO QUE HEMOS PENSADO.”
Buddha
Bien, ¿que puede hacer en este mismo instante para empezar a cambiar su vida?
Le hablaré de dos o tres cosas.
GRATITUD
Empiece a hacer una lista de lo que agradece en su vida.
Empiece con eso, porque eso cambia su energía.
Empieza a cambiar su pensamiento.
Es posible que antes de este ejercicio usted estuviese enfocado en lo que no tiene,
o en sus quejas,
o en los problemas que tenga,
cuando haga este ejercicio comenzará a caminar en otra dirección.
Empezará a sentirse agradecido por las cosas que lo hacen sentirse bien.
La gratitud es realmente el camino para atraer más de lo mismo hacia tu vida.
Todo hombre sabe que cuando su esposa agradece
las pequeñas cosas que hace, ¿qué quiere hacer?
Quiere hacer más de lo mismo.
Siempre se trata del agradecimiento.
Atraer las cosas, atraer el apoyo.
Por muchos años he dicho
que aquello en lo que pensamos es
lo que atraemos.
Porque esa es la sensación que usted debe tener,
y por eso para mí ha sido un ejercicio poderoso,
levantarme todas las mañanas y dar gracias,
Cada mañana cuando mis pies tocan el suelo, doy gracias.
Empiezo a hacer un recuento de las cosas por las cuales estoy agradecido
mientras me cepillo los dientes y hago las cosas que acostumbro por la mañana.
Y no solamente pienso en ellas y repito una rutina memorizada,
sino que experimento y envío
esos sentimientos de gratitud.
Cuando empiece a sentir en forma diferente sobre lo que ya tiene,
comenzará a atraer más cosas buenas
sobre las cuales se pueda sentir agradecido.
Porque podría mirar a su alrededor y decir
“Bueno, no tengo el automóvil que quiero; no tengo la casa que quiero,
No tengo la salud que quiero,
No tengo la esposa que quiero.
Uau! atrás, atrás
Todas esas son cosas que no desea.
Enfóquese en aquello que ya tiene y por lo cual está agradecido
y quizás pueda comprenderlo.
Podría ser el vestuario que tiene.
Tal vez prefiere algo distinto y lo conseguirá rápidamente
si comienza a sentirse agradecido por lo que tiene.
Pienso que todos tenemos momentos en los cuales decimos,
“Ay Dios, las cosas no están funcionando o las cosas están yendo mal,
y pasa esto en mi familia...”
y encontré una piedra,
y la metí en mi bolsillo y pensé,
“Cada vez que toque esta piedra,
voy a pensar en algo por lo cual me sienta agradecido.”
Y así, todas las mañanas me levanto,
la tomo de la cómoda y la guardo en mi bolsillo,
y recorro las cosas por las cuales me siento agradecido.
Por las noches vacío mi bolsillo
y ahí está otra vez.
He tenido algunas
experiencias sorprendentes con eso.
Había un hombre de África del Sur, que vio cuando se me cayó al suelo y me preguntó,
“¿Qué es eso?”
Le expliqué, y él empezó a llamarla ...
“La piedra del agradecimiento.”
Dos semanas más tarde recibí un e-mail desde África del Sur.
Me decía: “Mi hijo está muriendo de una rara enfermedad, es un tipo de Hepatitis.
“¿Podrías enviarme tres piedras de agradecimiento?”
Tan solo era una piedra que encontré en la calle, así que le respondí, “por supuesto”
Tenía que asegurarme que las piedras fueran muy especiales,
así que fui a un arroyo,
busqué y escogí las piedras adecuadas
y se las envié.
Cuatro meses después, recibí un e-mail.
Decía, “Mi hijo está mejor, le está yendo maravillosamente,”
y agregó, “pero debes saber algo ...
Vendí más de mil piedras a diez dólares cada una
como piedras de agradecimiento,
y recaudamos todo ese dinero para obras de caridad.
Muchas gracias.”
Y por eso es muy importante mantener
una actitud de agradecimiento.
Otra cosa que me gustaría sugerir
es que en este mismo instante dé un giro a su vida
y es algo tan grande que no puedo encontrar las palabras para describirlo
solo hacerle comprender lo poderoso que puede ser para usted.
VISUALICE
Tomé el proceso de visualización del programa Apolo,
y lo instituí en el programa Olímpico durante las décadas de los 80 y los 90.
Se llamó el ensayo del motor visual.
CUANDO USTED VISUALIZA MATERIALIZA
y lo interesante respecto a la mente es
que tomamos atletas Olímpicos
y los conectamos a un equipo sofisticado de bio-retroalimentación,
y les pedimos que corrieran el evento en su mente.
Increíblemente, se activaron los mismos músculos y en la misma secuencia
cuando corrían la carrera en su mente,
que cuando corrían en la pista.
Por qué sucedía esto?
Porque la mente no puede distinguir si lo está haciendo en la realidad
o solamente se trata de una práctica.
Pienso, que si ha estado allí con la mente,irá allí en el cuerpo.
Cuando visualiza,
cuando logra que ese cuadro aparezca en su mente,
siempre y únicamente manténgase enfocado en el resultado final.
Le daré un ejemplo,
observe el dorso de sus manos en este instante.
Realmente, mire el dorso de sus manos,
el color de su piel, las pecas, las venas,
los anillos, las uñas.
Fije todos esos detalles en su memoria
justo antes de cerrar sus ojos y entonces vea sus manos,
sus dedos sujetando el volante
de su nuevo automóvil.
Es una experiencia holográfica muy real,
tan real en ese momento,
que incluso ni siquiera siente que necesita el automóvil,
porque siente como si ya lo tuviera.
En realidad es el sentir
lo que crea la atracción,
y no es solamente la imagen o el pensamiento
y pienso que muchas personas creen que
“Bueno, si tengo pesamientos positivos
o si me visualizo teniendo aquello que deseo, será suficiente.”
Pero lo están haciendo sin sentir que tienen abundancia,
o sin sentirse amorosos o alegres.
Eso no proviene de la mente
y es lo que crea el poder de la atracción.
En ese momento el Secreto entra en acción.
Usted se sitúa en el momento de estar verdaderamente en ese automóvil,
no se trata de “Oh, quisiera tener ese automóvil” o
“Algún día tendré ese automóvil”,
porque no está en el ahora.
Como puede ver, está en el futuro.
Si permanece con esa sensación
seguirá siempre en el futuro.
Sienta la alegría, sienta la felicidad.
Sin importar lo tonto que pueda parecer en esa oscura y silenciosa habitación
usted va a decir: “¡Qué maravilloso!”
¡Hágalo!
Muchas personas dirían, “Oye, ¿en serio tengo que hacer eso?”
Bueno ¿Con qué intensidad desea cambiar?
Sepa que el sentir,
y esa visión interna,
comenzarán a abrir la puerta
a través de la cual el Universo empezará a expresarse.
“NO SÉ QUÉ COSA
ES ÉSE PODER,
LO ÚNICO QUE SÉ
ES QUE EXISTE.”
Graham Bell
Nuestra función no es descubrir el cómo,
el cómo se presentará
como resultado del compromiso y la convicción del qué.
Los cómo son del dominio del Universo.
Éste siempre conoce el camino más corto, rápido, seguro
y armonioso entre usted y su sueño.
Si lo entrega al universo se sorprenderá y deslumbrará
con aquello que le llegará.
Así es como suceden la magia y los milagros.
Bien, me gustaría animarlo para que haga esto todos los días,
pero el requisito es que jamás sea una tarea.
Lo que verdaderamente es fundamental
en todo lo relacionado con el Secreto es sentirse bien.
Usted deseará sentirse muy alegre durante todo el proceso.
Deseará sentirse elevado, feliz,
y en lo posible, sintonizado.
La única diferencia entre las personas que viven de esta forma
y aquellas que no viven en la magia de la vida,
es que las personas que viven en la magia de la vida
han desarrollado formas habituales de ser.
Han transformado el proceso en un hábito,
y la magia se presenta dondequiera que vayan,
porque lo recuerdan y lo hacen todo el tiempo,
y no como algo esporádico.
Las personas persisten por un tiempo
y son verdaderas campeonas en esto y dicen,
“Sabes? me siento muy entusiasmado, he visto el programa
y voy a cambiar mi vida.”
y sin embargo, los resultados no aparecen, no aparecen,
pero debajo de la superficie están a punto de brotar.
Y verá los resultados superficiales y dirá,
“Este asunto no funciona”
Y ¿sabe lo que responde el universo?
“Sus deseos son mis órdenes.”
Y da marcha atrás.
Cuando conocí la Ley de la Atracción,
quise ponerla en práctica
para ver si funcionaba, ver qué pasaría.
En 1995 empecé a crear algo llamado el tablero de la visión,
en el que colocaba algo que quería lograr
o algo que deseaba atraer
como por ejemplo un automóvil o un reloj o
el alma gemela de mis sueños,
y pegaba una imagen de lo que deseaba
en lo que llamé el Tablero de la Visión.
Y todos los días, mientras estaba sentado en mi oficina
miraba el tablero y comenzaba a visualizar,
y verdaderamente entraba en el estado de haberlo adquirido ya.
Me estaba preparando para un traslado, y pusimos todos
los muebles, todas las cajas, en una bodega,
y por un período de cinco años me mudé tres veces,
terminé en California y compré esta casa.
La renové durante un año,
y después hice que me enviaran todas mis pertenencias desde la bodega de hace cinco años.
Una mañana, alrededor de las siete y media,
llega mi hijo a la oficina,
y una de las cajas que había estado sellada durante cinco años
estaba justo al lado de la puerta.
Llegó mi hijo y se sentó sobre la caja golpeándola con los pies,
y le dije, “Querido, ¿puedes dejar de hacer eso?, estoy tratando de trabajar.”
“Papi, ¿qué tienes en esta caja?
Y le respondí, “Bueno querido, son mis Tableros de Visión.”
“Qué es un Tablero de Visión”
Y le dije, “Bueno, es dónde pongo todas mis metas,
las recorto y las pego allí
como algo que deseo lograr en mi vida.”
Por supuesto que a los cinco años y medio él no podía comprender,
así que dije, “Querido, deja que te muestre,
será más fácil.”
Y así abrí la caja
y cuando saqué los Tableros de Visión
apareció una foto de un hogar
que había visualizado cinco años atrás,
y lo que me causó una gran impresión fue que
estábamos viviendo en esa casa.
No era una casa parecida.
Había comprado la casa de mis sueños, la había renovado
y ni siquiera me había dado cuenta.
Cuando vi la casa empecé a llorar porque me sentí muy impresionado
“¿Por qué lloras?”
“Querido, finalmente comprendo cómo funciona la Ley de la Atracción.
Y finalmente comprendo el poder de la visualización.
Y finalmente comprendo
todo aquello que había leído, todo aquello con lo cual había trabajado.
Toda mi vida,
la forma en que había creado mis empresas.
también había funcionado para mi hogar
y compré la casa de mis sueños,
y ni siquiera me había dado cuenta.”
“LA IMAGINACIÓN LO ES TODO.
ES EL PRE-ESTRENO
DE LAS PRÓXIMAS ATRACCIONES DE LA VIDA.”
Einstein
Decida lo que quiere,
esté seguro que puede tenerlo,
esté seguro que lo merece,
y esté seguro que es algo que puede lograr.
Y después cierre sus ojos todos los días
por unos minutos y visualice
que ya tiene lo que desea,
y sienta la sensación de haberlo logrado.
Salga de eso
y enfóquese en aquello por lo cual se siente agradecido.
Siéntalo realmente, disfrútelo, ¿de acuerdo?
Y después continúe con su día y entréguelo
al Universo,
y confíe que el Universo encontrará la forma
de manifestarlo.
5. EL SECRETO PARA EL DINERO
El Secreto realmente trajo una transformación definitiva a mi vida,
porque crecí en una familia en la que mi padre era muy negativo,
pensaba que los ricos eran personas que estafaban a todo el mundo.
Pensaba que todo aquél que tenía dinero debió haber engañado a alguien.
Así que crecí con muchas creencias sobre el dinero
y si lo tenías, te hacía una mala persona,
que solamente los malvados tenían dinero,
y que el dinero no crece en los árboles.
¡Ése sí que era grande!
“¿Quién crees que soy, Rockefeller?”
Ésa era una de sus frases favoritas.
Por eso crecí creyendo realmente que la vida era difícil,
que era dura,
que uno debía luchar.
Y solamente cuando conocí a W. Clement Stone,
fue cuando mi vida comenzó a cambiar realmente.
“TODO AQUELLO QUE PUEDE
CONCEBIR LA MENTE DE UN HOMBRE,
SE PUEDE LOGRAR.”
W. Clement Stone
Cuando estaba trabajando con Stone
me dijo: “Quiero que pongas una meta tan grande
que si la logras, te sorprenderá.
Y sabrás que has alcanzado esa meta,
solamente por lo que te he enseñado.”
Bueno, en ese tiempo
ganaba alrededor de ocho mil dólares al año
y por alguna razón, quería algo que pudiese medir realmente,
así que dije,
“Quiero ganar cien mil dólares en un año.”
No tenía idea cómo podría lograr eso.
No veía ninguna estrategia, ninguna posibilidad,
así que sólo dije: “Voy a declarar eso,
voy a creer que es posible,
Voy a actuar como si fuera verdad,
y lo dejaré ir.”
Así que eso hice.
Una de las cosas que me enseñó fue que todos los días
cerrara los ojos y visualizara las metas
como si ya las hubiese alcanzado.
Y, de hecho, había preparado un billete de cien mil dólares
y lo había pegado en el techo,
para que fuese la primera cosa que viese al despertar.
Alzaba mis ojos y allí estaba
y me recordaba que esa era mi intención.
A continuación, cerraba mis ojos y visualizaba
que tenía los cien mil dólares
y el estilo de vida correspondiente.
Es interesante notar que
durante alrededor de treinta días no pasó nada,
no tuve alguna idea brillante,
nadie me ofreció más dinero.
Y de repente, mientras estaba en la ducha,
y llevaba unas cuatro semanas practicando,
cuando me llegó una idea de cien mil dólares.
Y llegó directamente a mi mente.
Tenía un libro que había escrito
y me dije, si puedo vender cuatrocientas mil copias de mi libro
a veinticinco centavos de dólar cada una
eso me dará cien mil dólares.
Bueno, el libro estaba ahí,
pero jamás había tenido ese pensamiento.
Y creo que uno de los secretos es:
CUANDO TE LLEGA UN PENSAMIENTO INSPIRADO
DEBES CONFIAR EN ÉL
Y DEBES ACTUAR DE ACUERDO CON ESO
En realidad no sabía cómo lograrlo,
No sabía cómo iba a vender cuatrocientas mil copias,
ya que nunca habíamos hecho eso.
Y entonces vi el “National Enquirer” en el supermercado.
Lo había visto millones de veces, porque estaba ahí en el fondo.
Pero de repente, saltó hacia mí en el primer plano.
Y pensé, “Caramba, si los lectores tuvieran noticias de mi libro, seguramente
cuatrocientas mil personas podrían ir a comprarlo.”
Y, alrededor de seis semanas después, di una charla en el Hunter College de Nueva York
para seiscientos maestros y esta dama se me acerca al final,
y me dice: “Fue una gran charla, me gustaría entrevistarlo.
Permítame darle mi tarjeta.”
Y le pregunté: “¿Para quién escribe?”
“Soy periodista independiente,
pero vendo muchos trabajos al National Equirer.”
Imaginen, de repente llegó a mi mente
esa melodía de la Dimensión Desconocida
“Dem-ner ner ner.....”
Era como, ¡Caramba! esto funciona realmente.
Así que se publicó el artículo,
y despegó la venta de nuestro libro.
Lo que deseo aclarar es que
estaba atrayendo a mi vida
los distintos eventos, incluyendo a esa persona.
Y para acortar la historia,
no gané cien mil dólares ese año.
Hicimos noventa y dos mil
trescientos veinte dólares.
Pero, acaso creen que estábamos deprimidos y diciendo,
“Esto no funciona”
Claro que no, “¡Esto es sorprendente!”
Y así mi esposa me dijo
“Bueno, si funciona con cien mil,
¿crees que podría funcionar con un millón?”
Y dije “No lo sé, creo que sí. Tratemos.”
Y mi publicista verdaderamente giró un cheque.
Correspondía a los derechos de autor
de nuestro primer libro de “Sopa de Pollo para el Alma.”
De hecho, puso una carita feliz en la firma
porque era el primer cheque por un millón de dólares que escribía.
Y por eso, lo sé por experiencia propia,
porque quise ponerlo a prueba,
¿Funciona el Secreto realmente?
Y funcionó plenamente.
Y ahora cada día vivo mi vida basado en eso.
Bueno, puedo imaginar lo que las personas
que ven esto puedan estar pensando.
Y es: “¿Cómo puedo atraer más dinero a mi vida?
¿Cómo puedo conseguir más billetes verdes?
¿Cómo puedo conseguir más riqueza y prosperidad?
¿Cómo puedo, si amo mi trabajo,
pagar la deuda de la tarjeta de crédito?
porque creo que existe un tope en el dinero que recibo
‘porque me llega por medio de mi salario’
¿Cómo puedo conseguir más?
¡Con tu intención!
blog con articulos relacionados con psicologia social,adicciones,violencia familiar,filosofia,psicologia transpersonal. tambien algunas poesias,ficciones y fotos personales.
22 jul 2008
100 citas de EL SECRETO
« TriunfadorReconocer la Abundancia »100 citas de la película “El Secreto”
1. Todos trabajamos con un infinito poder.
2. El Secreto es la Ley de Atracción
3. Lo que está pasando en tu mente, es lo que estás atrayendo.
4. Somos como magnetos - lo semejante atrae a lo semejante. Te conviertes en lo que piensas.
5. Cada pensamiento tiene una frecuencia. Los pensamientos envían una energía magnética.
6. La gente piensa en lo que no desea y atrae más de lo mismo.
7. Pensamiento = creación. Si estos pensamientos están anexados a emociones poderosas (buenas o malas) eso agiliza la creación.
8. Tú atraes tus pensamientos dominantes.
9. Aquellos que hablan más sobre enfermedad tienen enfermedad, Aquellos que más hablan de prosperidad, la tienen, etc.
10. Esto no es solamente un “deseo”.
11. No puedes tener un universo sin que la mente participe en eso.
12. Elije tus pensamientos con cuidado. Eres una obra maestra de tu vida.
13. Los pensamientos no manifiestan la realidad de inmediato, lo que está bien imagina que viéramos un cuadro de un elefante y éste apareciera instantáneamente.
14. TODO en tu vida lo has atraído… acepta este hecho. Es verdad.
15. Tus pensamientos causan tus sentimientos.
16. No necesitamos complicar todas las “razones” detrás de nuestras emociones. Es mucho más simple que eso. Existen dos categorías: buenos sentimientos y malos sentimientos.
17. Pensamientos que traen buenos sentimientos significa que Estás en el camino correcto. Pensamientos que traen malos sentimientos, significa que no estás en el camino correcto.
18. Cualquier cosa que estés sintiendo es un reflejo perfecto de lo que está en proceso de llegar a ser.
19. Obtienes exactamente lo que estás SINTIENDO.
20 Sentimientos felices atraerán más circunstancias felices.
21- Puedes empezar a sentir lo que sea que deseas (aún si no está ahí). El universo corresponderá a la naturaleza de tu canción.
