31 mar 2008

UN PSICOLOGO SOCIAL HABLA DE FILOSOFIA

UN PSICOLOGO SOCIAL HABLA DE FILOSOFIAA
Entrevista de la Revista LA SIESTA

Alfredo Moffatt dijo que éste era un título probable para la nota.
AM: En realidad, como muchas de las intuiciones, resultó el definitivo porque al final, temo que voy a convertirme en filósofo, como deseaba de chico. Porque me interesan todas las cosas
L.S.: Hablemos primero del "Tratado del mundo", el libro que estás terminando.
AM‑Es un libro de imágenes, gráfico, tiene mil imágenes que he juntado durante cuarenta y cuatro años. Es un libro en la línea de lo que me entusiasmaba a mí de chico, cosas que después vi en Jung, que era el interés por los secretos de la realidad, la realidad como rompecabezas, como algo a explicar. La actitud filosófica es muy parecida a la actitud infantil, que no da nada por sabido. Descubre el mundo. Es un interesar­se que luego es arruinado por el trabajo y la familia, que hacen que los intereses sean tan cotidianos y se pierde esa capacidad de asombrarse. Por eso se dice que el filósofo y el niño son dos que se asombran... y el idiota también, se asombra de todo. ¿Esto qué es?. Es una explotación. El filósofo sería el que dice casi nada sobre casi todo. El sentido, ¿no? El sentido final que, por supuesto, en la filosofía zen llega a la clave de que el sentido es un agujero. No hay sentido, sólo hay cosas que devienen, que se construyen, pero cualquier cosa que se dice está en un fondo de nada, de vacío. Por eso si uno quiere encontrar el vacío es un absurdo, porque el vacío es el fondo.
L.S: Quizás lo que queremos es encontrar el fondo de la realidad...de contar con una certeza
. ‑Esa es una fantasía que después de un tiempo se te va. En el sentido de que te das cuenta de que hay cosas... de que lo que existe es lo construido y lo que hay dado es nada, y uno construye algo. El secreto está contenido, como figura, en algo que es nada. El dibujo oriental por ejemplo, muestra una filosofía registraban las esencias.
L.S.: La idea es entonces hacer un libro gráfico, sobre filosofía.
‑Si, con imágenes fuertes, claro. El libro tiene dos partes, una es poética, pero el primer libro es sobre lo extraño, los monstruos, el absurdo. De chico tuve una vida complicada por situaciones familiares extrañas me cambiaban de lugar muy seguido, y yo, sorprendido, trataba de investigar la realidad para saber dónde caía. En qué barrio, en qué cama iba a dormir. Y así siempre investigando la realidad que me rodeaba. Otra solución para ese nene de 4 o 5 años hubiera sido cerrarse, como una tortuga, adentro pero como tenía algunos recursos para ser un antropólogo infantil, quedé marcado por esa necesidad de entender Luego eso me sirvió para ayudar a otros a entender Allí está todo el movimiento surrealista, el expresionismo alemán, todo el arte tiene que ver, los sueños y la locura, más que nada, la locura estética. Los mundos posibles, los márgenes, todo eso.
L.S.: ¿Y el segundo libro?
‑Sobre el olvido, la tristeza, sobre lo que se fue, la evanescencia de las cosas. Es una poesía más suave. Sobre la pobreza, sobre lo gastado; hay fotos de objetos muy gastados, hay una historia. Y entre ambos está lo fundamental, casi, diría, lo dramático. Hay también un estudio sobre el tango como epopeya de la pérdida, de la soledad. El Hospicio como abandono. En el otro es el Hospicio como lo extraño. El tercer libro es el libro de la vida, del placer, de la alegría, de la belleza. De la expectativa, de la aventura, como si el mundo fuera una aventura a recorrer. Desde la esquina de Paysandú, en Primera Junta, adonde iba de chiquito a mirar, a explorar. Mi madre me daba libros sobre viajes y yo me daba manija con Livingstone en África, ¿no? Toda mi vida seguí explorando y llegué a meterme en los callejones de Benarés luego de pasar por los lugares pesados de Nueva York, Europa, Cuba, Amazonas, por todos lados. Y esa exploración como lo que te mantiene vivo, como expectativa.
L.S.: Como un acto vivencial ...
‑Sí, porque si el tercer libro es el de la vida, en el anterior aparece lo monstruoso en la hoja de un diario en el que Massera dice que las torturas en la ESMA fueron una fantasía. Pienso que en nuestra cultura, que se ha hecho tan visual debido a la influencia de Estados Unidos, que es un mundo de acción y quizás por eso cuando el mundo cambia lo que valen son las imágenes, porque hay que leer, verlas, con nuevos códigos. Además fui fotógrafo muchos años, tengo enorme cantidad de imágenes. Debo tener unos quince mil negativos.... la India me fascinó también, como un mundo extraño, muy diverso que coexisten. Cada imagen es la imagen de un cuento, de una historia, de una observación. Y el cuarto libro se refiere a las deducciones.