22. Eso en lo que te enfocas con tus pensamientos y sentimientos es lo que atraes hacia tu experiencia.
23. Lo que piensas y lo que sientes y lo que de hecho manifiestas, es SIEMPRE semejante… sin excepción.
24 Cambia tu percepción.
25. Tú creas tu propio universo conforme vas caminando - Winston Churchill 26. Es importante sentirse bien ¡¡¡¡¡bien!!!!
27. Puedes cambiar tu emoción inmediatamente… al pensar en algo divertido, o cantar una canción o recordar una experiencia feliz.
28. Cuando sientas el golpe de eso, antes de que lo sepas, SABRAS que tú eres el creador.
29. La vida puede y debe ser fenomenal… y lo será cuando tú de forma consciente apliques la Ley de Atracción.
30 El Universo se re-arreglará a sí mismo, conforme a eso.
31. Empieza por usar esta frase para todos tus deseos: Estoy tan feliz y tan agradecido ahora que…
32. No necesitas conocer COMO el universo va a rearreglarse a sí mismo.
34 La Ley de Atracción (LDA) es simplemente imaginar para ti mismo Lo que generará los pensamientos positivos que tienes AHORA:
34. Puedes tener un pensamiento inspirado o idea para ayudar a moverte hacia lo que deseas con más rapidez.
35. Al universo le gusta la VELOCIDAD. No lo demores, no adivines, no dudes.
36. Cuando la oportunidad o impulse esté ahí… ACTUA 37. Atraerás todo lo que requieres - dinero, gente, conexiones. PON ATENCION a lo que se está gestando enfrente de ti.
38. Puedes empezar con nada.. y de la nada o sin nada - una FORMA será proveída.
39 ¿Cuánto TIEMPO? No hay reglas en el tiempo… entre más alineado estés con sentimientos positivos, suceden las cosas más rápido.
40. El tamaño es nada para el universo (la abundancia ilimitada, si eso es lo que deseas). Nosotros hacemos las reglas sobre el tamaño y el tiempo.
41. No existen reglas de acuerdo al universo… tú provees los sentimientos de tenerlo ahora y el universo responderá.
42. La mayoría de la gente ofrece la mayor parte de sus pensamientos en respuesta a lo que ellos están observando (recibos en el correo, estar demorado, tener mala suerte, etc).
43. Tienes que encontrar una forma diferente de acercamiento hacia lo que tú pensabas era un diferente punto ventajoso.
44. “Todo lo que nosotros somos es un resultado de lo que hemos pensado” - Buda 45. ¿Qué puedes hacer correcto ahora para dar vuelta a tu vida? Gratitud.
46. La gratitud traerá más hacia nuestras vidas inmediatamente.
47. Sobre lo que pensamos y sobre lo que agradecemos es lo que atraemos hacia nosotros.
48. ¿Cuáles son las cosas por las que estás agradecido? Siente la Gratitud… enfócate en lo que tienes ahora por lo cual te sientas agradecido.
49. Despliega la imagen en tu mente- enfócate en el resultado final.
50. ¡VISUALIZA! Ensaya tu futuro.
51. ¡VISUALIZA! Vélo, siéntelo!. Aquí es donde la acción empieza.
52. Siente el júbilo… siente la felicidad 53. Un pensamiento afirmativo es 200 veces más poderoso que uno negativo.
54. “Qué es el poder, no puedo decirlo. Todo lo que sé es que existe” - Alexander Graham Bell 55. Nuestro trabajo no es preocuparnos por el “cómo”. El “cómo” se mostrará con el compromiso y creencia en el “qué”
56. Los cómos son el dominio del universo. Este siempre conoce la forma más rápida, más acelerada y más armoniosa entre tú y tu sueño.
57. Si lo entregas al universo, te sorprenderá y asombrará lo que es entregado. Aquí es donde la magia y los milagros suceden.
58. Entrégalo hacia el universo diariamente, pero nunca debe ser una rutina.
59. Siéntete regocijado por todo el proceso… en onda, feliz, entonado.
60. La única diferencia entre la gente que realmente vive de esta forma es que ellos están habituados a las formas del ser.
61, Ellos recuerdan hacerlo todo el tiempo.
62. Crea una pantalla de Visión… imagina lo que deseas Atraer… cada día míralo y métete en el estado de sensación de que ya has adquiridos estos deseos.
63. “La imaginación es todo. Es la vista preliminar de las atracciones de la vida por venir” - Albert Einstein 64. “Decide lo que deseas… cree que puedes tenerlo, cree que Lo mereces, cree que es posible para ti.
65. Cierra tus ojos y visualiza tener lo que ya deseaste y siente la sensación de que ya lo tienes.
66. Enfócate en sentirte agradecido por lo que ya tienes… ¡disfrútalo!
Luego libéralo en el universo. El universo lo manifestará.
67. “Cualquier cosa que la mente del hombre pueda concebir, puede lograrse”
- W. Clement Stone
68. Fija una meta tan grande que si la lograras, explotaría Tu mente.
69. Cuando tienes un pensamiento inspirado, debes confiar en él y actuar sobre eso.
70. ¿Cómo puedes llegar a ser más próspero? ¡INTENTALO!
72. “Los cheques llegan en el correo regularmente”… o cambia tu estado bancario al saldo que desees ver ahí… y métete en la sensación de que ya lo tienes.
72. La vida tiene el propósito de ser abundante en TODAS las áreas 73. Busca la sensación interna de júbilo y paz y entonces todas las cosas aparecen afuera.
74. Nosotros somos los creadores de nuestro universo.
75. Las relaciones: Trátate a ti mismo en la forma en que desees Ser tratado por otros.. ámate a ti mismo y serás amado.
76. Respétate sanamente a ti mismo.
77. Para aquellos con los que trabajas e interactúas regularmente, busca un cuaderno de notas y escribe los aspectos positivos de cada uno de ellos.
78. Escribe las cosas que más te gustan de ellos (no esperes que ellos cambien). La Ley de Atracción no los pondrá a ti y a él en el mismo espacio juntos si sus frecuencias no son o están acordes.
79. Cuando comprendes tu potencial de sentirte bien, pedirás que ninguno sea diferente a fin de que tú te sientas bien.
80. Te liberarás de incómodas imposibilidades de necesidad de controlar el mundo, a tus amigos, tu compañero, tus hijos..
81. Tú eres el único que crea tu realidad.
82. Nadie más puede pensar o sentir por ti… eres TU… UNICAMENTE TU.
83. Salud: agradece al universo por tu propia sanación. La risa, y la felicidad libre de tensión, que te mantendrán saludable.
84. El sistema inmunológico se sanará a sí mismo.
85. Las partes de nuestros cuerpos son reemplazados cada día, cada semana, etc. Dentro de unos pocos años, tendremos un cuerpo Nuevo flamante.
86. Véte a ti mismo viviendo en un cuerpo nuevo. Esperanza =recuperación.
Felicidad = bioquímica afortunada. La tensión degrada al cuerpo.
87. Remueve la tensión del cuerpo y el cuerpo se regenera a sí mismo. Tú puedes sanarte a ti mismo.
88. Aprende a permanecer quieto… y lleva tu atención lejos de lo que no deseas y coloca tu atención en lo que deseas experimentar.
89. Cuando la voz y la visión del interior se torna más profunda y clara que las opiniones del exterior, entonces tú has logrado la Maestría de tu vida.
90. Tú no estás aquí para tratar de lograr que el mundo sea justo como tú lo deseas. Tú estás aquí para crear el mundo que te rodea y que tú has elegido.
91. Y permite al mundo, como otros han elegido verlo, que también exista.
92. La gente piensa que si todos conocieran el poder de la LDA (Ley de
Atracción) no habría suficiente para todos. Esta es una mentira que ha sido arraigada en nosotros y nos convierte en muy avariciosos.
93. La verdad es que hay más que suficiente amor, ideas creativas, poder, dicha, y felicidad para todos.
94. Toda esta abundancia empieza a brillar a través de una mente que está consciente de su propia naturaleza infinita. Existe suficiente para cada uno. Ve y cree en ella, así se mostrará a ti.
95. Así que permite que la variedad de tu realidad te emocione cuando elijas todas las cosas que deseas… entra en los buenos sentimientos de todos tus deseos.
96. Escribe tu libreto. Cuando veas cosas que no deseas, no pienses en ellas, escribas sobre ellas, hables sobre ellas, empújalas o te unas a grupos que se enfoquen en lo que no deseas… remueve tu atención de lo que no deseas y colócala en lo que sí deseas.
97. Nosotros somos energía en masa. Todo es energía. TODO.
98. No te definas a ti mismo por tu cuerpo… es el ser infinito el que está conectado a todo en el universo.
99. Un campo de energía. Nuestros cuerpos nos han distraído de nuestra energía. Somos el campo infinito de posibilidades por desarrollar. La fuerza creativa.
100. ¿Son tus pensamientos valiosos para ti? Si no… AHORA es el momento de cambiarlos. Puedes empezar justo en donde estás ahora. Nada importa sino el momento y en lo que estés enfocando tu atención
1. Todos trabajamos con un infinito poder.
2. El Secreto es la Ley de Atracción
3. Lo que está pasando en tu mente, es lo que estás atrayendo.
4. Somos como magnetos - lo semejante atrae a lo semejante. Te conviertes en lo que piensas.
5. Cada pensamiento tiene una frecuencia. Los pensamientos envían una energía magnética.
6. La gente piensa en lo que no desea y atrae más de lo mismo.
7. Pensamiento = creación. Si estos pensamientos están anexados a emociones poderosas (buenas o malas) eso agiliza la creación.
8. Tú atraes tus pensamientos dominantes.
9. Aquellos que hablan más sobre enfermedad tienen enfermedad, Aquellos que más hablan de prosperidad, la tienen, etc.
10. Esto no es solamente un “deseo”.
11. No puedes tener un universo sin que la mente participe en eso.
12. Elije tus pensamientos con cuidado. Eres una obra maestra de tu vida.
13. Los pensamientos no manifiestan la realidad de inmediato, lo que está bien imagina que viéramos un cuadro de un elefante y éste apareciera instantáneamente.
14. TODO en tu vida lo has atraído… acepta este hecho. Es verdad.
15. Tus pensamientos causan tus sentimientos.
16. No necesitamos complicar todas las “razones” detrás de nuestras emociones. Es mucho más simple que eso. Existen dos categorías: buenos sentimientos y malos sentimientos.
17. Pensamientos que traen buenos sentimientos significa que Estás en el camino correcto. Pensamientos que traen malos sentimientos, significa que no estás en el camino correcto.
18. Cualquier cosa que estés sintiendo es un reflejo perfecto de lo que está en proceso de llegar a ser.
19. Obtienes exactamente lo que estás SINTIENDO.
20 Sentimientos felices atraerán más circunstancias felices.
21- Puedes empezar a sentir lo que sea que deseas (aún si no está ahí). El universo corresponderá a la naturaleza de tu canción.
22. Eso en lo que te enfocas con tus pensamientos y sentimientos es lo que atraes hacia tu experiencia.
23. Lo que piensas y lo que sientes y lo que de hecho manifiestas, es SIEMPRE semejante… sin excepción.
24 Cambia tu percepción.
25. Tú creas tu propio universo conforme vas caminando - Winston Churchill 26. Es importante sentirse bien ¡¡¡¡¡bien!!!!
27. Puedes cambiar tu emoción inmediatamente… al pensar en algo divertido, o cantar una canción o recordar una experiencia feliz.
28. Cuando sientas el golpe de eso, antes de que lo sepas, SABRAS que tú eres el creador.
29. La vida puede y debe ser fenomenal… y lo será cuando tú de forma consciente apliques la Ley de Atracción.
30 El Universo se re-arreglará a sí mismo, conforme a eso.
31. Empieza por usar esta frase para todos tus deseos: Estoy tan feliz y tan agradecido ahora que…
32. No necesitas conocer COMO el universo va a rearreglarse a sí mismo.
34 La Ley de Atracción (LDA) es simplemente imaginar para ti mismo Lo que generará los pensamientos positivos que tienes AHORA:
34. Puedes tener un pensamiento inspirado o idea para ayudar a moverte hacia lo que deseas con más rapidez.
35. Al universo le gusta la VELOCIDAD. No lo demores, no adivines, no dudes.
36. Cuando la oportunidad o impulse esté ahí… ACTUA 37. Atraerás todo lo que requieres - dinero, gente, conexiones. PON ATENCION a lo que se está gestando enfrente de ti.
38. Puedes empezar con nada.. y de la nada o sin nada - una FORMA será proveída.
39 ¿Cuánto TIEMPO? No hay reglas en el tiempo… entre más alineado estés con sentimientos positivos, suceden las cosas más rápido.
40. El tamaño es nada para el universo (la abundancia ilimitada, si eso es lo que deseas). Nosotros hacemos las reglas sobre el tamaño y el tiempo.
41. No existen reglas de acuerdo al universo… tú provees los sentimientos de tenerlo ahora y el universo responderá.
42. La mayoría de la gente ofrece la mayor parte de sus pensamientos en respuesta a lo que ellos están observando (recibos en el correo, estar demorado, tener mala suerte, etc).
43. Tienes que encontrar una forma diferente de acercamiento hacia lo que tú pensabas era un diferente punto ventajoso.
44. “Todo lo que nosotros somos es un resultado de lo que hemos pensado” - Buda 45. ¿Qué puedes hacer correcto ahora para dar vuelta a tu vida? Gratitud.
46. La gratitud traerá más hacia nuestras vidas inmediatamente.
47. Sobre lo que pensamos y sobre lo que agradecemos es lo que atraemos hacia nosotros.
48. ¿Cuáles son las cosas por las que estás agradecido? Siente la Gratitud… enfócate en lo que tienes ahora por lo cual te sientas agradecido.
49. Despliega la imagen en tu mente- enfócate en el resultado final.
50. ¡VISUALIZA! Ensaya tu futuro.
51. ¡VISUALIZA! Vélo, siéntelo!. Aquí es donde la acción empieza.
52. Siente el júbilo… siente la felicidad 53. Un pensamiento afirmativo es 200 veces más poderoso que uno negativo.
54. “Qué es el poder, no puedo decirlo. Todo lo que sé es que existe” - Alexander Graham Bell 55. Nuestro trabajo no es preocuparnos por el “cómo”. El “cómo” se mostrará con el compromiso y creencia en el “qué”
56. Los cómos son el dominio del universo. Este siempre conoce la forma más rápida, más acelerada y más armoniosa entre tú y tu sueño.
57. Si lo entregas al universo, te sorprenderá y asombrará lo que es entregado. Aquí es donde la magia y los milagros suceden.
58. Entrégalo hacia el universo diariamente, pero nunca debe ser una rutina.
59. Siéntete regocijado por todo el proceso… en onda, feliz, entonado.
60. La única diferencia entre la gente que realmente vive de esta forma es que ellos están habituados a las formas del ser.
61, Ellos recuerdan hacerlo todo el tiempo.
62. Crea una pantalla de Visión… imagina lo que deseas Atraer… cada día míralo y métete en el estado de sensación de que ya has adquiridos estos deseos.
63. “La imaginación es todo. Es la vista preliminar de las atracciones de la vida por venir” - Albert Einstein 64. “Decide lo que deseas… cree que puedes tenerlo, cree que Lo mereces, cree que es posible para ti.
65. Cierra tus ojos y visualiza tener lo que ya deseaste y siente la sensación de que ya lo tienes.
66. Enfócate en sentirte agradecido por lo que ya tienes… ¡disfrútalo!
Luego libéralo en el universo. El universo lo manifestará.
67. “Cualquier cosa que la mente del hombre pueda concebir, puede lograrse”
- W. Clement Stone
68. Fija una meta tan grande que si la lograras, explotaría Tu mente.
69. Cuando tienes un pensamiento inspirado, debes confiar en él y actuar sobre eso.
70. ¿Cómo puedes llegar a ser más próspero? ¡INTENTALO!
72. “Los cheques llegan en el correo regularmente”… o cambia tu estado bancario al saldo que desees ver ahí… y métete en la sensación de que ya lo tienes.
72. La vida tiene el propósito de ser abundante en TODAS las áreas 73. Busca la sensación interna de júbilo y paz y entonces todas las cosas aparecen afuera.
74. Nosotros somos los creadores de nuestro universo.
75. Las relaciones: Trátate a ti mismo en la forma en que desees Ser tratado por otros.. ámate a ti mismo y serás amado.
76. Respétate sanamente a ti mismo.
77. Para aquellos con los que trabajas e interactúas regularmente, busca un cuaderno de notas y escribe los aspectos positivos de cada uno de ellos.
78. Escribe las cosas que más te gustan de ellos (no esperes que ellos cambien). La Ley de Atracción no los pondrá a ti y a él en el mismo espacio juntos si sus frecuencias no son o están acordes.
79. Cuando comprendes tu potencial de sentirte bien, pedirás que ninguno sea diferente a fin de que tú te sientas bien.
80. Te liberarás de incómodas imposibilidades de necesidad de controlar el mundo, a tus amigos, tu compañero, tus hijos..
81. Tú eres el único que crea tu realidad.
82. Nadie más puede pensar o sentir por ti… eres TU… UNICAMENTE TU.
83. Salud: agradece al universo por tu propia sanación. La risa, y la felicidad libre de tensión, que te mantendrán saludable.
84. El sistema inmunológico se sanará a sí mismo.
85. Las partes de nuestros cuerpos son reemplazados cada día, cada semana, etc. Dentro de unos pocos años, tendremos un cuerpo Nuevo flamante.
86. Véte a ti mismo viviendo en un cuerpo nuevo. Esperanza =recuperación.
Felicidad = bioquímica afortunada. La tensión degrada al cuerpo.
87. Remueve la tensión del cuerpo y el cuerpo se regenera a sí mismo. Tú puedes sanarte a ti mismo.
88. Aprende a permanecer quieto… y lleva tu atención lejos de lo que no deseas y coloca tu atención en lo que deseas experimentar.
89. Cuando la voz y la visión del interior se torna más profunda y clara que las opiniones del exterior, entonces tú has logrado la Maestría de tu vida.
90. Tú no estás aquí para tratar de lograr que el mundo sea justo como tú lo deseas. Tú estás aquí para crear el mundo que te rodea y que tú has elegido.
91. Y permite al mundo, como otros han elegido verlo, que también exista.
92. La gente piensa que si todos conocieran el poder de la LDA (Ley de
Atracción) no habría suficiente para todos. Esta es una mentira que ha sido arraigada en nosotros y nos convierte en muy avariciosos.
93. La verdad es que hay más que suficiente amor, ideas creativas, poder, dicha, y felicidad para todos.
94. Toda esta abundancia empieza a brillar a través de una mente que está consciente de su propia naturaleza infinita. Existe suficiente para cada uno. Ve y cree en ella, así se mostrará a ti.
95. Así que permite que la variedad de tu realidad te emocione cuando elijas todas las cosas que deseas… entra en los buenos sentimientos de todos tus deseos.
96. Escribe tu libreto. Cuando veas cosas que no deseas, no pienses en ellas, escribas sobre ellas, hables sobre ellas, empújalas o te unas a grupos que se enfoquen en lo que no deseas… remueve tu atención de lo que no deseas y colócala en lo que sí deseas.
97. Nosotros somos energía en masa. Todo es energía. TODO.
98. No te definas a ti mismo por tu cuerpo… es el ser infinito el que está conectado a todo en el universo.
99. Un campo de energía. Nuestros cuerpos nos han distraído de nuestra energía. Somos el campo infinito de posibilidades por desarrollar. La fuerza creativa.
100. ¿Son tus pensamientos valiosos para ti? Si no… AHORA es el momento de cambiarlos. Puedes empezar justo en donde estás ahora. Nada importa sino el momento y en lo que estés enfocando tu atención
LA LEY DE LA ATRACCION
¿QUE ES LA LEY DE LA ATRACCIÓN?
La Ley de la Atracción es una fuerza magnética que se encarga de juntar a todo lo que es parecido o similar dependiendo de sus vibraciones.
Hay básicamente 2 tipos de vibración: ALTA Y BAJA.
Los sentimientos relacionados con la vibración alta son aquellos que de denominamos como positivos: alegría, felicidad, gratitud, amor, pasión, bondad, esperanza, fe.
Y aquellos sentimientos relacionados con la vibración baja son los que consideramos negativos: Miedo, dolor, sufrimiento, depresión, desesperanza, odio, debilidad.
Cuando estamos felices emitimos una vibración alta, cuando estamos tristes nuestra emisión magnética es baja y atraerá hacia nosotros resultados de mismo tipo.
Así que... si quieres saber como has venido utilizando la Ley de la Atracción en tu vida, te exhorto a que observes tus condiciones.
¿Te gusta la cantidad de dinero que ganas? ¿Tienes deudas? ¿Son armoniosas tus relaciones? ¿Haces un trabajo que te agrada? ¿Gozas de tiempo tiempo libre para estar con tus seres queridos?
Si la vida que estás viviendo no te agrada, entonces has estado utilizando la Ley de la Atracción a la inversa y todos esos problemas ó falta de cosas son solamente un resultado de tu enfoque y puedes cambiarlas muy fácilmente si decides enfocarte en algo diferente.
Para empezar a utilizar la Ley de la Atracción de manera correcta y manifestar tus sueños es necesario que te hagas consciente de su existencia y retomes las riendas de tu vida.
A cada momento estás creando, en este mismo instante tu estás emitiendo una frecuencia al universo, misma que regresará a ti en forma de circunstancias o eventos similares a tu vibración.
Pregúntate:
¿Que clase de vibraciones estoy emitiendo, como me siento?
Si te sientes bien ahora, eso significa que estás emitiendo vibraciones altas y que lo que vivirás en los días siguientes será igual de bueno.
Si en este momento te sientes mal, significa que estás emitiendo vibraciones bajas y que tu vida seguirá estancada ó atraerás sucesos de tipo negativo
No es necesario tener una bola de cristal para predecir tu futuro, solo tienes que preguntarte. ¿Como me siento... como me siento?
Recuerda que TODO ATRAE A SU IGUAL "Es una máxima de la Ley de la Atracción"
ONCE PASOS DEL SECRETO
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16 jul 2008
MENTE Y CONCIENCIA
MENTE Y CONCIENCIA
Conversaciones con Su Santidad el Dalai Lama sobre la
ciencia del cerebro y el Budismo.
Introducción
En la mañana del 5 de octubre de 1989 se celebró de forma inesperada un histórico
encuentro privado entre Su Santidad el XIV Dalai Lama del Tíbet y un reducido grupo
de neurólogos y psiquiatras. Un equipo de notables especialistas en sus diferentes
campos científicos se había reunido para explorar lo que la introspección de las
ciencias occidentales de la mente, por una parte, y el budismo, por otra, podían
ofrecerse mutuamente. La Segunda Conferencia sobre Mente y Vida iba a tener lugar en
Newport Beach, hogar del matrimonio Clifford Heinz, cuando, en las primeras horas de la
mañana, una llamada telefónica desde Oslo anunció que Su Santidad había sido
galardonado con el Premio Nobel de la Paz.
Teniendo en cuenta la atención pública que había despertado en Occidente, en los
últimos años, la situación del Tíbet, resultaba fácil olvidarse de la importancia que
revestía en ese momento la concesión del Premio Novel de la Paz al Dalai Lama.
Después de décadas de olvido internacional, el premio constituía un cambio importante
en la causa tibetana, al reconocer la prolongada lucha del pueblo tibetano contra la
opresión comunista, al igual que el compromiso contraído por el Dalai Lama para
conseguir una resolución no violenta del prolongado conflicto.
Poco después de la primera llamada telefónica se produjo otra de la televisión. A las
siete de la mañana, Su Santidad había decidido mantener la conferencia establecida, y
dos horas más tarde todo el grupo estuvo de acuerdo en ello. En esos momentos, Su
Santidad entró en la sala de estar, que había sido preparada para celebrar la
conferencia, y tomó asiento en el círculo, mientras toda la casa se llenaba de una
atmósfera especial de alegría y excitación. Robert Livingston, el coordinador científico,
dijo unas breves palabras de felicitación. Su Santidad contestó que el Premio no debería
considerarse como un reconocimiento personal a sus cualidades, pero que constituía un
reconocimiento importante a la vía de la paz y de la no violencia que él había mantenido.
Incluso sus más allegados, los que conocían bien la característica humildad del Dalai
Lama, y que se sentían profundamente excitados, se quedaron sorprendidos ese día
por la indiferencia mostrada por el galardonado. Los que tuvieron la oportunidad de entrevistarle
en esa fecha por primera vez, se quedaron sumamente impresionados por su
ecuanimidad al recibir el más importante de los galardones mundiales.
La decisión del Dalai Lama de continuar, aquel día, con la conferencia establecida,
evidencia la importancia que tenían para él esos diálogos. La primera Conferencia
sobre Mente y Vida había tenido lugar dos años antes, en octubre de 1987'.
[Publicada como Gentle Bridges: Conversations with the Dalai Lama on the Sciences oj
the Mind, ed. Jeremy Hayward, Ph.D., y Francisco Varela, Ph.D. (Boston y Londres,
Shambala Publications, 1992)]
Las reuniones habían sido iniciadas conjuntamente por Adam Engle, industrial y
abogado estadounidense, y el doctor Francisco Várela, neurólogo del Centro Nacional de
Investigación Científica, de París, como respuesta al prolongado interés que Su Santidad
sentía por las ciencias, y a una creciente necesidad por lo que podría representar un
diálogo profundo entre el budismo y la ciencia occidental.
Las conferencias se celebrarían cada dos años, por lo general en la distante pero idílica
residencia del Dalai Lama en Dharamsala, India, con una duración de cinco días. En la
primera conferencia se había realizado una revisión general de las ciencias mentales,
explicando los métodos científicos, la percepción, cognición psicológica, inteligencia
artificial, desarrollo neurobiológico y evolución. En los años siguientes, las conferencias
tercera y cuarta 2 continuarían trabajando sobre las ciencias mentales, centrándose
primero sobre los efectos de las emociones sobre la salud y, posteriormente, sobre el
sueño, la ensoñación y la muerte.
[2 La tercera conferencia de 1991 se publicó con el título de Healing Emotions:
Conversations with the Dalai Lama on Mindfulness, Emotions and Health, ed. Daniel
Goleman, Ph. D. (Boston y Londres, Shambala Publications, 1997); la cuarta
conferencia de 1993 llevaba por título Sleeping, Dreaming, and Dying: An Exploration
of Consciousness with the Dalai Lama, editada y comentada por Francisco J. Varela,
Ph. D. (Boston, Wisdom Publications, 1997)]
La quinta conferencia, en 1995, incluyó nuevos campos, al estudiar la compasión, el altruismo
y la ética. Más recientemente, en 1997, los diálogos tomaron un nuevo
aspecto, dirigiéndose hacia la nueva física, la cosmología y la mecánica cuántica.
La segunda conferencia, que es la que tiene lugar en estas páginas, fue un tanto
excepcional con respecto a las demás, en el sentido de que tuvo una duración de tan
solo dos días, y se celebró en Occidente, en Newport Beach, California. El doctor
Robert Livingston, profesor emérito de Neurología de la Universidad de California, en
San Diego, que ya había sido invitado a participar en la primera conferencia de Mente y
Vida, dos años antes, aceptó la responsabilidad de ser el coordinador científico de esta
conferencia. Los colegas que habían escogido para esta ocasión eran científicos muy
renombrados en sus respectivos campos, y constituían, como personas y como
investigadores, un grupo excepcional.
Patricia Smith Churchland, Ph. D., profesora de Filosofía en la Universidad de
California, en San Diego, se encargaría de la parte del diálogo referente a los orígenes
históricos y filosóficos de las ciencias mentales en Occidente. Antonio R. Damasio, M.D.,
profesor de Neurología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Iowa, revisaría
los descubrimientos en la relación existente entre la anatomía del cerebro y las
funciones mentales. Larry S. Squire, Ph. D., profesor de Psiquiatría en la Universidad de
California, en San Diego, haría una introducción sobre la ciencia de la memoria. J. Alian
Hobson, M.D., profesor de Psiquiatría en la Facultad Médica de Harvard, presentaría una
visión general de los conocimientos existentes sobre el sueño y los estados de
ensoñación. Y Lewis L. Judd, M.D., por entonces director del Instituto Nacional de Salud
Mental, perfilaría las corrientes actuales sobre la enfermedad mental y la
psicofarmacología. Se encargaron de la traducción Thubten Jinpa y B. Alan Wallace.
El diseño de las Conferencias sobre Mente y Vida consiste en las exposiciones formales
de cada uno de los científicos y filósofos, que se alternan en una discusión abierta sobre
el tema. En el contexto de este diálogo, los científicos se comprometen a presentar un
consenso en sus respectivos campos científicos, sin que se entienda este foro como
un medio para airear un cuerpo de material científico controvertido, o un instrumento de
debates posteriores, dentro ya del ambiente académico.
Las exposiciones se vieron frecuentemente interrumpidas por las intervenciones del
Dalai Lama, que deseaba hacer preguntas o dar una inmediata respuesta a un
determinado tema. Las discusiones o diálogos tienen como punto de partida la exposición
precedente, pero también pueden referirse a otras conversaciones mantenidas
anteriormente. Las siguientes páginas contienen aquellos diálogos parciales de
diferentes sesiones que admiten una cierta agrupación, constituyendo temas que se
desarrollaron de forma gradual en el transcurso de la reunión.
Su Santidad atendía con sumo interés las exposiciones de cada uno de los
conferenciantes, siguiéndolas en inglés, en su mayor parte, si bien en algunas
ocasiones se dirigió al traductor para que le aclarase algún término. Al contestar, recurría
por lo general el servicio del traductor, cuando se trataba de temas referentes a la
filosofía budista o a conceptos científicos. Pero con frecuencia se expresaba en inglés
a la hora de exponer ideas menos técnicas —para manifestar sus sentimientos, hacer
una broma o relatar sus propias experiencias—, lo que producía unos momentos de
entrañable calor humano.
En la preparación de los textos del presente libro, la labor de los traductores Thubten
Jinpa y Alan Wallace ha sido de una gran transparencia, si bien, en raras ocasiones,
manifestaron sus propias inquietudes sobre las exposiciones que estaban teniendo
lugar. Así pues, aunque Su Santidad se exprese por medio del traductor, deben
considerarse sus palabras como totalmente propias.
Además de su trabajo como traductor, Alan Wallace ha colaborado de manera
significativa en la estructura del presente libro, al aportar comentarios que clarifican
los puntos de vista budistas sobre ciertos temas que surgieron en los diálogos, y que no
fueron oportunamente dilucidados. Confiamos en que el valor de este comentario, en
especial en lo que concierne a aquellos puntos que pueden interpretarse
erróneamente en un diálogo intercultural, pese más que el peligro de permitir a una de
las partes que intervienen en el debate para que pueda añadir un comentario adicional,
una vez que ya ha concluido la reunión. Pero, naturalmente, el diálogo entre budismo
y la ciencia occidental continúa, y este libro es tan solo la instantánea de un sugerente
momento habido en todo el discurso.
ZARA HOUSHMAND
La ciencia cerebral como una vía para la paz mundial
Robert Livingston abrió la sesión de la mañana del primer día de conferencia manifestando la
satisfacción general que había producido la noticia, recientemente anunciada, de que el Dalai
Lama había sido galardonado con el Premio Nóbel de la Paz. En su papel de coordinador
científico, el doctor Livingston articuló su visión personal del propósito del diálogo: que resulta
imprescindible para la supervivencia global de la raza humana una mejor comprensión de la
complejidad y adaptabilidad del cerebro y de la diversidad de la conciencia humana. A
la luz del anuncio del Premio Novel, su mensaje llevaba un profundo sentido de la responsabilidad
contraída por cada uno de los participantes allí reunidos. Este encuentro, cara a
cara, de la ciencia Occidental y la tradición budista para investigar la conciencia, podía tener
una profunda consecuencia en el logro de una paz mundial.
ROBERT LIVINGSTON: Este es el inicio del segundo diálogo entre las neurociencias
occidentales y las tradiciones budistas. Estas dos formas de contemplar la mente y la
vida, tan radicalmente diferentes, han existido de forma generalmente separada
durante casi 2.500 años. Han seguido su camino de forma tan alejada que casi no ha
existido intercomunicación alguna entre ellas. Por tanto, para todos nosotros, es esta
una oportunidad muy significativa. Confiamos en que los diálogos sobre Mente y Vida
sirvan para mejorar e incrementar la comunicación, fortaleciendo los lazos en términos
de una comprensión mutua de las neurociencias, de la conciencia, cerebro, mente y
demás, añadiendo también una nueva comprensión de la naturaleza humana, con lo
cual esperamos poder contribuir a la paz mundial.
Dos son los grandes principios que subrayan este diálogo. El primero es que los temas
que se van a discutir aquí no son solamente de gran importancia para la vida de cada
individuo, sino que su comprensión por un público más amplio puede resultar
fundamental para la supervivencia humana a escala mundial. Dichos temas se refieren a
las diferencias, individuales y colectivas, que hay sobre la percepción, el juicio, el
comportamiento y la comunicación. Y, en segundo lugar, la afirmación de que el cerebro
humano es el único instrumento eficaz para la supervivencia. Siempre se ha visto
obligado a ser —y continúa siendo— constructivamente adaptable. Si bien no podrá
desarrollar todo su potencial hasta que sea mejor conocido; y, de forma más
especial, en lo que se refiere a su individualidad y a la consecuente diversidad de su
visión del mundo.
El cerebro es constructivamente adaptable en el sentido de que continuamente está
actuando y organizándose a sí mismo, con respecto a su propio cuerpo,
proyectando y testimoniando imágenes y descripciones del mundo exterior. De
acuerdo con su propio horario, modifica suavemente sus estados internos y las
divisiones de su actividad, de una forma comprensiblemente integradora.
Existe una dinámica evolutiva cerebral, previa e inferior, formada por fuerzas selectivas
que actúan sobre periodos de tiempo extremadamente largos. A lo largo de la historia, la
respuesta más brusca para la selección de fuerzas que afectan a la evolución cerebral fue
la triple expansión volumétrica del cerebro del homínido, que empezó hace unos tres
millones de años, con un antepasado también común al chimpancé, del que, en el
presente, nos hemos diferenciado. A lo largo de una vida humana, el cerebro también se
manifiesta dinámicamente en su desarrollo fetal e infantil, incluyendo su notable
adaptación al medio y a la cultura dada, al mismo tiempo que muestra una
disminución de su fuerza en la enfermedad y la vejez.
Estos cambios evolutivos y perdurables son estructuralmente dinámicos, en conjunto,
a niveles microscópicos y ultraestructurales de la neuroanatomía. Los cambios en la
ultraestructura —a nivel de microscopio electrónico— ocurren dinámicamente
cuando pensamos, hablamos, obramos y recordamos hechos. Los cambios de
organización, a niveles microscópicos, tienen lugar de forma más lenta, de acuerdo
con nuestro uso, o desuso, de aspectos particulares de nuestra experiencia
consciente e inconsciente. Los estados cerebrales se producen por una actividad
neuronal que incluye hechos de una dinamia bioeléctrica y bioquímica; y esto puede
modificar los rasgos ultraestructurales de las delicadas arquitecturas membranosas de
los entornos celulares.
Resulta muy importante el hecho de que el cerebro sea dinámico, en un sentido
integrador. Siempre que examinamos a alguna persona que posee un cerebro afectado
por la droga, enfermo o dañado, observamos que tal cerebro puede actuar como un
todo único, pese a lo que pueda haberle ocurrido por el daño sufrido, y pese a lo que
pueda suceder por cualquier interferencia pasajera. En otras palabras, el cerebro, como
entidad global, tiende a hacer lo mejor que le es posible, integrando todos los recursos
de que dispone.
Asimismo, el cerebro es dinámico en un sentido personal, subjetivo e interactivo, cosa
que me gustaría mostrarles ahora. Para este propósito les invito a que participen, de
forma que Su Santidad pueda centrarse conscientemente en algunas experiencias
subjetivas, mientras ellas tienen lugar en su propio cerebro.
Los tibetanos son un pueblo que, sin lugar a dudas, ha contemplado cascadas de
agua con mucha frecuencia y prolongadamente. Cuando alguien mira una cascada,
fijando la vista en uno de sus puntos durante, al menos, algunos minutos, y después
aparta la vista y mira a la montaña que está al lado de esa cascada, percibe un hecho
sorprendente. La pared rocosa, en una anchura similar a la de la cascada, parece que
se mueve hacia arriba, perdurando esa percepción durante unos minutos.
Esto nos dice que algo dinámico ha sucedido dentro de los circuitos cerebrales que
procesan la percepción visual. Algunos de ellos han adaptado temporalmente y de
forma activa su capacidad de análisis discriminatorio para una mejor percepción de
la caída del agua. Deducimos que después de que uno ha mirado la cascada durante
un rato, el aparato perceptivo se ha adaptado enlenteciendo el movimiento de la caída
de agua, quizá para permitir una observación más precisa de la misma.
Evidentemente, ese proceso de enlentecimiento, que se ha circunscrito a un segmento
bien definido del campo visual centrado en la cascada, persiste en su forma dinámica
cuando apartamos la mirada para ver la montaña, produciendo ahora un movimiento
inverso de la percepción de los objetos, al tener que adaptarse temporalmente a un
nuevo sector del campo visual.
Probablemente, ustedes han notado que el cabeceo y el movimiento del buque, en un
viaje por mar, produce una sensación similar en uno, que persiste durante muchas
horas después de haber desembarcado. O después de viajar en avión, nuestro oído
sigue sintiéndose afectado, horas después de haber aterrizado. Hay otros muchos
lugares comunes que dan testimonio de las formas dinámicas de los mecanismos
cerebrales. Por ejemplo, cuando ustedes viajan en avión a través de zonas de distinto
horario, sentirán indudablemente una alteración temporal. Su cuerpo, incluyendo el
sistema endocrino, el sistema de digestión y los mecanismos del sueño, necesitarán
algunos días para recuperar su ritmo normal, mientras su cerebro se reajusta al ciclo
sueño-vigilia, de acuerdo con el nuevo horario local.
En este punto, el doctor Livingston rogó a Su Santidad que participase en un
ejercicio, para darse cuenta del mecanismo del propio cerebro durante una determinada
actuación voluntaria. Abrió y cerró los dedos en forma de abanico, y pidió al Dalai
Lama que hiciese lo mismo.
Cuando usted hace esto, ante todo está aceptando cortésmente el hecho de hacerlo.
Después se compromete a realizar voluntariamente una serie de acciones. Esto
involucra ciertas partes de su córtex motor en una discreta y complicada forma de
actividad electroquímica. Usted puede reconocer de forma subjetiva los sentimientos
generados por su intención y por su iniciativa, y las experiencias perceptivas correspondientes
que retornan a través de sus dedos, manos y visión, para informarle de
lo que usted ha llevado a cabo, más o menos, adecuadamente.
El doctor Livingston toma la mano del Dalai Lama en la suya, manteniendo sus
dedos juntos.