Digamos, sobre lo que es la ciencia, lo que es suponer lo que no está con lo que está. la ciencia supone lo que no se ve. El tema de la deducción ayuda al quinto libro, que es un libro de contenido social. Toda esta poesía y toda la ciencia, al servicio de algo útil, asistencial. Es el de la "Máquina Curavida", que contiene todos los supuestos que armé para trabajar en las crisis, para arreglar destinos, destinos confundidos que no coinciden con lo que se llama la realidad. Que son los delirios compartidos. Utilizo técnicas alternativas, estrategias para cambiar la realidad, para ayudar a convivir mejor. Trato de ayudar al otro a que conviva mejor, que haga lo que él quiere hacer. Ya nadie quiere estar aislado y solo. Y en última instancia, todo tiene que ver con todo, se integra, como si fueran cinco puntas de una estrella que dan cuerpo a algo que está en el medio que es lo absurdo, lo triste, lo vital, la deducción y la reparación.
L.S.:¿Qué lugar le das a la Naturaleza en esto?
‑Es algo que existe "a pesar del Hombre", es lo único que puede organizar los sentidos secuenciales de la existencia, los procesos de nacimiento, crecimiento y muerte están presentes desde las plantas, los animales, el día y la noche y parte de la locura ocurre porque se retira y se construye una naturaleza tecnológica" que empieza a ser loca, porque empieza a depender de factores como la ganancia, el gas, la electricidad, la medicina. Sería interesante volver a formas de vida más naturales, pero con todo lo divertido que es la vida con confort. Uno está enviciado, querría tener el video cable, tener a quince minutos un bar donde reunirse con gente... la gente de fines de siglo y principio de este siglo, tenía como una especie de "buzón de la vida", creían en el progreso, tenían una meta.
L.S.: Pero ahora ya no tenemos esa meta...
‑Es cierto. Ahora estamos en una época de crisis, de mudanza, hay mucho caos, pero eso pasa. Y los adolescentes de hoy ya no pueden confiar más en lo anterior y todavía lo nuevo no llegó.
L.S.: Y no saben cómo construirlo...
Nadie sabe antes de construirlo. Como dice Tagore “Uno no puede controlar el mundo del futuro porque va a estar muerto”.
LS: Pero lo que hago hoy, de alguna manera, prefigura el futuro.
Pero como estamos en el cambio, ellos lo dicen muy gráficamente, "Ya fue". Borran todo y empiezan de nuevo. Son cielos de nacimiento y muerte. Hay crisis de transformación en la que cambia sólo una parte. Pero estamos en tina crisis mutante, es decir, que inicialmente no queda nada de lo anterior. Después sí, se rescata desde los nuevos paradigmas, de las nuevas suposiciones de verdad. Mutante quiere decir que hay un cambio demasiado grande, como la del gusano que se transforma en mariposa. ¿Hay algo más distante de un gusano que una mariposa? Ocurre que en el medio hubo una licuefacción de los tejidos y se organizan con otro patrón, totalmente distinto Hay que pelear para que salga la mariposa. A veces me siento un exiliado, provengo de otro mundo, y eso me obliga a tomar una perspectiva.
L.S.: Hablemos un poco de la teoría de tu maestro, Pichón Riviére.¿Cuál es la diferencia principal con respecto al psicoanálisis freudiano?
‑Pichón decía que, así como hay una madre fálica, tiene que haber un padre opuesto a la madre fálica, que él llamaba “el padre conchudo”. (Pichon tenía el don de poder utilizar el lenguaje más grosero cuando este término era el más exacto) Estuve diez años con él. Era su Sancho Panza, éramos cómplices. Ahora tendría 90 años.... En un artículo digo que el verdadero pensamiento de Pichón está negado. Por algo será. En el actual mundo light de la psicología, él es muy hard. Es lo fecundante, la violencia de la contradicción, y asusta. Freud fue un pensador de la pequeña burguesía, ponía su libido en la escritura, con un pensamiento muy puritano. Pichón toma los instrumentos interesantes de Freud (el concepto de Inconsciente, lo del Edipo), pero lo dirige al grupo, a lo social, al contexto. Freud olvida que en la tragedia griega estaban los personajes y, además, el Coro, que era el contexto social y cultural. Eso se lo salteó. Pichón afirma que algo sucede, pero en un contexto. Eso lo trabajaron mucho los ingleses, que son más grupales. Él pertenecía a la realidad, al mundo, no quedaba encerrado en una percepción. Tomó el psicoanálisis y lo incluyó en una perspectiva mayor. Así armó la Psicología Social, lo sacó de la liturgia del diván, creadora de la dependencia al no haber un tercero. Es útil en cierta etapa del crecimiento de la persona pero si luego no se tiene la inclusión de terceros en el grupo, es una dependencia eterna. El pensamiento de Pichón quedó degradado en una especie de papilla light porque le verdadero Pichón es muy duro. Estamos en medio del río, pero yo aposté a ese pensamiento.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Raúl cómo estas?tanto tiempo...Se te extraña en los talleres...Espero que tus cosas marchen bien...Visitanos que inaguramos blog...Bendiciones!
Fernanda.

Anónimo dijo...

Hola Raul...Cómo estas?Tanto tiempo...se te extraña por los talleres...Espero que tus cosas marchen bien...y pegate una vueltita por nuestro blog que lo inaguramos hace poquito...Bendiciones! Fernanda.