Si yo impido que sus dedos puedan llevar a cabo su acción voluntaria y, sin embargo,
le pido que prosiga abriendo los dedos como antes, usted podrá apreciar
inmediatamente la diferencia requerida al tener que hacer un esfuerzo cerebral
adicional, un acto de voluntad; al mismo tiempo que también necesitará hacer un
esfuerzo muscular.
DALAI LAMA: ¿Cuál es el significado de esto?
ROBERT LIVINGSTON: Al utilizar las técnicas neurocientíficas occidentales podemos obtener
simultáneamente una evidencia objetiva y subjetiva de que muchas partes específicas de
su cerebro están realizando operaciones de forma ordenada, aunque también muy
complicadamente: responden a mi solicitud, deciden el llevarla a cabo, ejecutan
determinados movimientos con los dedos, lo hacen venciendo cierta resistencia, etc. De
forma conjunta, un inmenso número de distintas partes de su cerebro se han visto
envueltas en estas actividades —el oído, la vista, el sistema visceromotor, el
somatomotor, el somestésico, etc.—, al tiempo que se han enviado órdenes, de forma
discreta y diferenciada, a distintas partes del cuerpo con una exquisita y precisa
secuencia. En resumen, para llevar a cabo ese simple acto, ha sido necesaria una
orquestación espectacular de las actividades de muchas de las zonas de su cerebro.
Me atrevo a decir que, como mínimo, se activaron en el curso de este modesto
ejercicio una docena de miles de millones de células nerviosas y se produjeron
billones de señales electromagnéticas. Estos acontecimientos cerebrales afectan a
circuitos próximos y lejanos, y a una multiplicidad de constelaciones celulares corticales
y subcorticales, todas las cuales se integraron de forma armoniosa.
Damos todo esto por sabido, pero no es por ello menos sorprendente de considerar.
Creo que necesitamos integrarnos en este tipo de pensamiento, si queremos tener un
leve conocimiento de las complejidades y sutilezas de los procesos del cerebro humano,
y contemplar las potencialidades de ese cerebro con suficiente respeto y asombro. Es
este el tipo de consideraciones que lleva a los neurocientíficos occidentales a que
determinen de forma experimental cómo se producen de forma detallada los procesos
cerebrales durante la percepción, el juicio y el comportamiento. ¿Cómo se canalizan
tales acontecimientos cerebrales, a fin de poder controlar nuestro cuerpo, y ser capaces
de emitir frases, generar ideas, experimentar y manifestar emociones? ¿Cuál es la
naturaleza de la orden emitida por el cerebro y, de forma más amplia, cómo tienen lugar
los cambios dinámicos de los estados cerebrales, entre el sueño y la vigilia, o entre el
sueño, el sueño profundo y el estado de ensoñación? ¿Cómo se controlan estos
cambios cerebrales? Y, todavía de forma más general, ¿cuál es el papel de la
conciencia en tales actividades?
Este es el tipo de preguntas que nos gustaría presentar para que sean sometidas a un
amplio debate con usted en este diálogo. Respetamos las dos tradiciones culturales que
se han visto separadas durante tanto tiempo, pero ahora tenemos una magnífica
oportunidad de intercambiar criterios, gracias a su iniciativa, a su curiosidad y
generosidad. Esto abre una excelente oportunidad a los neurocientíficos para su
enriquecimiento profesional, porque el budismo ha venido pensando sobre la
conciencia, la mente y el cuerpo durante mucho tiempo, trabajando en esquemas
conceptuales diferentes. Hemos de reconocer nuestra humildad e ingenuidad:
existen muchas cosas que todavía no conocemos sobre el cerebro y la mente; muchas
otras de las que no estamos seguros, y todavía otras sobre las que, por
desconocimiento, mantenemos opiniones equivocadas.
Intentaremos representar honestamente a las neurociencias occidentales. Y de este
modo podremos convertirnos en sus aliados, hasta donde ello sea posible, a fin de
incrementar nuestra comprensión mutua en ambas direcciones; derribando las
barreras que durante tanto tiempo separaron la búsqueda interior de estas dos
culturas. En su transcurso, será posible desarrollar una serie de innovadoras estrategias
experimentales, con el fin de objetivar los fenómenos estudiados en ambas
tradiciones.
Son muchos los conceptos fundamentales que están cambiando en las
neurociencias occidentales con respecto a los mecanismos cerebrales. De modo que
hemos de estar sintonizados a fin de movernos conjuntamente dentro de esta corriente
tortuosa de la innovación científica.
Uno de los subrayados fundamentales de estos diálogos es nuestra preocupación
mutua por la paz del mundo. Sinceramente creemos que algunas disciplinas
pertenecientes a nuestras dos tradiciones son de gran importancia para ayudar a la
Humanidad en el desarrollo de un autoconocimiento más racional, de una mutua
comprensión intercultural y de la compasión. Todo lo cual resulta urgentemente
necesario para salvaguardar el hábitat del planeta y asegurar un reparto equitativo de
sus dones.
2
Hacia una ciencia natural de la mente
Patricia Smith Churchland, Ph.D.
COMO REGLA GENERAL, cada Conferencia de Mente y Vida se abre con una presentación,
hecha a menudo por un filósofo o un historiador de la ciencia, que establece algunos
de los supuestos y principios culturales que han de ser tratados en el diálogo. Estos
sillares básicos de nuestras construcciones intelectuales determinan lo que podemos
permitirnos como patrimonio legítimo del campo de la ciencia. Naturalmente, esto es
de vital importancia para cualquiera que proceda de una tradición cultural diferente y
que trate de comprender la ciencia occidental en sus propios términos. Es también
un terreno que defendemos de forma tanto racional como irracionalmente, y en donde
hemos de trabajar más duramente para abrir nuestra mente, si queremos
comprometernos de forma seria con una visión del mundo completamente diferente.
La presentación de Patricia Churchland investiga las raíces del moderno entendimiento
occidental de la relación existente entre la mente y el cerebro. Traza la historia de la
ciencia moderna desde sus orígenes en la filosofía griega. La investigación de filósofos
tales como Platón y Aristóteles sobre la naturaleza del universo, la percepción humana
y la representación conceptual del universo, creó principios que poseen todavía una
influencia poderosa en nuestra forma de pensar. Ella describe la posición dualista que fue
formulada por Descartes: la separación entre mente y cuerpo, entre el mundo físico y el
espiritual, que ha dominado el pensamiento occidental durante siglos, y que sigue
permaneciendo tanto en las religiones occidentales como en la imaginación popular. En
oposición a esto, ella defiende la posición materialista que subyace en el pensamiento
de los científicos más modernos. En su opinión, no existe nada más que lo físico, y la
conciencia ha de entenderse como una propiedad emergente de la organización física
del cerebro.
PATRICIA CHURCHLAND: Creo que la mayoría de los científicos que investigan sobre el
cerebro probablemente sienten, primero, que la conciencia no es independiente
del cerebro; segundo, que la memoria es una función de la forma en que el
cerebro se organiza a sí mismo, y tercero, que la percepción depende de la
forma en que interactúen y estén organizadas las zonas cerebrales. Parte de lo
que deseo hacer es formular una gran pregunta sobre la relación existente entre
el cerebro y la mente.
DALAI LAMA: ¿Qué entiende usted por conciencia?
PATRICIA CHURCHLAND: Entiendo que somos conscientes de los colores, de los
sabores, de las formas, sonidos y de sentimientos tales como la ira o la perplejidad.
No creo que la conciencia sea una cosa. Esa es la pregunta que hay que
hacerse.
Quisiera apuntar cómo muchos neurocientíficos, y yo, hemos llegado a la
convicción de que la mente no es independiente del cerebro; de que la mente es, de
hecho, ese cerebro que comprende, se organiza y actúa de un cierto modo.
Las raíces filosóficas de la ciencia
Quisiera comenzar por los antiguos griegos que establecieron muchos conceptos e
ideas que han sido asumidas por la ciencia occidental. Existen muchas cuestiones
científicas en la filosofía occidental originadas en la tradición griega. Aristóteles y Platón
se sentían profundamente desconcertados sobre la naturaleza del tiempo y del espacio
y sobre la naturaleza de la sustancia. Querían saber de qué estaba hecha la materia,
cómo se había unido. La naturaleza del cambio de las cosas, y por qué cambian,
constituyeron otros interrogantes. Se dieron cuenta de que ciertas cosas cambian
sistemáticamente, mientras que otras lo hacen, aparentemente, al azar. Querían
conocer la naturaleza del movimiento.
Además, naturalmente, querían conocer los orígenes de la vida, de dónde viene. Se
hacían también algunas preguntas sobre los seres humanos. Querían saber cómo es
posible que los humanos puedan establecer el conocimiento del mundo exterior según
ciertas representaciones internas. Cómo es posible que con una simple cabeza, con
unos ojos y unos oídos se pueda saber lo que está pasando afuera, en un inmenso y
complicado mundo; saber que las cosas existen en el mundo independientemente de
uno, y cómo sabemos que algunas veces las cosas que vemos son diferentes de como
son en realidad. Esos son misterios básicos.
Utilizaban el ejemplo de la percepción que tenemos cuando metemos un bastón en el agua:
el bastón parece que está doblado. Así es como lo vemos; sin embargo, otra parte de
nuestro cerebro sabe que, de hecho, se mantiene recto. Se sentían intrigados por el
hecho de que usted sepa distinguir entre cómo las cosas parecen ser y cómo son en
realidad. También sentían una gran curiosidad por el hecho de que podamos pensar sobre
cosas que no están presentes. De modo que yo puedo pensar en mis hijos, aunque ellos no
se encuentren aquí.
DALAI LAMA: ES una función de la mente conceptual crear imaginaciones que
corresponden a determinado suceso externo.
PATRICIA CHURCHLAND: Pero la pregunta es cómo la mente/cerebro lo realiza. Los griegos se
dieron cuenta de que la experiencia perceptiva tiene cierta clase de unidad. Advirtieron
que vemos formas y colores como parte de un objeto, como pueda ser un árbol. Hay
también unidad entre las distintas sensaciones. Uno puede ver y oír, y darse cuenta de
que ambas sensaciones proceden del mismo objeto. Se puede ver la lira que está
siendo tocada, oír su sonido y saber que todo ello forma parte de la misma cosa.
También hay unidad en el tiempo. De este modo sé que hoy soy la misma persona que
fui ayer y el día anterior. Puedo mirar este cuarto, estudiar diferentes zonas de su
espacio en momentos distintos y, sin embargo, saber que para mí sigue siendo el
mismo cuarto. No es que haya un pedazo aquí, otro allí y otro todavía más allá a
medida que se van moviendo mis ojos. Es percibido por mí como algo que permanece
unido, como un todo único.
Sobre la percepción, la representación y la conceptualización
DALAI LAMA: Cuando usted habla de representar, ¿se está refiriendo solamente a
impresiones conceptuales, o a impresiones sensoriales tales como las percepciones
auditivas o visuales; o se refiere usted a ambas?
PATRICIA CHURCHLAND: Quiero decir que cubre ambas. Las representaciones pueden ser
perceptivas o conceptuales. Usted puede tener una representación sensitiva al tocar
algo, de la misma manera que sucede con la vista, el oído y otras modalidades de los
sentidos. También incluiría las representaciones memorísticas que tienen lugar al
pensar sobre cosas. Consideramos todos esos procesos cerebrales como
representaciones.
Cuando usted piensa sobre lo que va a decir a continuación, y lo perfila y lo trabaja en
su cabeza, está estableciendo una representación lingüística. Pero el punto crucial
es que todo ello se produce en el cerebro.
DALAI LAMA: Esta función de la representación ¿es común a todos los animales
evolucionados, al menos a los más inteligentes, o es única de los seres humanos?
PATRICIA CHURCHLAND: En realidad nadie lo sabe. Pero sospecho que se encuentra en los
mamíferos, en los pájaros y, probablemente, en los reptiles y los peces.
DALAI LAMA: ¿Cree usted que esto es tanto para las percepciones sensoriales como para
las facultades conceptuales?
PATRICIA CHURCHLAND: SÍ. Pero para animales muy simples, y también para nosotros, existen
comportamientos muy sencillos, como pueden ser los reflejos. Si toco un animal, ello
proporciona una señal energética al sistema nervioso, y eso es todo lo que se necesita
para generar una respuesta estereotipada, sin que sea necesaria la mediación de
ninguna otra cosa más para que se produzca ese reflejo, relativamente simple. También
puede decir usted, en un caso más sencillo, que existe una pequeña o nula
representación.
DALAI LAMA: ¿NO existe ni siquiera una representación sensorial en esa situación de
reflejo?
PATRICIA CHURCHLAND: NO tengo una respuesta decisiva para eso. Probablemente no sea útil
pensar que en tal caso se tenga una representación sensorial. Puede producirse en
ausencia de la conciencia.
ALLAN HOBSON: NO es seguro que los animales tengan representaciones conceptuales.
Resulta difícil imaginar cómo puede surgir un concepto sin que exista lenguaje. Creo
que los científicos albergan serias dudas al respecto.
ROBERT LIVINGSTON: Ciertamente los animales poseen memoria; y tienen un agudo sentido
del espacio y del tiempo. También poseen un sentido de la lealtad.
ALLAN HOBSON: ¿Pero esos son conceptos?
PATRICIA CHURCHLAND: Resulta difícil decirlo en animales. Por supuesto hay anécdotas
referentes a los chimpancés en las que estos animales parece que buscan cosas que
esperan encontrar en un cierto sitio en el que nunca lo han encontrado anteriormente.
Eso indicaría que tiene una representación.
DALAI LAMA: Tienen memoria. ¿No se halla esta incluida en las facultades conceptuales?
¿No es la memoria necesariamente un proceso conceptual?
PATRICIA CHURCHLAND: Pueden existir diferentes tipos de memoria. Unos son
conceptuales y otros, quizá por el hábito, no lo son. Pero déjeme decirle que la
noción de representación no es precisa.
ANTONIO DAMASIO: Quizá fuese útil pensar que la representación tiene muchos posibles
niveles. Hay representaciones que corresponden a cosas muy objetivas en el mundo
exterior, tales como mi representación de Pat o de esta mesa. Hay otras
representaciones que no se relacionan con el mundo objetivo, tal como lo percibimos,
pero que todavía siguen siendo representaciones en el sentido de que existen en el
cerebro en forma de modelos de actividad.
Así pues, si usted tiene un reflejo, en efecto hay una representación de algún tipo, que
corresponde a la secuencia de actividades que llevan a cabo las neuronas y sus
sinapsis a fin de que el reflejo mantenga ese modelo, y responda a él de forma repetida
y característica. En realidad no se trata de una representación, en el sentido de que no
es una imagen o un cuadro. Pero creo que podemos considerarla una representación.
Y sobre el tema de la conceptualización en animales, diría que si bien el lenguaje añade
«cualidad» a los conceptos, hay ciertos animales como, por ejemplo, el chimpancé, que
tienen conceptos.
PATRICIA CHURCHLAND: Algunas de las preguntas que interesaban a los antiguos tenían
que ver con la naturaleza del espacio, del tiempo, de la sustancia, etcétera. A medida que
la gente empezó a construir hipótesis sobre estos temas, y en cuanto empezaron a verificarlos
de forma experimental, las preguntas comenzaron a adquirir otra
dimensión, para convertirse en parte de lo que se consideró como algo probablemente
cierto, es decir, lo que llamamos «realidad». Así, se pudieron desarrollar muy buenas
teorías sobre astronomía. En el Siglo XV empezó a saberse que la Tierra no era, de
hecho, el centro del universo, aunque tal afirmación desagradase a mucha gente.
Galileo introdujo teorías sobre la mecánica. A través de las investigaciones llevadas a
cabo por Newton se pudo conocer mejor la naturaleza del movimiento; y a esto le
siguió, en siglos sucesivos, el concepto del calor como un movimiento molecular.
Las preguntas formuladas sobre la naturaleza de la sustancia, sobre lo que conforma
un tejido, o cómo un tipo de tejido es distinto de otro, nos llevaron al campo de la
química, que también se convirtió en una ciencia, lo mismo que sucedió con la
biología. Temas que solían pertenecer al campo de la filosofía se convirtieron en parte
de las ciencias naturales y fueron investigados de forma experimental; se comprobaron
las hipótesis y la tecnología avanzó.
¿Podremos desarrollar también una ciencia de la mente de la misma manera que se han
hecho grandes progresos en algunas de las otras cuestiones que se convirtieron en
temas científicos, a medida que fueron comprobándose las hipótesis establecidas y
avanzó la tecnología? En nuestro tiempo, esta es una pregunta de gran importancia.
Se han realizado ciertas investigaciones científicas en el campo de la psicología. Por
ejemplo, intentamos establecer las características de una determinada capacidad,
como puede ser la capacidad de ver en profundidad, en términos de respuestas
conductuales. Pero, evidentemente, lo que en realidad queremos saber es: ¿cómo
resulta posible eso? ¿Cuál es el mecanismo que nos permite indagar en lo profundo?
Ahora conocemos el grado preciso de percepción profunda que puede haber;
conocemos la dimensión y los límites de tal capacidad, pero lo que queremos
comprender es: ¿Cómo funciona eso? ¿Cómo puede producir algo una percepción
profunda?
Algo similar sucede con la memoria. ¿Cómo es posible que tras haber estado
expuestos a algo podamos recordarlo un día después, o un año, o diez años más tarde?
¿Cómo funciona la memoria?
¿Son la mente y el cerebro la misma cosa?
Ahora bien, dentro de las consideraciones de la filosofía occidental, hay una serie de
supuestos tras esta pregunta de si se puede desarrollar una ciencia natural de la mente, y
primero necesitamos perfilar bien ese supuesto. La primera cuestión que tenemos que
enfocar tiene que ver con el hecho de si los estados de la mente son idénticos a los
estados del cerebro. ¿Son, en realidad, los estados mentales estados del cerebro físico,
o son algo que puede existir independientemente del cerebro? Cuando yo recuerdo algo,
¿se trata de un estado de mi cerebro, que se organiza y procesa de una determinada
forma? Cuando veo algo, ¿es eso un estado del cerebro físico o un estado de otra cosa?
Como ustedes saben, existe una profunda división en estos temas. Algunos contestan
que sí y otros responden que no. Primero, quisiera estudiar la respuesta negativa.
Descartes fue un dualista clásico. Pensaba que los estados mentales y el cerebro eran
dos cosas diferentes. El cerebro, al igual que el cuerpo, es una cosa física que, como él
apuntó, posee extensión, posición y masa. La mente, no.
DALAI LAMA: ¿Hay en tal opinión una afirmación del yo? ¿Se equipara el yo a la mente, que
es tan diferente del cerebro? ¿Son ambos la misma cosa? ¿Establecieron los filósofos el
supuesto, con la teoría dualista de Descartes, de que la mente es, después de todo, el
alma?
En este momento, las palabras escogidas por el traductor provocan una discusión en
un terreno que no estaba contemplado en la pregunta original, pero que, sin embargo,
resultó muy útil. El término tibetano gang zag, traducido por «alma», significa, en
realidad, «persona» o «individuo»; pero ello no tiene las profundas connotaciones
religiosas y metafísicas que posee la palabra «alma», tal como la utilizamos nosotros.
PATRICIA CHURCHLAND: SÍ, el alma, el espíritu, la mente, son términos
intercambiables, según el concepto cartesiano.
DALAI LAMA: ¿Pero están separados? ¿Poseen identidades diferentes? ¿Establece usted
una distinción entre la propia identidad, el «yo», y la mente?
PATRICIA CHURCHLAND: Creo que desde el punto de vista de Descartes, se utiliza «la
mente», «el alma» y «el espíritu» de forma intercambiable.
DALAI LAMA: ¿Tiene sentido que el alma, en sí misma, vea; o que el alma vea a través
de la percepción, o a través de la atención, que es algo distinto?
PATRICIA CHURCHLAND: YO no creo que se suponga que el alma vea a través de nada. Creo
que se supone que el alma ve, que el alma es consciente, que el alma piensa, que el
alma razona, por sí misma, aunque como respuesta al impacto producido en el
cuerpo... Algunos pueden pensar que hay partes del alma. Pero si usted fuera dualista,
pensaría que la cosa que produce el pensamiento y el sentimiento, la cosa que está
consciente, la cosa que está atenta, es la mente o el alma.
ALLAN HOBSON: NO creo que se trate de una corriente histórica, sino que mucha gente
sigue pensando así ahora.
PATRICIA CHURCHLAND: Eccles, que es un neurocientífico actual, premio Novel, cree
decididamente en la teoría dualista.
DALAI LAMA: ¿Quiere decir usted que la mayoría de la gente piensa así, pero que la
mayoría de los científicos no?
PATRICIA CHURCHLAND: La mayoría de los neurocientíficos y científicos no sostienen
generalmente esa opinión. Pero Eccles no es la única excepción. He querido
mencionarlo para reconocer que hay personas muy notables que sostienen esa
opinión. Creo que muchas personas que no son científicas, quizá la inmensa mayoría de
la población, sigue la teoría dualista.
ALLAN HOBSON: La vinculación esencial con lo que yo entiendo como principios budistas es
que los dualistas mantienen que la conciencia existe a parte y en cierto grado
independientemente del cerebro.
Una crítica materialista del dualismo
PATRICIA CHURCHLAND: Recordemos nuestra pregunta: ¿Son los estados mentales
realmente estados del cerebro físico? Los materialistas, también llamados fisicistas —
ambos términos son intercambiables—, dirían que sí. Sostienen que no existe ningún
tejido independiente, ninguna clase de sustancia, nada que sea independiente.
Existe simplemente el cerebro, que está organizado de un modo que todavía no
conocemos completamente, y que produce cosas como la conciencia, la memoria, y así
sucesivamente.
Quiero decir algo sobre lo que le motivaría a alguien a convertirse en un materialista.
Creo que requiere una motivación, en primer lugar, porque sentimientos como la tristeza,
por ejemplo, son en realidad muy diferentes de, digo yo, un pedazo de hueso o de la
carne de su brazo, o un pedazo del cerebro de su cabeza. La actividad de las células del
cerebro parece ser muy diferente a cualquier sentimiento de tristeza, felicidad, de
tener pena, de sentirse nostálgicos, etc.
Incluso Descartes tuvo contemporáneos que decían que la idea de que existieran dos
elementos muy diferentes (cuerpo y alma) resultaba muy problemática. Hacían la gran
pregunta de que cómo podía haber dos formas de interacción entre dos cosas tan
dispares e inconmensurables. ¿Cómo era posible que un alma o una mente, hechas de
una sustancia completamente inmaterial, pudieran interactuar con algo físico? ¿Cómo
podría hacer para que sucediera algo en el cerebro? Si se supone que eso nos
permite andar, por ejemplo, ¿cuál es la naturaleza de tal transacción? Eso era con lo
que realmente batallaba Descartes. Y decía que las transacciones tenían lugar en la
glándula pineal, una pequeña glándula situada en el centro del cerebro, de la cual hoy
sabemos que no tiene nada que ver con semejantes funciones 3. Pero a Descartes le
gustaba la idea de que la glándula pineal estuviera en el centro de la cabeza.
3 Robert Livingston dice: «Según Descartes, el sistema nervioso estaba considerado como un
autómata. Menciona que la glándula pineal se encuentra en el centro del cerebro, como la
sede del alma racional del ser humano Recibe información a través de la cual puede
comprender el mundo. Y de la glándula pineal surge la voluntad, lo «racional», el control para
que el cuerpo se comporte adecuadamente. Otros aspectos de la conducta eran
automáticos. Él establece una clara distinción con respecto a los animales que
comparten una vida animal, pero que carecen de razón y de alma.
Pero incluso eso no ayudaba a contestar la pregunta de cómo sería esa transacción.
Él decía que había una sustancia muy fina, muy sutil, que interactuaba con la sustancia
física. Sus oponentes, especialmente el sacerdote católico padre Malebranche, señalaban
que esa no era una respuesta satisfactoria. Para tener un efecto físico, tendría que
existir una causa físicamente mensurable sobre esa sustancia inmaterial. Y no veían
cómo podía suceder tal cosa.
El segundo argumento expuesto por los detractores de Descartes era que la realidad
puede ser muy diferente de las apariencias. Sabemos que las sustancias pueden estar
formadas por elementos que parecen una cosa y que por separado se comportan así;
pero que, combinados, parecen y se comportan de forma diferente. Sabemos que la
Tierra parece plana, pero que, sin embargo, es redonda, y cosas así. Los críticos argumentaban
que aun cuando nuestra experiencia parezca ser muy diferente del
comportamiento de las células cerebrales, eso no significa que sean diferentes. El que las
cosas parezcan diferentes no constituye, de hecho, evidencia de que en realidad lo sean.
Tal línea crítica formulada en el siglo diecisiete persiste todavía.
Entre los científicos actuales hay algo más que una simple crítica del dualismo. Hay
razones positivas para creer que el dualismo es probablemente falso. Y una de las
más importantes razones tiene que ver con la dependencia entre los estados
psicológicos y los cambios en el cerebro, que se pueden observar y cuantificar. Por
ejemplo, al administrar ciertas drogas podemos modificar las percepciones de una
persona, o cambiar su capacidad para recordar cosas. Esas observaciones sugieren que
existe una relación muy estrecha entre determinadas sustancias químicas y estados
psicológicos específicos y, en particular, estados cerebrales. Además, la relación entre
los estados psicológicos y los cerebrales es, probablemente, una relación de identidad.
Antonio Damasio y Larry Squire nos hablarán de las lesiones cerebrales, en las que el
daño causado a ciertas partes del cerebro interrumpe o modifica funciones psicológicas;
de forma que esas personas ven alterada su capacidad para ver o recordar lo que experimentan
y cómo lo piensan. Una lesión puede producir modificaciones en su percepción
del relieve de los objetos, o en su percepción de los colores, etc. Parece que tales
cambios son muy específicos, y se relacionan con estructuras cerebrales asimismo muy
específicas y localizadas. Una vez más, existe una dependencia estructural y funcional
que resulta muy sorprendente; tanto es así, que no parece necesario postular la existencia
de ningún otro elemento, tal como una mente o un alma inmateriales. Parece ser
que la única cosa necesaria es este cerebro tan maravillosamente complicado y tan
increíblemente organizado.
Veamos otro ejemplo que tiene que ver con la dependencia mente/cerebro y que se basa
en la estimulación eléctrica. Cuando un paciente tiene que sufrir una operación cerebral, al
cirujano se le puede hacer necesario comprobar e identificar la funcionalidad de ciertas
estructuras cerebrales y perfilar zonas sensoriales o motoras específicas, despertando las
respuestas adecuadas a determinados estímulos eléctricos. De esta forma, mediante la
utilización de finos electrodos y de corrientes eléctricas de baja potencia se han localizado y
explorado zonas cerebrales en muchos pacientes. Esto nos proporciona un sorprendente
ejemplo de las dependencias existentes, cosa que ha sido exhaustivamente investigada
en animales, especialmente en estudios de monos. Cuando se estimuló una
determinada parte del cerebro, al paciente le resultó imposible articular ciertas palabras que
hubiera querido pronunciar. O, de forma inesperada, tuvo recuerdos que le llegaron de
un lejano pasado, o fue capaz de oír viejas canciones populares.
Si allí hubiera habido alma, usted se podría preguntar cómo una corriente eléctrica tiene
semejantes efectos. ¿Interviene el alma, de alguna forma, en los puntos de
estimulación? No parece muy probable.
Sabemos también cómo afectan los accidentes externos e internos al tejido cerebral,
produciendo una desorganización, localizada o difusa, e incluso, una degeneración
generalizada del tejido cerebral, que se halla asociada con una variedad de efectos
psicológicos específicos. Una vez más, se aprecia una notable correspondencia entre
lugar y distribución del daño cerebral y la clase de alteración o degeneración de las
funciones psicológicas, con pérdida de la capacidad perceptiva, emocional, conductual o
de juicio. La pérdida de la capacidad para hablar, ver o recordar se encuentran entre las
más instructivas.
Si fuera el caso de la existencia de una conciencia independiente del cerebro, la cual
pudiese abandonar el cerebro en el momento de la muerte, se supone que entonces
esa conciencia llevaría consigo los recuerdos que poseía la persona. Pero cuando se
deteriora el cerebro y la memoria, a su vez, se deteriora con la muerte, o cuando el
cerebro experimenta una degeneración mucho antes de la muerte, y la memoria
paralelamente se deteriora de antemano, ¿cómo es posible que el alma, sin embargo,
retenga intactos los recuerdos? ¿Cuál es su explicación? 4.
4 Según la psicología budista, los recuerdos se almacenan en la mente. Los procesos
mentales, que dependen del cerebro a la hora de traer tales recuerdos a la
conciencia, se encuentran desequilibrados debido a la disfunción cerebral, pero
tales recuerdos pueden surgir en una vida futura.
O, supongamos, que un cerebro dado no se degenera antes de la muerte. Si los
recuerdos se encuentran codificados en el cerebro, como consecuencia de la forma en
que las neuronas específicas interactúan y cambian de forma y establecen circuitos
únicos, ¿cómo pueden ser recordados o conducidos por el alma o la mente
inmateriales? ¿Cómo se pueden elaborar cambios físicos ultraestructurales sobre los
que se basa la memoria y cómo se pueden relacionar con un alma inmaterial los tipos
precisos de dinámicas estructurales por los que tiene que pasar el cerebro siempre
que recuerda algo? ¿Cómo podrían transferirse dichos cambios a un alma, de forma
que, tras la muerte, dicha alma pudiese conservar esos recuerdos?
¿Cómo funciona eso, digamos, en pacientes en los que hay degeneraciones
cerebrales que no pueden recordar dónde nacieron o qué hicieron ayer, o de quién
son hijos? ¿Se mantendría en el alma el recuerdo de las cosas que experimentaron
hace diez años, pero que, sin embargo, ahora les resultan inalcanzables? No es muy
plausible.
Cada una de esas dependencias específicas parecen suficientemente persuasivas
por sí mismas, y muestran un entronque colectivo. De modo que la hipótesis de que hay
un alma —la hipótesis dualista— no es probable. En realidad, es altamente improbable.
Ninguna de estas líneas de evidencia muestra, de forma absoluta, que el dualismo sea
falso. No creo que incluso podamos demostrarlo, mediante alguna forma de genérica
suposición científica, o de cualquier otro tipo. Pero sí creo que todo ello hace que el
dualismo sea virtualmente imposible.
Son muchos los datos básicos existentes para demostrar toda esta diferente serie de
dependencias, y yo solo he expuesto unos pocos ejemplos. Creo que otro buen
ejemplo tiene que ver con los defectos estructurales y déficit funcionales que
observamos en el cerebro, como resultado de errores genéticos, o como consecuencia
de interferencias en el desarrollo. Los niños que nacen tras un parto difícil en el que
quedó interrumpido el suministro de oxígeno al cerebro, pueden tener anomalías
cerebrales. Pero usted no querrá suponer que la reducción de oxígeno pueda afectar
al alma. Porque si así fuera, también se produciría lo mismo en el curso de la muerte
fisiológica.
Por último, cabe preguntarse cómo encaja la idea de la existencia de la mente o del
alma con el resto de la ciencia. Creo, una vez más, que la hipótesis dualista no es muy
compatible con el resto de la ciencia establecida. Admitamos que nadie puede estar
completamente seguro de que la ciencia establecida está en lo cierto, pero hasta ahora
parece ser lo mejor que tenemos y, al igual que el budismo, está sometida a posibles
correcciones a la luz de la evidencia.
La hipótesis dualista no encaja muy bien con la biología evolutiva. Usted tiene una
secuencia de especies animales progresivamente evolucionadas, y he aquí que de
repente aparece el ser humano. En contra de todo lo que le ha precedido, posee un
alma. Esta abrupta aportación resulta sumamente improbable, porque hay similitudes
muy fuertes en el material genético, en los cerebros y en los comportamientos entre
primates no humanos y humanos, a las cuales no corresponden tales discontinuidades
bruscas en la escala evolutiva.
Finalmente, quisiera recoger algunas de las críticas que se le formularon a Descartes.
La primera es que resulta difícil pensar qué cosa puede ser el alma.
Si es algo que permanece separado del cuerpo y del cerebro, ¿cómo mantiene su
integridad? ¿Cómo puede ser una cosa, presumiblemente indivisible? ¿Será acaso
una especie de neblina que surge dentro de otras cosas? Y si tiene partes, tales como
una parte consciente y otra inconsciente, ¿cómo interactúan dichas partes? ¿Cuál es la
naturaleza de esas divisiones existente dentro de la mente o del alma?
Si la mente es un estado del cerebro, entonces podemos decir muchas cosas sobre las
diferencias entre lo que sucede cuando usted está consciente y cuando no lo está. Pero
no creo que podamos ver cuáles podrían ser esos cambios de estado en el caso de
la mente o del alma.
Y una cosa parecida sucede con la percepción. Neurólogos y psicólogos han realizado
muchos avances trabajando juntos para comprender la percepción, en términos de
saber cómo responden e interactúan las células cerebrales, y así sucesivamente. No
se ha establecido ningún cálculo sobre cómo puedan ser los procesos o mecanismos
cerebrales, o cómo se produce la corriente de la conciencia o del pensamiento. Si usted
postula la existencia de un alma, añadiría nuevas dificultades explicatorias. Todavía
más, no hay necesidad de postular una mente no física o un alma al margen del
cerebro, porque ya podemos calcular bastante bien esos fenómenos en términos de propiedades
cerebrales, circuitos dinámicos, propiedades electrofísicas, etc.
Todavía añadiré una última cosa, recabada de la introducción de Bob Livingston.
Durante las tres últimas décadas hemos vivido avances en neurología espectaculares,
casi increíbles. Creo que estamos viv iendo una época muy especial en la que
las propiedades psicológicas pueden encontrar explicaciones en términos de
propiedades neurobiológicas.
No resulta sorprendente que la comprensión de la mente/cerebro se haya producido tan
recientemente, porque la investigación del cerebro requiere una gran cantidad de
tecnología especializada. Cuando se intentó comprender el cerebro y la mente a la luz
de la física y de la química, a la luz de la biología evolutiva y molecular, de los
microscopios —incluso de microscopios electrónicos—, de ordenadores y aparatos de
resonancia magnética, no se llegó muy lejos. Hasta muy recientemente no dispusimos
de los fundamentos teóricos ni de los perfeccionamientos técnicos necesarios para
investigar esos procesos, tan extremadamente delicados y, no obstante,
comprensiblemente integrados. Ahora las cosas han podido reunirse realmente, y
aunque solo sea un principio, es un principio muy prometedor.
Tendencias tecnológicas de la mente/Metáforas cerebrales
Robert Livingston añade una coda a la presentación de Patricia Churchland,
señalando hasta qué punto se hallan enraizadas en su propia fascinación por la tecnología
y, por tanto, culturalmente unidas, las diferentes metáforas que la ciencia ha
utilizado para ver la relación entre mente y cerebro.
ROBERT LIVINGSTON: En cierto modo, Santidad, los modelos propuestos para
responder a las correspondencias entre la mente y la conciencia, por un lado, y los
mecanismos cerebrales, por otro, han seguido históricamente la tecnología
contemporánea. Por ejemplo, Descartes respondía a esta relación mediante la analogía
con los sistemas hidráulicos populares que entonces se utilizaban para fabricar fuentes
de suministro, maquinarias de relojería y autómatas. Utilizaba dichos sistemas
hidráulicos para explicar las funciones del sistema nervioso, relacionadas con el alma.
Para él, los nervios eran tubos huecos que contenían fluido. Sabía que estaban
preparados de forma ordenada, tanto periférica como centralmente. Respondían al
estímulo impartiendo movimiento al fluido. De ese modo, Descartes proporcionaba la
primera explicación psicológica comprensiva del sistema nervioso, como si se tratase
de un mecanismo automático. Daba como cierto que todos los nervios terminaban
abriéndose en los ventrículos cerebrales. Su activación provocaba efectos sumamente
sensibles, producidos por chorros de fluido lanzados directamente contra la glándula
pineal. De modo que cuando se veía afectada una determinada parte del cuerpo, esos
chorros incidían delicadamente en la glándula pineal, centrándola en esa determinada
dirección.
Descartes ilustraba esto mediante el ejemplo de un muchacho que está cerca de una
llama. El muchacho mira la llama que tiene cerca del pie. Descartes afirma que la
vivacidad del fuego se transmite a los nervios de la piel. Desde allí pasan por la pierna y
la columna vertebral, hasta la parte interior del cerebro, para desembocar en el
ventrículo cerebral. Cuando se activan los nervios del pie, dirigen un delicado chorro de
fluido que golpea la glándula pineal en un ángulo específico. Debido a la ordenada
disposición de los nervios corporales y su desembocadura en la cavidad ventricular, el
chorro de fluido informa al alma racional de la glándula pineal de que hay fuego cerca del
pie. Esto se ve acompañado por una percepción consciente de calor, recogida por el
movimiento reflejo del pie, que se retira inmediatamente del fuego. La glándula pineal
ordena respuestas de comportamiento racional, que alteran las cámaras ventriculares y
que pasan desde aquí a los correspondientes nervios motores. Así es cómo se
controla también la conciencia, el sueño y la ensoñación, dilatando y contrayendo el
sistema ventricular. De este modo entendía Descartes los reflejos, y les dio ese nombre
por analogía con la reflexión geométrica producida por la luz sobre una superficie.
En tiempos recientes, fue tradicional hablar de los mecanismos cerebrales como si se
tratase de los sistemas del telégrafo, más tarde como los del teléfono, con sus
correspondientes interruptores, y ahora como si se tratase de un ordenador. Tal como
usted oyó a Newcomb Greenleaf, en la primera Conferencia sobre Mente y Vida, los
científicos electrónicos y los cognitivos están utilizando de forma creciente distintas
configuraciones de los sistemas del estado sólido (llamados eufemísticamente
«neuronas») para crear mecanismos capaces de tomar decisiones, construir máquinas
de interpretación del lenguaje, etc. Todo ello ha generado un sentimiento de creciente
optimismo sobre los progresos que se están haciendo en la comprensión del cerebro.
Pero creo que los neurólogos occidentales se inclinan a creer que no hay un modelo
que resulte enteramente apropiado, todavía, para el cerebro. Las células vivientes
poseen una capacidad increíblemente inspiradora: estructuras extremadamente delicadas
que son dinámicas y sensibles a su entorno próximo y lejano mediante
relaciones estructurales, muy complicadas e íntimas, que crecen y se seleccionan como
circuitos, según la dirección del impulso nervioso. Y, lo más importante, están
organizadas de forma que permiten la realización de toma de decisiones locales, dentro
incluso de la arquitectura ultraestructural de un pequeño número de células. ¿Le suena
esto razonable?
PATRICIA CHURCHLAND: Ignoro si eso está ampliamente aceptado, pero argumentaría que el
cerebro es una especie de ordenador. Decididamente no es un tipo de sistema
hidráulico, o de teléfonos o telégrafos. Pero creo que, en realidad, es una forma de
ordenador. Qué tipo de ordenador pueda ser, eso es algo que todavía no sabemos,
aunque tengamos algunas ideas razonables sobre el tema. No es, claro está,
exactamente igual a los ordenadores que ponemos sobre nuestra mesa. No tiene ni
esa conformación ni utiliza los mismos principios. Pero es el caso que el cerebro realiza
ese tipo de cálculos computerizados. Tiene que ser así, si somos capaces de ver, por
ejemplo, de forma estereoscópica. Tiene que recibir información procedente de ambos
ojos, computerizar la disparidad y determinar posteriormente la profundidad de campo
y lo que está detrás. El hacerlo así, a través de detalladas interacciones neuronales, es
algo que entendemos mejor si lo consideramos un trabajo de computador. Lo excitante,
creo yo, es que cuando descubramos qué clase de ordenador es, eso nos proporcionará
ideas absolutamente nuevas en el campo de la tecnología.
Ya existen modelos de redes de computerización muy poderosas y capacitadas que, sin
embargo, resultan demasiado sencillos para constituir modelos reales del cerebro, pero
que ya tienen todo su «aroma». Por lo general, un simple modelo de redes neuronales
puede llevar a cabo trabajos informáticos muy complejos. Parecen estar en la línea de los
modelos de la función cerebral. Y prometen llegar a tener un enorme valor tecnológico.
Conversaciones con Su Santidad el Dalai Lama sobre la
ciencia del cerebro y el Budismo.
Introducción
En la mañana del 5 de octubre de 1989 se celebró de forma inesperada un histórico
encuentro privado entre Su Santidad el XIV Dalai Lama del Tíbet y un reducido grupo
de neurólogos y psiquiatras. Un equipo de notables especialistas en sus diferentes
campos científicos se había reunido para explorar lo que la introspección de las
ciencias occidentales de la mente, por una parte, y el budismo, por otra, podían
ofrecerse mutuamente. La Segunda Conferencia sobre Mente y Vida iba a tener lugar en
Newport Beach, hogar del matrimonio Clifford Heinz, cuando, en las primeras horas de la
mañana, una llamada telefónica desde Oslo anunció que Su Santidad había sido
galardonado con el Premio Nobel de la Paz.
Teniendo en cuenta la atención pública que había despertado en Occidente, en los
últimos años, la situación del Tíbet, resultaba fácil olvidarse de la importancia que
revestía en ese momento la concesión del Premio Novel de la Paz al Dalai Lama.
Después de décadas de olvido internacional, el premio constituía un cambio importante
en la causa tibetana, al reconocer la prolongada lucha del pueblo tibetano contra la
opresión comunista, al igual que el compromiso contraído por el Dalai Lama para
conseguir una resolución no violenta del prolongado conflicto.
Poco después de la primera llamada telefónica se produjo otra de la televisión. A las
siete de la mañana, Su Santidad había decidido mantener la conferencia establecida, y
dos horas más tarde todo el grupo estuvo de acuerdo en ello. En esos momentos, Su
Santidad entró en la sala de estar, que había sido preparada para celebrar la
conferencia, y tomó asiento en el círculo, mientras toda la casa se llenaba de una
atmósfera especial de alegría y excitación. Robert Livingston, el coordinador científico,
dijo unas breves palabras de felicitación. Su Santidad contestó que el Premio no debería
considerarse como un reconocimiento personal a sus cualidades, pero que constituía un
reconocimiento importante a la vía de la paz y de la no violencia que él había mantenido.
Incluso sus más allegados, los que conocían bien la característica humildad del Dalai
Lama, y que se sentían profundamente excitados, se quedaron sorprendidos ese día
por la indiferencia mostrada por el galardonado. Los que tuvieron la oportunidad de entrevistarle
en esa fecha por primera vez, se quedaron sumamente impresionados por su
ecuanimidad al recibir el más importante de los galardones mundiales.
La decisión del Dalai Lama de continuar, aquel día, con la conferencia establecida,
evidencia la importancia que tenían para él esos diálogos. La primera Conferencia
sobre Mente y Vida había tenido lugar dos años antes, en octubre de 1987'.
[Publicada como Gentle Bridges: Conversations with the Dalai Lama on the Sciences oj
the Mind, ed. Jeremy Hayward, Ph.D., y Francisco Varela, Ph.D. (Boston y Londres,
Shambala Publications, 1992)]
Las reuniones habían sido iniciadas conjuntamente por Adam Engle, industrial y
abogado estadounidense, y el doctor Francisco Várela, neurólogo del Centro Nacional de
Investigación Científica, de París, como respuesta al prolongado interés que Su Santidad
sentía por las ciencias, y a una creciente necesidad por lo que podría representar un
diálogo profundo entre el budismo y la ciencia occidental.
Las conferencias se celebrarían cada dos años, por lo general en la distante pero idílica
residencia del Dalai Lama en Dharamsala, India, con una duración de cinco días. En la
primera conferencia se había realizado una revisión general de las ciencias mentales,
explicando los métodos científicos, la percepción, cognición psicológica, inteligencia
artificial, desarrollo neurobiológico y evolución. En los años siguientes, las conferencias
tercera y cuarta 2 continuarían trabajando sobre las ciencias mentales, centrándose
primero sobre los efectos de las emociones sobre la salud y, posteriormente, sobre el
sueño, la ensoñación y la muerte.
[2 La tercera conferencia de 1991 se publicó con el título de Healing Emotions:
Conversations with the Dalai Lama on Mindfulness, Emotions and Health, ed. Daniel
Goleman, Ph. D. (Boston y Londres, Shambala Publications, 1997); la cuarta
conferencia de 1993 llevaba por título Sleeping, Dreaming, and Dying: An Exploration
of Consciousness with the Dalai Lama, editada y comentada por Francisco J. Varela,
Ph. D. (Boston, Wisdom Publications, 1997)]
La quinta conferencia, en 1995, incluyó nuevos campos, al estudiar la compasión, el altruismo
y la ética. Más recientemente, en 1997, los diálogos tomaron un nuevo
aspecto, dirigiéndose hacia la nueva física, la cosmología y la mecánica cuántica.
La segunda conferencia, que es la que tiene lugar en estas páginas, fue un tanto
excepcional con respecto a las demás, en el sentido de que tuvo una duración de tan
solo dos días, y se celebró en Occidente, en Newport Beach, California. El doctor
Robert Livingston, profesor emérito de Neurología de la Universidad de California, en
San Diego, que ya había sido invitado a participar en la primera conferencia de Mente y
Vida, dos años antes, aceptó la responsabilidad de ser el coordinador científico de esta
conferencia. Los colegas que habían escogido para esta ocasión eran científicos muy
renombrados en sus respectivos campos, y constituían, como personas y como
investigadores, un grupo excepcional.
Patricia Smith Churchland, Ph. D., profesora de Filosofía en la Universidad de
California, en San Diego, se encargaría de la parte del diálogo referente a los orígenes
históricos y filosóficos de las ciencias mentales en Occidente. Antonio R. Damasio, M.D.,
profesor de Neurología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Iowa, revisaría
los descubrimientos en la relación existente entre la anatomía del cerebro y las
funciones mentales. Larry S. Squire, Ph. D., profesor de Psiquiatría en la Universidad de
California, en San Diego, haría una introducción sobre la ciencia de la memoria. J. Alian
Hobson, M.D., profesor de Psiquiatría en la Facultad Médica de Harvard, presentaría una
visión general de los conocimientos existentes sobre el sueño y los estados de
ensoñación. Y Lewis L. Judd, M.D., por entonces director del Instituto Nacional de Salud
Mental, perfilaría las corrientes actuales sobre la enfermedad mental y la
psicofarmacología. Se encargaron de la traducción Thubten Jinpa y B. Alan Wallace.
El diseño de las Conferencias sobre Mente y Vida consiste en las exposiciones formales
de cada uno de los científicos y filósofos, que se alternan en una discusión abierta sobre
el tema. En el contexto de este diálogo, los científicos se comprometen a presentar un
consenso en sus respectivos campos científicos, sin que se entienda este foro como
un medio para airear un cuerpo de material científico controvertido, o un instrumento de
debates posteriores, dentro ya del ambiente académico.
Las exposiciones se vieron frecuentemente interrumpidas por las intervenciones del
Dalai Lama, que deseaba hacer preguntas o dar una inmediata respuesta a un
determinado tema. Las discusiones o diálogos tienen como punto de partida la exposición
precedente, pero también pueden referirse a otras conversaciones mantenidas
anteriormente. Las siguientes páginas contienen aquellos diálogos parciales de
diferentes sesiones que admiten una cierta agrupación, constituyendo temas que se
desarrollaron de forma gradual en el transcurso de la reunión.
Su Santidad atendía con sumo interés las exposiciones de cada uno de los
conferenciantes, siguiéndolas en inglés, en su mayor parte, si bien en algunas
ocasiones se dirigió al traductor para que le aclarase algún término. Al contestar, recurría
por lo general el servicio del traductor, cuando se trataba de temas referentes a la
filosofía budista o a conceptos científicos. Pero con frecuencia se expresaba en inglés
a la hora de exponer ideas menos técnicas —para manifestar sus sentimientos, hacer
una broma o relatar sus propias experiencias—, lo que producía unos momentos de
entrañable calor humano.
En la preparación de los textos del presente libro, la labor de los traductores Thubten
Jinpa y Alan Wallace ha sido de una gran transparencia, si bien, en raras ocasiones,
manifestaron sus propias inquietudes sobre las exposiciones que estaban teniendo
lugar. Así pues, aunque Su Santidad se exprese por medio del traductor, deben
considerarse sus palabras como totalmente propias.
Además de su trabajo como traductor, Alan Wallace ha colaborado de manera
significativa en la estructura del presente libro, al aportar comentarios que clarifican
los puntos de vista budistas sobre ciertos temas que surgieron en los diálogos, y que no
fueron oportunamente dilucidados. Confiamos en que el valor de este comentario, en
especial en lo que concierne a aquellos puntos que pueden interpretarse
erróneamente en un diálogo intercultural, pese más que el peligro de permitir a una de
las partes que intervienen en el debate para que pueda añadir un comentario adicional,
una vez que ya ha concluido la reunión. Pero, naturalmente, el diálogo entre budismo
y la ciencia occidental continúa, y este libro es tan solo la instantánea de un sugerente
momento habido en todo el discurso.
ZARA HOUSHMAND
La ciencia cerebral como una vía para la paz mundial
Robert Livingston abrió la sesión de la mañana del primer día de conferencia manifestando la
satisfacción general que había producido la noticia, recientemente anunciada, de que el Dalai
Lama había sido galardonado con el Premio Nóbel de la Paz. En su papel de coordinador
científico, el doctor Livingston articuló su visión personal del propósito del diálogo: que resulta
imprescindible para la supervivencia global de la raza humana una mejor comprensión de la
complejidad y adaptabilidad del cerebro y de la diversidad de la conciencia humana. A
la luz del anuncio del Premio Novel, su mensaje llevaba un profundo sentido de la responsabilidad
contraída por cada uno de los participantes allí reunidos. Este encuentro, cara a
cara, de la ciencia Occidental y la tradición budista para investigar la conciencia, podía tener
una profunda consecuencia en el logro de una paz mundial.
ROBERT LIVINGSTON: Este es el inicio del segundo diálogo entre las neurociencias
occidentales y las tradiciones budistas. Estas dos formas de contemplar la mente y la
vida, tan radicalmente diferentes, han existido de forma generalmente separada
durante casi 2.500 años. Han seguido su camino de forma tan alejada que casi no ha
existido intercomunicación alguna entre ellas. Por tanto, para todos nosotros, es esta
una oportunidad muy significativa. Confiamos en que los diálogos sobre Mente y Vida
sirvan para mejorar e incrementar la comunicación, fortaleciendo los lazos en términos
de una comprensión mutua de las neurociencias, de la conciencia, cerebro, mente y
demás, añadiendo también una nueva comprensión de la naturaleza humana, con lo
cual esperamos poder contribuir a la paz mundial.
Dos son los grandes principios que subrayan este diálogo. El primero es que los temas
que se van a discutir aquí no son solamente de gran importancia para la vida de cada
individuo, sino que su comprensión por un público más amplio puede resultar
fundamental para la supervivencia humana a escala mundial. Dichos temas se refieren a
las diferencias, individuales y colectivas, que hay sobre la percepción, el juicio, el
comportamiento y la comunicación. Y, en segundo lugar, la afirmación de que el cerebro
humano es el único instrumento eficaz para la supervivencia. Siempre se ha visto
obligado a ser —y continúa siendo— constructivamente adaptable. Si bien no podrá
desarrollar todo su potencial hasta que sea mejor conocido; y, de forma más
especial, en lo que se refiere a su individualidad y a la consecuente diversidad de su
visión del mundo.
El cerebro es constructivamente adaptable en el sentido de que continuamente está
actuando y organizándose a sí mismo, con respecto a su propio cuerpo,
proyectando y testimoniando imágenes y descripciones del mundo exterior. De
acuerdo con su propio horario, modifica suavemente sus estados internos y las
divisiones de su actividad, de una forma comprensiblemente integradora.
Existe una dinámica evolutiva cerebral, previa e inferior, formada por fuerzas selectivas
que actúan sobre periodos de tiempo extremadamente largos. A lo largo de la historia, la
respuesta más brusca para la selección de fuerzas que afectan a la evolución cerebral fue
la triple expansión volumétrica del cerebro del homínido, que empezó hace unos tres
millones de años, con un antepasado también común al chimpancé, del que, en el
presente, nos hemos diferenciado. A lo largo de una vida humana, el cerebro también se
manifiesta dinámicamente en su desarrollo fetal e infantil, incluyendo su notable
adaptación al medio y a la cultura dada, al mismo tiempo que muestra una
disminución de su fuerza en la enfermedad y la vejez.
Estos cambios evolutivos y perdurables son estructuralmente dinámicos, en conjunto,
a niveles microscópicos y ultraestructurales de la neuroanatomía. Los cambios en la
ultraestructura —a nivel de microscopio electrónico— ocurren dinámicamente
cuando pensamos, hablamos, obramos y recordamos hechos. Los cambios de
organización, a niveles microscópicos, tienen lugar de forma más lenta, de acuerdo
con nuestro uso, o desuso, de aspectos particulares de nuestra experiencia
consciente e inconsciente. Los estados cerebrales se producen por una actividad
neuronal que incluye hechos de una dinamia bioeléctrica y bioquímica; y esto puede
modificar los rasgos ultraestructurales de las delicadas arquitecturas membranosas de
los entornos celulares.
Resulta muy importante el hecho de que el cerebro sea dinámico, en un sentido
integrador. Siempre que examinamos a alguna persona que posee un cerebro afectado
por la droga, enfermo o dañado, observamos que tal cerebro puede actuar como un
todo único, pese a lo que pueda haberle ocurrido por el daño sufrido, y pese a lo que
pueda suceder por cualquier interferencia pasajera. En otras palabras, el cerebro, como
entidad global, tiende a hacer lo mejor que le es posible, integrando todos los recursos
de que dispone.
Asimismo, el cerebro es dinámico en un sentido personal, subjetivo e interactivo, cosa
que me gustaría mostrarles ahora. Para este propósito les invito a que participen, de
forma que Su Santidad pueda centrarse conscientemente en algunas experiencias
subjetivas, mientras ellas tienen lugar en su propio cerebro.
Los tibetanos son un pueblo que, sin lugar a dudas, ha contemplado cascadas de
agua con mucha frecuencia y prolongadamente. Cuando alguien mira una cascada,
fijando la vista en uno de sus puntos durante, al menos, algunos minutos, y después
aparta la vista y mira a la montaña que está al lado de esa cascada, percibe un hecho
sorprendente. La pared rocosa, en una anchura similar a la de la cascada, parece que
se mueve hacia arriba, perdurando esa percepción durante unos minutos.
Esto nos dice que algo dinámico ha sucedido dentro de los circuitos cerebrales que
procesan la percepción visual. Algunos de ellos han adaptado temporalmente y de
forma activa su capacidad de análisis discriminatorio para una mejor percepción de
la caída del agua. Deducimos que después de que uno ha mirado la cascada durante
un rato, el aparato perceptivo se ha adaptado enlenteciendo el movimiento de la caída
de agua, quizá para permitir una observación más precisa de la misma.
Evidentemente, ese proceso de enlentecimiento, que se ha circunscrito a un segmento
bien definido del campo visual centrado en la cascada, persiste en su forma dinámica
cuando apartamos la mirada para ver la montaña, produciendo ahora un movimiento
inverso de la percepción de los objetos, al tener que adaptarse temporalmente a un
nuevo sector del campo visual.
Probablemente, ustedes han notado que el cabeceo y el movimiento del buque, en un
viaje por mar, produce una sensación similar en uno, que persiste durante muchas
horas después de haber desembarcado. O después de viajar en avión, nuestro oído
sigue sintiéndose afectado, horas después de haber aterrizado. Hay otros muchos
lugares comunes que dan testimonio de las formas dinámicas de los mecanismos
cerebrales. Por ejemplo, cuando ustedes viajan en avión a través de zonas de distinto
horario, sentirán indudablemente una alteración temporal. Su cuerpo, incluyendo el
sistema endocrino, el sistema de digestión y los mecanismos del sueño, necesitarán
algunos días para recuperar su ritmo normal, mientras su cerebro se reajusta al ciclo
sueño-vigilia, de acuerdo con el nuevo horario local.
En este punto, el doctor Livingston rogó a Su Santidad que participase en un
ejercicio, para darse cuenta del mecanismo del propio cerebro durante una determinada
actuación voluntaria. Abrió y cerró los dedos en forma de abanico, y pidió al Dalai
Lama que hiciese lo mismo.
Cuando usted hace esto, ante todo está aceptando cortésmente el hecho de hacerlo.
Después se compromete a realizar voluntariamente una serie de acciones. Esto
involucra ciertas partes de su córtex motor en una discreta y complicada forma de
actividad electroquímica. Usted puede reconocer de forma subjetiva los sentimientos
generados por su intención y por su iniciativa, y las experiencias perceptivas correspondientes
que retornan a través de sus dedos, manos y visión, para informarle de
lo que usted ha llevado a cabo, más o menos, adecuadamente.
El doctor Livingston toma la mano del Dalai Lama en la suya, manteniendo sus
dedos juntos.
Si yo impido que sus dedos puedan llevar a cabo su acción voluntaria y, sin embargo,
le pido que prosiga abriendo los dedos como antes, usted podrá apreciar
inmediatamente la diferencia requerida al tener que hacer un esfuerzo cerebral
adicional, un acto de voluntad; al mismo tiempo que también necesitará hacer un
esfuerzo muscular.
DALAI LAMA: ¿Cuál es el significado de esto?
ROBERT LIVINGSTON: Al utilizar las técnicas neurocientíficas occidentales podemos obtener
simultáneamente una evidencia objetiva y subjetiva de que muchas partes específicas de
su cerebro están realizando operaciones de forma ordenada, aunque también muy
complicadamente: responden a mi solicitud, deciden el llevarla a cabo, ejecutan
determinados movimientos con los dedos, lo hacen venciendo cierta resistencia, etc. De
forma conjunta, un inmenso número de distintas partes de su cerebro se han visto
envueltas en estas actividades —el oído, la vista, el sistema visceromotor, el
somatomotor, el somestésico, etc.—, al tiempo que se han enviado órdenes, de forma
discreta y diferenciada, a distintas partes del cuerpo con una exquisita y precisa
secuencia. En resumen, para llevar a cabo ese simple acto, ha sido necesaria una
orquestación espectacular de las actividades de muchas de las zonas de su cerebro.
Me atrevo a decir que, como mínimo, se activaron en el curso de este modesto
ejercicio una docena de miles de millones de células nerviosas y se produjeron
billones de señales electromagnéticas. Estos acontecimientos cerebrales afectan a
circuitos próximos y lejanos, y a una multiplicidad de constelaciones celulares corticales
y subcorticales, todas las cuales se integraron de forma armoniosa.
Damos todo esto por sabido, pero no es por ello menos sorprendente de considerar.
Creo que necesitamos integrarnos en este tipo de pensamiento, si queremos tener un
leve conocimiento de las complejidades y sutilezas de los procesos del cerebro humano,
y contemplar las potencialidades de ese cerebro con suficiente respeto y asombro. Es
este el tipo de consideraciones que lleva a los neurocientíficos occidentales a que
determinen de forma experimental cómo se producen de forma detallada los procesos
cerebrales durante la percepción, el juicio y el comportamiento. ¿Cómo se canalizan
tales acontecimientos cerebrales, a fin de poder controlar nuestro cuerpo, y ser capaces
de emitir frases, generar ideas, experimentar y manifestar emociones? ¿Cuál es la
naturaleza de la orden emitida por el cerebro y, de forma más amplia, cómo tienen lugar
los cambios dinámicos de los estados cerebrales, entre el sueño y la vigilia, o entre el
sueño, el sueño profundo y el estado de ensoñación? ¿Cómo se controlan estos
cambios cerebrales? Y, todavía de forma más general, ¿cuál es el papel de la
conciencia en tales actividades?
Este es el tipo de preguntas que nos gustaría presentar para que sean sometidas a un
amplio debate con usted en este diálogo. Respetamos las dos tradiciones culturales que
se han visto separadas durante tanto tiempo, pero ahora tenemos una magnífica
oportunidad de intercambiar criterios, gracias a su iniciativa, a su curiosidad y
generosidad. Esto abre una excelente oportunidad a los neurocientíficos para su
enriquecimiento profesional, porque el budismo ha venido pensando sobre la
conciencia, la mente y el cuerpo durante mucho tiempo, trabajando en esquemas
conceptuales diferentes. Hemos de reconocer nuestra humildad e ingenuidad:
existen muchas cosas que todavía no conocemos sobre el cerebro y la mente; muchas
otras de las que no estamos seguros, y todavía otras sobre las que, por
desconocimiento, mantenemos opiniones equivocadas.
Intentaremos representar honestamente a las neurociencias occidentales. Y de este
modo podremos convertirnos en sus aliados, hasta donde ello sea posible, a fin de
incrementar nuestra comprensión mutua en ambas direcciones; derribando las
barreras que durante tanto tiempo separaron la búsqueda interior de estas dos
culturas. En su transcurso, será posible desarrollar una serie de innovadoras estrategias
experimentales, con el fin de objetivar los fenómenos estudiados en ambas
tradiciones.
Son muchos los conceptos fundamentales que están cambiando en las
neurociencias occidentales con respecto a los mecanismos cerebrales. De modo que
hemos de estar sintonizados a fin de movernos conjuntamente dentro de esta corriente
tortuosa de la innovación científica.
Uno de los subrayados fundamentales de estos diálogos es nuestra preocupación
mutua por la paz del mundo. Sinceramente creemos que algunas disciplinas
pertenecientes a nuestras dos tradiciones son de gran importancia para ayudar a la
Humanidad en el desarrollo de un autoconocimiento más racional, de una mutua
comprensión intercultural y de la compasión. Todo lo cual resulta urgentemente
necesario para salvaguardar el hábitat del planeta y asegurar un reparto equitativo de
sus dones.
2
Hacia una ciencia natural de la mente
Patricia Smith Churchland, Ph.D.
COMO REGLA GENERAL, cada Conferencia de Mente y Vida se abre con una presentación,
hecha a menudo por un filósofo o un historiador de la ciencia, que establece algunos
de los supuestos y principios culturales que han de ser tratados en el diálogo. Estos
sillares básicos de nuestras construcciones intelectuales determinan lo que podemos
permitirnos como patrimonio legítimo del campo de la ciencia. Naturalmente, esto es
de vital importancia para cualquiera que proceda de una tradición cultural diferente y
que trate de comprender la ciencia occidental en sus propios términos. Es también
un terreno que defendemos de forma tanto racional como irracionalmente, y en donde
hemos de trabajar más duramente para abrir nuestra mente, si queremos
comprometernos de forma seria con una visión del mundo completamente diferente.
La presentación de Patricia Churchland investiga las raíces del moderno entendimiento
occidental de la relación existente entre la mente y el cerebro. Traza la historia de la
ciencia moderna desde sus orígenes en la filosofía griega. La investigación de filósofos
tales como Platón y Aristóteles sobre la naturaleza del universo, la percepción humana
y la representación conceptual del universo, creó principios que poseen todavía una
influencia poderosa en nuestra forma de pensar. Ella describe la posición dualista que fue
formulada por Descartes: la separación entre mente y cuerpo, entre el mundo físico y el
espiritual, que ha dominado el pensamiento occidental durante siglos, y que sigue
permaneciendo tanto en las religiones occidentales como en la imaginación popular. En
oposición a esto, ella defiende la posición materialista que subyace en el pensamiento
de los científicos más modernos. En su opinión, no existe nada más que lo físico, y la
conciencia ha de entenderse como una propiedad emergente de la organización física
del cerebro.
PATRICIA CHURCHLAND: Creo que la mayoría de los científicos que investigan sobre el
cerebro probablemente sienten, primero, que la conciencia no es independiente
del cerebro; segundo, que la memoria es una función de la forma en que el
cerebro se organiza a sí mismo, y tercero, que la percepción depende de la
forma en que interactúen y estén organizadas las zonas cerebrales. Parte de lo
que deseo hacer es formular una gran pregunta sobre la relación existente entre
el cerebro y la mente.
DALAI LAMA: ¿Qué entiende usted por conciencia?
PATRICIA CHURCHLAND: Entiendo que somos conscientes de los colores, de los
sabores, de las formas, sonidos y de sentimientos tales como la ira o la perplejidad.
No creo que la conciencia sea una cosa. Esa es la pregunta que hay que
hacerse.
Quisiera apuntar cómo muchos neurocientíficos, y yo, hemos llegado a la
convicción de que la mente no es independiente del cerebro; de que la mente es, de
hecho, ese cerebro que comprende, se organiza y actúa de un cierto modo.
Las raíces filosóficas de la ciencia
Quisiera comenzar por los antiguos griegos que establecieron muchos conceptos e
ideas que han sido asumidas por la ciencia occidental. Existen muchas cuestiones
científicas en la filosofía occidental originadas en la tradición griega. Aristóteles y Platón
se sentían profundamente desconcertados sobre la naturaleza del tiempo y del espacio
y sobre la naturaleza de la sustancia. Querían saber de qué estaba hecha la materia,
cómo se había unido. La naturaleza del cambio de las cosas, y por qué cambian,
constituyeron otros interrogantes. Se dieron cuenta de que ciertas cosas cambian
sistemáticamente, mientras que otras lo hacen, aparentemente, al azar. Querían
conocer la naturaleza del movimiento.
Además, naturalmente, querían conocer los orígenes de la vida, de dónde viene. Se
hacían también algunas preguntas sobre los seres humanos. Querían saber cómo es
posible que los humanos puedan establecer el conocimiento del mundo exterior según
ciertas representaciones internas. Cómo es posible que con una simple cabeza, con
unos ojos y unos oídos se pueda saber lo que está pasando afuera, en un inmenso y
complicado mundo; saber que las cosas existen en el mundo independientemente de
uno, y cómo sabemos que algunas veces las cosas que vemos son diferentes de como
son en realidad. Esos son misterios básicos.
Utilizaban el ejemplo de la percepción que tenemos cuando metemos un bastón en el agua:
el bastón parece que está doblado. Así es como lo vemos; sin embargo, otra parte de
nuestro cerebro sabe que, de hecho, se mantiene recto. Se sentían intrigados por el
hecho de que usted sepa distinguir entre cómo las cosas parecen ser y cómo son en
realidad. También sentían una gran curiosidad por el hecho de que podamos pensar sobre
cosas que no están presentes. De modo que yo puedo pensar en mis hijos, aunque ellos no
se encuentren aquí.
DALAI LAMA: ES una función de la mente conceptual crear imaginaciones que
corresponden a determinado suceso externo.
PATRICIA CHURCHLAND: Pero la pregunta es cómo la mente/cerebro lo realiza. Los griegos se
dieron cuenta de que la experiencia perceptiva tiene cierta clase de unidad. Advirtieron
que vemos formas y colores como parte de un objeto, como pueda ser un árbol. Hay
también unidad entre las distintas sensaciones. Uno puede ver y oír, y darse cuenta de
que ambas sensaciones proceden del mismo objeto. Se puede ver la lira que está
siendo tocada, oír su sonido y saber que todo ello forma parte de la misma cosa.
También hay unidad en el tiempo. De este modo sé que hoy soy la misma persona que
fui ayer y el día anterior. Puedo mirar este cuarto, estudiar diferentes zonas de su
espacio en momentos distintos y, sin embargo, saber que para mí sigue siendo el
mismo cuarto. No es que haya un pedazo aquí, otro allí y otro todavía más allá a
medida que se van moviendo mis ojos. Es percibido por mí como algo que permanece
unido, como un todo único.
Sobre la percepción, la representación y la conceptualización
DALAI LAMA: Cuando usted habla de representar, ¿se está refiriendo solamente a
impresiones conceptuales, o a impresiones sensoriales tales como las percepciones
auditivas o visuales; o se refiere usted a ambas?
PATRICIA CHURCHLAND: Quiero decir que cubre ambas. Las representaciones pueden ser
perceptivas o conceptuales. Usted puede tener una representación sensitiva al tocar
algo, de la misma manera que sucede con la vista, el oído y otras modalidades de los
sentidos. También incluiría las representaciones memorísticas que tienen lugar al
pensar sobre cosas. Consideramos todos esos procesos cerebrales como
representaciones.
Cuando usted piensa sobre lo que va a decir a continuación, y lo perfila y lo trabaja en
su cabeza, está estableciendo una representación lingüística. Pero el punto crucial
es que todo ello se produce en el cerebro.
DALAI LAMA: Esta función de la representación ¿es común a todos los animales
evolucionados, al menos a los más inteligentes, o es única de los seres humanos?
PATRICIA CHURCHLAND: En realidad nadie lo sabe. Pero sospecho que se encuentra en los
mamíferos, en los pájaros y, probablemente, en los reptiles y los peces.
DALAI LAMA: ¿Cree usted que esto es tanto para las percepciones sensoriales como para
las facultades conceptuales?
PATRICIA CHURCHLAND: SÍ. Pero para animales muy simples, y también para nosotros, existen
comportamientos muy sencillos, como pueden ser los reflejos. Si toco un animal, ello
proporciona una señal energética al sistema nervioso, y eso es todo lo que se necesita
para generar una respuesta estereotipada, sin que sea necesaria la mediación de
ninguna otra cosa más para que se produzca ese reflejo, relativamente simple. También
puede decir usted, en un caso más sencillo, que existe una pequeña o nula
representación.
DALAI LAMA: ¿NO existe ni siquiera una representación sensorial en esa situación de
reflejo?
PATRICIA CHURCHLAND: NO tengo una respuesta decisiva para eso. Probablemente no sea útil
pensar que en tal caso se tenga una representación sensorial. Puede producirse en
ausencia de la conciencia.
ALLAN HOBSON: NO es seguro que los animales tengan representaciones conceptuales.
Resulta difícil imaginar cómo puede surgir un concepto sin que exista lenguaje. Creo
que los científicos albergan serias dudas al respecto.
ROBERT LIVINGSTON: Ciertamente los animales poseen memoria; y tienen un agudo sentido
del espacio y del tiempo. También poseen un sentido de la lealtad.
ALLAN HOBSON: ¿Pero esos son conceptos?
PATRICIA CHURCHLAND: Resulta difícil decirlo en animales. Por supuesto hay anécdotas
referentes a los chimpancés en las que estos animales parece que buscan cosas que
esperan encontrar en un cierto sitio en el que nunca lo han encontrado anteriormente.
Eso indicaría que tiene una representación.
DALAI LAMA: Tienen memoria. ¿No se halla esta incluida en las facultades conceptuales?
¿No es la memoria necesariamente un proceso conceptual?
PATRICIA CHURCHLAND: Pueden existir diferentes tipos de memoria. Unos son
conceptuales y otros, quizá por el hábito, no lo son. Pero déjeme decirle que la
noción de representación no es precisa.
ANTONIO DAMASIO: Quizá fuese útil pensar que la representación tiene muchos posibles
niveles. Hay representaciones que corresponden a cosas muy objetivas en el mundo
exterior, tales como mi representación de Pat o de esta mesa. Hay otras
representaciones que no se relacionan con el mundo objetivo, tal como lo percibimos,
pero que todavía siguen siendo representaciones en el sentido de que existen en el
cerebro en forma de modelos de actividad.
Así pues, si usted tiene un reflejo, en efecto hay una representación de algún tipo, que
corresponde a la secuencia de actividades que llevan a cabo las neuronas y sus
sinapsis a fin de que el reflejo mantenga ese modelo, y responda a él de forma repetida
y característica. En realidad no se trata de una representación, en el sentido de que no
es una imagen o un cuadro. Pero creo que podemos considerarla una representación.
Y sobre el tema de la conceptualización en animales, diría que si bien el lenguaje añade
«cualidad» a los conceptos, hay ciertos animales como, por ejemplo, el chimpancé, que
tienen conceptos.
PATRICIA CHURCHLAND: Algunas de las preguntas que interesaban a los antiguos tenían
que ver con la naturaleza del espacio, del tiempo, de la sustancia, etcétera. A medida que
la gente empezó a construir hipótesis sobre estos temas, y en cuanto empezaron a verificarlos
de forma experimental, las preguntas comenzaron a adquirir otra
dimensión, para convertirse en parte de lo que se consideró como algo probablemente
cierto, es decir, lo que llamamos «realidad». Así, se pudieron desarrollar muy buenas
teorías sobre astronomía. En el Siglo XV empezó a saberse que la Tierra no era, de
hecho, el centro del universo, aunque tal afirmación desagradase a mucha gente.
Galileo introdujo teorías sobre la mecánica. A través de las investigaciones llevadas a
cabo por Newton se pudo conocer mejor la naturaleza del movimiento; y a esto le
siguió, en siglos sucesivos, el concepto del calor como un movimiento molecular.
Las preguntas formuladas sobre la naturaleza de la sustancia, sobre lo que conforma
un tejido, o cómo un tipo de tejido es distinto de otro, nos llevaron al campo de la
química, que también se convirtió en una ciencia, lo mismo que sucedió con la
biología. Temas que solían pertenecer al campo de la filosofía se convirtieron en parte
de las ciencias naturales y fueron investigados de forma experimental; se comprobaron
las hipótesis y la tecnología avanzó.
¿Podremos desarrollar también una ciencia de la mente de la misma manera que se han
hecho grandes progresos en algunas de las otras cuestiones que se convirtieron en
temas científicos, a medida que fueron comprobándose las hipótesis establecidas y
avanzó la tecnología? En nuestro tiempo, esta es una pregunta de gran importancia.
Se han realizado ciertas investigaciones científicas en el campo de la psicología. Por
ejemplo, intentamos establecer las características de una determinada capacidad,
como puede ser la capacidad de ver en profundidad, en términos de respuestas
conductuales. Pero, evidentemente, lo que en realidad queremos saber es: ¿cómo
resulta posible eso? ¿Cuál es el mecanismo que nos permite indagar en lo profundo?
Ahora conocemos el grado preciso de percepción profunda que puede haber;
conocemos la dimensión y los límites de tal capacidad, pero lo que queremos
comprender es: ¿Cómo funciona eso? ¿Cómo puede producir algo una percepción
profunda?
Algo similar sucede con la memoria. ¿Cómo es posible que tras haber estado
expuestos a algo podamos recordarlo un día después, o un año, o diez años más tarde?
¿Cómo funciona la memoria?
¿Son la mente y el cerebro la misma cosa?
Ahora bien, dentro de las consideraciones de la filosofía occidental, hay una serie de
supuestos tras esta pregunta de si se puede desarrollar una ciencia natural de la mente, y
primero necesitamos perfilar bien ese supuesto. La primera cuestión que tenemos que
enfocar tiene que ver con el hecho de si los estados de la mente son idénticos a los
estados del cerebro. ¿Son, en realidad, los estados mentales estados del cerebro físico,
o son algo que puede existir independientemente del cerebro? Cuando yo recuerdo algo,
¿se trata de un estado de mi cerebro, que se organiza y procesa de una determinada
forma? Cuando veo algo, ¿es eso un estado del cerebro físico o un estado de otra cosa?
Como ustedes saben, existe una profunda división en estos temas. Algunos contestan
que sí y otros responden que no. Primero, quisiera estudiar la respuesta negativa.
Descartes fue un dualista clásico. Pensaba que los estados mentales y el cerebro eran
dos cosas diferentes. El cerebro, al igual que el cuerpo, es una cosa física que, como él
apuntó, posee extensión, posición y masa. La mente, no.
DALAI LAMA: ¿Hay en tal opinión una afirmación del yo? ¿Se equipara el yo a la mente, que
es tan diferente del cerebro? ¿Son ambos la misma cosa? ¿Establecieron los filósofos el
supuesto, con la teoría dualista de Descartes, de que la mente es, después de todo, el
alma?
En este momento, las palabras escogidas por el traductor provocan una discusión en
un terreno que no estaba contemplado en la pregunta original, pero que, sin embargo,
resultó muy útil. El término tibetano gang zag, traducido por «alma», significa, en
realidad, «persona» o «individuo»; pero ello no tiene las profundas connotaciones
religiosas y metafísicas que posee la palabra «alma», tal como la utilizamos nosotros.
PATRICIA CHURCHLAND: SÍ, el alma, el espíritu, la mente, son términos
intercambiables, según el concepto cartesiano.
DALAI LAMA: ¿Pero están separados? ¿Poseen identidades diferentes? ¿Establece usted
una distinción entre la propia identidad, el «yo», y la mente?
PATRICIA CHURCHLAND: Creo que desde el punto de vista de Descartes, se utiliza «la
mente», «el alma» y «el espíritu» de forma intercambiable.
DALAI LAMA: ¿Tiene sentido que el alma, en sí misma, vea; o que el alma vea a través
de la percepción, o a través de la atención, que es algo distinto?
PATRICIA CHURCHLAND: YO no creo que se suponga que el alma vea a través de nada. Creo
que se supone que el alma ve, que el alma es consciente, que el alma piensa, que el
alma razona, por sí misma, aunque como respuesta al impacto producido en el
cuerpo... Algunos pueden pensar que hay partes del alma. Pero si usted fuera dualista,
pensaría que la cosa que produce el pensamiento y el sentimiento, la cosa que está
consciente, la cosa que está atenta, es la mente o el alma.
ALLAN HOBSON: NO creo que se trate de una corriente histórica, sino que mucha gente
sigue pensando así ahora.
PATRICIA CHURCHLAND: Eccles, que es un neurocientífico actual, premio Novel, cree
decididamente en la teoría dualista.
DALAI LAMA: ¿Quiere decir usted que la mayoría de la gente piensa así, pero que la
mayoría de los científicos no?
PATRICIA CHURCHLAND: La mayoría de los neurocientíficos y científicos no sostienen
generalmente esa opinión. Pero Eccles no es la única excepción. He querido
mencionarlo para reconocer que hay personas muy notables que sostienen esa
opinión. Creo que muchas personas que no son científicas, quizá la inmensa mayoría de
la población, sigue la teoría dualista.
ALLAN HOBSON: La vinculación esencial con lo que yo entiendo como principios budistas es
que los dualistas mantienen que la conciencia existe a parte y en cierto grado
independientemente del cerebro.
Una crítica materialista del dualismo
PATRICIA CHURCHLAND: Recordemos nuestra pregunta: ¿Son los estados mentales
realmente estados del cerebro físico? Los materialistas, también llamados fisicistas —
ambos términos son intercambiables—, dirían que sí. Sostienen que no existe ningún
tejido independiente, ninguna clase de sustancia, nada que sea independiente.
Existe simplemente el cerebro, que está organizado de un modo que todavía no
conocemos completamente, y que produce cosas como la conciencia, la memoria, y así
sucesivamente.
Quiero decir algo sobre lo que le motivaría a alguien a convertirse en un materialista.
Creo que requiere una motivación, en primer lugar, porque sentimientos como la tristeza,
por ejemplo, son en realidad muy diferentes de, digo yo, un pedazo de hueso o de la
carne de su brazo, o un pedazo del cerebro de su cabeza. La actividad de las células del
cerebro parece ser muy diferente a cualquier sentimiento de tristeza, felicidad, de
tener pena, de sentirse nostálgicos, etc.
Incluso Descartes tuvo contemporáneos que decían que la idea de que existieran dos
elementos muy diferentes (cuerpo y alma) resultaba muy problemática. Hacían la gran
pregunta de que cómo podía haber dos formas de interacción entre dos cosas tan
dispares e inconmensurables. ¿Cómo era posible que un alma o una mente, hechas de
una sustancia completamente inmaterial, pudieran interactuar con algo físico? ¿Cómo
podría hacer para que sucediera algo en el cerebro? Si se supone que eso nos
permite andar, por ejemplo, ¿cuál es la naturaleza de tal transacción? Eso era con lo
que realmente batallaba Descartes. Y decía que las transacciones tenían lugar en la
glándula pineal, una pequeña glándula situada en el centro del cerebro, de la cual hoy
sabemos que no tiene nada que ver con semejantes funciones 3. Pero a Descartes le
gustaba la idea de que la glándula pineal estuviera en el centro de la cabeza.
3 Robert Livingston dice: «Según Descartes, el sistema nervioso estaba considerado como un
autómata. Menciona que la glándula pineal se encuentra en el centro del cerebro, como la
sede del alma racional del ser humano Recibe información a través de la cual puede
comprender el mundo. Y de la glándula pineal surge la voluntad, lo «racional», el control para
que el cuerpo se comporte adecuadamente. Otros aspectos de la conducta eran
automáticos. Él establece una clara distinción con respecto a los animales que
comparten una vida animal, pero que carecen de razón y de alma.
Pero incluso eso no ayudaba a contestar la pregunta de cómo sería esa transacción.
Él decía que había una sustancia muy fina, muy sutil, que interactuaba con la sustancia
física. Sus oponentes, especialmente el sacerdote católico padre Malebranche, señalaban
que esa no era una respuesta satisfactoria. Para tener un efecto físico, tendría que
existir una causa físicamente mensurable sobre esa sustancia inmaterial. Y no veían
cómo podía suceder tal cosa.
El segundo argumento expuesto por los detractores de Descartes era que la realidad
puede ser muy diferente de las apariencias. Sabemos que las sustancias pueden estar
formadas por elementos que parecen una cosa y que por separado se comportan así;
pero que, combinados, parecen y se comportan de forma diferente. Sabemos que la
Tierra parece plana, pero que, sin embargo, es redonda, y cosas así. Los críticos argumentaban
que aun cuando nuestra experiencia parezca ser muy diferente del
comportamiento de las células cerebrales, eso no significa que sean diferentes. El que las
cosas parezcan diferentes no constituye, de hecho, evidencia de que en realidad lo sean.
Tal línea crítica formulada en el siglo diecisiete persiste todavía.
Entre los científicos actuales hay algo más que una simple crítica del dualismo. Hay
razones positivas para creer que el dualismo es probablemente falso. Y una de las
más importantes razones tiene que ver con la dependencia entre los estados
psicológicos y los cambios en el cerebro, que se pueden observar y cuantificar. Por
ejemplo, al administrar ciertas drogas podemos modificar las percepciones de una
persona, o cambiar su capacidad para recordar cosas. Esas observaciones sugieren que
existe una relación muy estrecha entre determinadas sustancias químicas y estados
psicológicos específicos y, en particular, estados cerebrales. Además, la relación entre
los estados psicológicos y los cerebrales es, probablemente, una relación de identidad.
Antonio Damasio y Larry Squire nos hablarán de las lesiones cerebrales, en las que el
daño causado a ciertas partes del cerebro interrumpe o modifica funciones psicológicas;
de forma que esas personas ven alterada su capacidad para ver o recordar lo que experimentan
y cómo lo piensan. Una lesión puede producir modificaciones en su percepción
del relieve de los objetos, o en su percepción de los colores, etc. Parece que tales
cambios son muy específicos, y se relacionan con estructuras cerebrales asimismo muy
específicas y localizadas. Una vez más, existe una dependencia estructural y funcional
que resulta muy sorprendente; tanto es así, que no parece necesario postular la existencia
de ningún otro elemento, tal como una mente o un alma inmateriales. Parece ser
que la única cosa necesaria es este cerebro tan maravillosamente complicado y tan
increíblemente organizado.
Veamos otro ejemplo que tiene que ver con la dependencia mente/cerebro y que se basa
en la estimulación eléctrica. Cuando un paciente tiene que sufrir una operación cerebral, al
cirujano se le puede hacer necesario comprobar e identificar la funcionalidad de ciertas
estructuras cerebrales y perfilar zonas sensoriales o motoras específicas, despertando las
respuestas adecuadas a determinados estímulos eléctricos. De esta forma, mediante la
utilización de finos electrodos y de corrientes eléctricas de baja potencia se han localizado y
explorado zonas cerebrales en muchos pacientes. Esto nos proporciona un sorprendente
ejemplo de las dependencias existentes, cosa que ha sido exhaustivamente investigada
en animales, especialmente en estudios de monos. Cuando se estimuló una
determinada parte del cerebro, al paciente le resultó imposible articular ciertas palabras que
hubiera querido pronunciar. O, de forma inesperada, tuvo recuerdos que le llegaron de
un lejano pasado, o fue capaz de oír viejas canciones populares.
Si allí hubiera habido alma, usted se podría preguntar cómo una corriente eléctrica tiene
semejantes efectos. ¿Interviene el alma, de alguna forma, en los puntos de
estimulación? No parece muy probable.
Sabemos también cómo afectan los accidentes externos e internos al tejido cerebral,
produciendo una desorganización, localizada o difusa, e incluso, una degeneración
generalizada del tejido cerebral, que se halla asociada con una variedad de efectos
psicológicos específicos. Una vez más, se aprecia una notable correspondencia entre
lugar y distribución del daño cerebral y la clase de alteración o degeneración de las
funciones psicológicas, con pérdida de la capacidad perceptiva, emocional, conductual o
de juicio. La pérdida de la capacidad para hablar, ver o recordar se encuentran entre las
más instructivas.
Si fuera el caso de la existencia de una conciencia independiente del cerebro, la cual
pudiese abandonar el cerebro en el momento de la muerte, se supone que entonces
esa conciencia llevaría consigo los recuerdos que poseía la persona. Pero cuando se
deteriora el cerebro y la memoria, a su vez, se deteriora con la muerte, o cuando el
cerebro experimenta una degeneración mucho antes de la muerte, y la memoria
paralelamente se deteriora de antemano, ¿cómo es posible que el alma, sin embargo,
retenga intactos los recuerdos? ¿Cuál es su explicación? 4.
4 Según la psicología budista, los recuerdos se almacenan en la mente. Los procesos
mentales, que dependen del cerebro a la hora de traer tales recuerdos a la
conciencia, se encuentran desequilibrados debido a la disfunción cerebral, pero
tales recuerdos pueden surgir en una vida futura.
O, supongamos, que un cerebro dado no se degenera antes de la muerte. Si los
recuerdos se encuentran codificados en el cerebro, como consecuencia de la forma en
que las neuronas específicas interactúan y cambian de forma y establecen circuitos
únicos, ¿cómo pueden ser recordados o conducidos por el alma o la mente
inmateriales? ¿Cómo se pueden elaborar cambios físicos ultraestructurales sobre los
que se basa la memoria y cómo se pueden relacionar con un alma inmaterial los tipos
precisos de dinámicas estructurales por los que tiene que pasar el cerebro siempre
que recuerda algo? ¿Cómo podrían transferirse dichos cambios a un alma, de forma
que, tras la muerte, dicha alma pudiese conservar esos recuerdos?
¿Cómo funciona eso, digamos, en pacientes en los que hay degeneraciones
cerebrales que no pueden recordar dónde nacieron o qué hicieron ayer, o de quién
son hijos? ¿Se mantendría en el alma el recuerdo de las cosas que experimentaron
hace diez años, pero que, sin embargo, ahora les resultan inalcanzables? No es muy
plausible.
Cada una de esas dependencias específicas parecen suficientemente persuasivas
por sí mismas, y muestran un entronque colectivo. De modo que la hipótesis de que hay
un alma —la hipótesis dualista— no es probable. En realidad, es altamente improbable.
Ninguna de estas líneas de evidencia muestra, de forma absoluta, que el dualismo sea
falso. No creo que incluso podamos demostrarlo, mediante alguna forma de genérica
suposición científica, o de cualquier otro tipo. Pero sí creo que todo ello hace que el
dualismo sea virtualmente imposible.
Son muchos los datos básicos existentes para demostrar toda esta diferente serie de
dependencias, y yo solo he expuesto unos pocos ejemplos. Creo que otro buen
ejemplo tiene que ver con los defectos estructurales y déficit funcionales que
observamos en el cerebro, como resultado de errores genéticos, o como consecuencia
de interferencias en el desarrollo. Los niños que nacen tras un parto difícil en el que
quedó interrumpido el suministro de oxígeno al cerebro, pueden tener anomalías
cerebrales. Pero usted no querrá suponer que la reducción de oxígeno pueda afectar
al alma. Porque si así fuera, también se produciría lo mismo en el curso de la muerte
fisiológica.
Por último, cabe preguntarse cómo encaja la idea de la existencia de la mente o del
alma con el resto de la ciencia. Creo, una vez más, que la hipótesis dualista no es muy
compatible con el resto de la ciencia establecida. Admitamos que nadie puede estar
completamente seguro de que la ciencia establecida está en lo cierto, pero hasta ahora
parece ser lo mejor que tenemos y, al igual que el budismo, está sometida a posibles
correcciones a la luz de la evidencia.
La hipótesis dualista no encaja muy bien con la biología evolutiva. Usted tiene una
secuencia de especies animales progresivamente evolucionadas, y he aquí que de
repente aparece el ser humano. En contra de todo lo que le ha precedido, posee un
alma. Esta abrupta aportación resulta sumamente improbable, porque hay similitudes
muy fuertes en el material genético, en los cerebros y en los comportamientos entre
primates no humanos y humanos, a las cuales no corresponden tales discontinuidades
bruscas en la escala evolutiva.
Finalmente, quisiera recoger algunas de las críticas que se le formularon a Descartes.
La primera es que resulta difícil pensar qué cosa puede ser el alma.
Si es algo que permanece separado del cuerpo y del cerebro, ¿cómo mantiene su
integridad? ¿Cómo puede ser una cosa, presumiblemente indivisible? ¿Será acaso
una especie de neblina que surge dentro de otras cosas? Y si tiene partes, tales como
una parte consciente y otra inconsciente, ¿cómo interactúan dichas partes? ¿Cuál es la
naturaleza de esas divisiones existente dentro de la mente o del alma?
Si la mente es un estado del cerebro, entonces podemos decir muchas cosas sobre las
diferencias entre lo que sucede cuando usted está consciente y cuando no lo está. Pero
no creo que podamos ver cuáles podrían ser esos cambios de estado en el caso de
la mente o del alma.
Y una cosa parecida sucede con la percepción. Neurólogos y psicólogos han realizado
muchos avances trabajando juntos para comprender la percepción, en términos de
saber cómo responden e interactúan las células cerebrales, y así sucesivamente. No
se ha establecido ningún cálculo sobre cómo puedan ser los procesos o mecanismos
cerebrales, o cómo se produce la corriente de la conciencia o del pensamiento. Si usted
postula la existencia de un alma, añadiría nuevas dificultades explicatorias. Todavía
más, no hay necesidad de postular una mente no física o un alma al margen del
cerebro, porque ya podemos calcular bastante bien esos fenómenos en términos de propiedades
cerebrales, circuitos dinámicos, propiedades electrofísicas, etc.
Todavía añadiré una última cosa, recabada de la introducción de Bob Livingston.
Durante las tres últimas décadas hemos vivido avances en neurología espectaculares,
casi increíbles. Creo que estamos viv iendo una época muy especial en la que
las propiedades psicológicas pueden encontrar explicaciones en términos de
propiedades neurobiológicas.
No resulta sorprendente que la comprensión de la mente/cerebro se haya producido tan
recientemente, porque la investigación del cerebro requiere una gran cantidad de
tecnología especializada. Cuando se intentó comprender el cerebro y la mente a la luz
de la física y de la química, a la luz de la biología evolutiva y molecular, de los
microscopios —incluso de microscopios electrónicos—, de ordenadores y aparatos de
resonancia magnética, no se llegó muy lejos. Hasta muy recientemente no dispusimos
de los fundamentos teóricos ni de los perfeccionamientos técnicos necesarios para
investigar esos procesos, tan extremadamente delicados y, no obstante,
comprensiblemente integrados. Ahora las cosas han podido reunirse realmente, y
aunque solo sea un principio, es un principio muy prometedor.
Tendencias tecnológicas de la mente/Metáforas cerebrales
Robert Livingston añade una coda a la presentación de Patricia Churchland,
señalando hasta qué punto se hallan enraizadas en su propia fascinación por la tecnología
y, por tanto, culturalmente unidas, las diferentes metáforas que la ciencia ha
utilizado para ver la relación entre mente y cerebro.
ROBERT LIVINGSTON: En cierto modo, Santidad, los modelos propuestos para
responder a las correspondencias entre la mente y la conciencia, por un lado, y los
mecanismos cerebrales, por otro, han seguido históricamente la tecnología
contemporánea. Por ejemplo, Descartes respondía a esta relación mediante la analogía
con los sistemas hidráulicos populares que entonces se utilizaban para fabricar fuentes
de suministro, maquinarias de relojería y autómatas. Utilizaba dichos sistemas
hidráulicos para explicar las funciones del sistema nervioso, relacionadas con el alma.
Para él, los nervios eran tubos huecos que contenían fluido. Sabía que estaban
preparados de forma ordenada, tanto periférica como centralmente. Respondían al
estímulo impartiendo movimiento al fluido. De ese modo, Descartes proporcionaba la
primera explicación psicológica comprensiva del sistema nervioso, como si se tratase
de un mecanismo automático. Daba como cierto que todos los nervios terminaban
abriéndose en los ventrículos cerebrales. Su activación provocaba efectos sumamente
sensibles, producidos por chorros de fluido lanzados directamente contra la glándula
pineal. De modo que cuando se veía afectada una determinada parte del cuerpo, esos
chorros incidían delicadamente en la glándula pineal, centrándola en esa determinada
dirección.
Descartes ilustraba esto mediante el ejemplo de un muchacho que está cerca de una
llama. El muchacho mira la llama que tiene cerca del pie. Descartes afirma que la
vivacidad del fuego se transmite a los nervios de la piel. Desde allí pasan por la pierna y
la columna vertebral, hasta la parte interior del cerebro, para desembocar en el
ventrículo cerebral. Cuando se activan los nervios del pie, dirigen un delicado chorro de
fluido que golpea la glándula pineal en un ángulo específico. Debido a la ordenada
disposición de los nervios corporales y su desembocadura en la cavidad ventricular, el
chorro de fluido informa al alma racional de la glándula pineal de que hay fuego cerca del
pie. Esto se ve acompañado por una percepción consciente de calor, recogida por el
movimiento reflejo del pie, que se retira inmediatamente del fuego. La glándula pineal
ordena respuestas de comportamiento racional, que alteran las cámaras ventriculares y
que pasan desde aquí a los correspondientes nervios motores. Así es cómo se
controla también la conciencia, el sueño y la ensoñación, dilatando y contrayendo el
sistema ventricular. De este modo entendía Descartes los reflejos, y les dio ese nombre
por analogía con la reflexión geométrica producida por la luz sobre una superficie.
En tiempos recientes, fue tradicional hablar de los mecanismos cerebrales como si se
tratase de los sistemas del telégrafo, más tarde como los del teléfono, con sus
correspondientes interruptores, y ahora como si se tratase de un ordenador. Tal como
usted oyó a Newcomb Greenleaf, en la primera Conferencia sobre Mente y Vida, los
científicos electrónicos y los cognitivos están utilizando de forma creciente distintas
configuraciones de los sistemas del estado sólido (llamados eufemísticamente
«neuronas») para crear mecanismos capaces de tomar decisiones, construir máquinas
de interpretación del lenguaje, etc. Todo ello ha generado un sentimiento de creciente
optimismo sobre los progresos que se están haciendo en la comprensión del cerebro.
Pero creo que los neurólogos occidentales se inclinan a creer que no hay un modelo
que resulte enteramente apropiado, todavía, para el cerebro. Las células vivientes
poseen una capacidad increíblemente inspiradora: estructuras extremadamente delicadas
que son dinámicas y sensibles a su entorno próximo y lejano mediante
relaciones estructurales, muy complicadas e íntimas, que crecen y se seleccionan como
circuitos, según la dirección del impulso nervioso. Y, lo más importante, están
organizadas de forma que permiten la realización de toma de decisiones locales, dentro
incluso de la arquitectura ultraestructural de un pequeño número de células. ¿Le suena
esto razonable?
PATRICIA CHURCHLAND: Ignoro si eso está ampliamente aceptado, pero argumentaría que el
cerebro es una especie de ordenador. Decididamente no es un tipo de sistema
hidráulico, o de teléfonos o telégrafos. Pero creo que, en realidad, es una forma de
ordenador. Qué tipo de ordenador pueda ser, eso es algo que todavía no sabemos,
aunque tengamos algunas ideas razonables sobre el tema. No es, claro está,
exactamente igual a los ordenadores que ponemos sobre nuestra mesa. No tiene ni
esa conformación ni utiliza los mismos principios. Pero es el caso que el cerebro realiza
ese tipo de cálculos computerizados. Tiene que ser así, si somos capaces de ver, por
ejemplo, de forma estereoscópica. Tiene que recibir información procedente de ambos
ojos, computerizar la disparidad y determinar posteriormente la profundidad de campo
y lo que está detrás. El hacerlo así, a través de detalladas interacciones neuronales, es
algo que entendemos mejor si lo consideramos un trabajo de computador. Lo excitante,
creo yo, es que cuando descubramos qué clase de ordenador es, eso nos proporcionará
ideas absolutamente nuevas en el campo de la tecnología.
Ya existen modelos de redes de computerización muy poderosas y capacitadas que, sin
embargo, resultan demasiado sencillos para constituir modelos reales del cerebro, pero
que ya tienen todo su «aroma». Por lo general, un simple modelo de redes neuronales
puede llevar a cabo trabajos informáticos muy complejos. Parecen estar en la línea de los
modelos de la función cerebral. Y prometen llegar a tener un enorme valor tecnológico.
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